Vomita tus penas
Entrevistas / Julio De La Rosa

Vomita tus penas

Mertxe V. Valero — 12-11-2004
Fotografía — Archivo

Julio De La Rosa fue el alma de una de las más infravaloradas bandas rock de este país, El Hombre Burbuja. Ahora, vuelve a acertar en la diana emocional y creativa en "m.o.s." (Recordings From The Other Side/Everlasting, 04), bajo su nuevo sobrenombre artístico. Tras mascar sus composiciones durante un año, el jerezano nos muestra la oscuridad y la tensión que conviven en su corazón.

Explicar con palabras el tonelaje de la creación sonora es algo de dudosa legitimidad. Transmitirles la emoción, la belleza del quinto corte de “m.o.s.”, “El monstruo nunca duerme”, es tarea inabarcable, así que sólo les diré que les abrirá en canal y disfrutarán con ello. Desde que EHB pasaran a integrar la nómina de grupos de Everlasting Records, en el año 99, las canciones de este autor han dado para tres largos y un puñado de singles, que, si bien no han dejado indiferentes a unos pocos, no han trascendido lo suficiente para evitarle la etiqueta de “músico de culto”. Pero los jefes de Everlasting no se han inmunizado a la especial sensibilidad de De La Rosa, así que tras la disolución de su grupo no dudaron en renovarle el contrato. Mejor para todos, porque “m.o.s.” retoma la brecha abierta en aquel extraordinario “La paz está en las matemáticas”, y la capacidad del artista para construir universos líricos y musicales únicos se desborda en canciones como “Otro de sus juegos”, “Más tus huellas que mis pasos” o “Todos los sitios del mundo”; “Manicomio para mis heridas”, modula en una de ellas. “Para hacer este disco he tenido que tropezar varias veces. Desde que se engendró hasta que se parió el álbum he estado viviendo en tres ciudades, Sevilla, Nueva York y Madrid, dando siempre palos de ciego, por supuesto. Tras la ruptura del grupo me sentí bloqueado y me vino muy bien poner tierra, mar, en este caso, de por medio. Tras el enésimo fracaso amoroso –y a pesar de saber que un final no es un fracaso-, me puse a escribir y llegué a ver esa gota que colma el vaso de la paciencia romántica. Me sorprendí escribiendo historias de amor y desamor, pero las rechazaba y volvía a empezar… Muy bien, pues si el látigo quiere hablar de amor, yo pondré las guitarras. Y mezclando esto con la frustración generada por la lamentable situación mundial me ha salido el disco más crudo y visceral que haya hecho nunca, creo”.

"Me ha salido el disco más crudo y visceral que haya hecho nunca, creo"

Otra catarsis, de la que se desprende que el compositor y guitarrista es capaz de dejarse la piel y la integridad emocional en cada acorde y en cada verso, pero ¿hasta qué punto puede uno dejarse el alma en lo que hace? ¿Puede imaginarse De La Rosa dedicado a otros oficios? “En mi caso dejo más de lo que quisiera, pero qué se puede esperar de alguien que se dedica a la música. Hay pocas cosas más idealistas en la actualidad. A menudo, la generosidad de espíritu va muy relacionada con la vanidad. Oscar Wilde decía que la meta del ser humano debe ser la frivolidad, y a mí no me importaría en absoluto encontrarla. Pero cada vez que me enfrento a un proceso creativo lo hago como si fuera lo último que voy a hacer en la vida. Y no te imaginas cuántas veces he deseado ser una persona no creativa. Ya que la felicidad es un concepto abstracto, y que la clave es perseguirla, no me importaría o bien tener muchísimo dinero y vivir en la más absoluta desgracia, o bien no tener nada, mendigar en la puerta de las iglesias y sonreír a las damas escandalizadas”. Los que conocemos bien su trabajo, reconocemos guiños a anteriores entregas del andaluz, encontramos sonidos que nos remiten a canciones anteriores, como escribía Don Disturbios en su crítica publicada en el MondoSonoro de octubre: el riff característico de “Agua turbia”, o ese acorde a contrapelo en “M”. También algunas frases dan sensación de continuidad en el tiempo, y ofrecen pistas sobre quien las escribe.

"Cada vez que me enfrento a un proceso creativo lo hago como si fuera lo último que voy a hacer en la vida"

“De todo lo que hacemos siempre queda algo, y cuando aparece una nueva cuestión puede no ser la primera vez que uno se la plantea. Escribir ayuda a olvidar, a superar historias, pero también te obliga a tenerlas siempre presentes. En este disco el caso más obvio ha sido subtitular ´Braile´ como ´segunda parte´, en un guiño a quienes se emocionaron con el ‘otro’ primer disco que publiqué hace ya unos cuantos años con EHB (De La Rosa habla del primer disco homónimo, editado por Polygram en el 98, y reeditado por Everlasting un año después). La autobiografía siempre está presente en lo que se hace, en cualquier caso voy aprendiendo a despegarme de lo que compongo, fundamental para poder mantener cierta salud mental”. La evolución de las historias narradas por De La Rosa en sus canciones es muy patente; poco o nada queda de aquellas aventuras lisérgicas de buzos en la luna y peces violetas. Ahora nos regala pensamientos e imágenes de contenido y belleza devastadores, por cuanto podemos encontrar de nosotros mismos en ellas, y por lo que nos pueden hacer sentir. Quizás sea ésta la mayor diferencia con sus últimas composiciones en EHB, una disolución que no elude abordar. “Este disco lo abandoné emocionalmente el mismo día en que lo terminé, creo. Ha sido demasiado intenso, y escribir estas letras me ha dejado agotado. La banda sonora de ´Siete vírgenes´ me ha salvado la vida en ese sentido, ayudándome a pensar en otra cosa y cambiar absolutamente de registro antes de echarme a la carretera. Es una sensación de alivio ver tu vómito en el suelo o donde sea, estar mareado pero saber que ya ha salido todo (De La Rosa siempre ha galanteado con la creación audiovisual: ha participado en las bandas sonoras de la película “Gente Pez”, el corto de Paco Baños, “Necesidades”, o el de animación “Los desheredados”, de Rocío Huertas; y ahora en “Siete vírgenes”, tercer largo de Alberto Rodríguez, que se estrenará el próximo año). EHB fue una gran aventura, sacamos tres discos que son parte de la vida de mucha gente y eso está muy bien, supongo. Hubo momentos maravillosos y momentos abominables. Lo que más me gusta de todo es precisamente eso, tener que mirar atrás, ver que no forma parte del presente. Me siento mucho más cómodo ahora, es una curiosa sensación de libertad”. Para su nueva aventura, De La Rosa ha vuelto a rodearse de buenos músicos: Jorge Fuertes (Doss, Pleasure Fuckers), a las baquetas, y Alejandro Cuiñas a las cinco cuerdas, con quienes ha grabado en directo, y eso sin contar con productor. Las composiciones de “m.o.s.” no necesitan de más aditamentos, si bien podamos encontrar algún sampler en los temas más experimentales como “Entresueños” o “Braile”. A nuestro interlocutor, acontecimientos como los atentados terroristas que sufrieron primero Nueva York y luego Madrid, le pillaron muy de cerca. En sus composiciones, la crítica política y social aparece de manera sutil, pero implacable. Como en aquel tema, “Kill The Mosquito”, que formaba parte de “Nadando a
crol”. En “m.o.s.”, las canciones son más personales y oscuras, aunque
el autor escribe: “puedo quemar cárceles”. Nuestro interlocutor no es
precisamente una persona acomodaticia. “Me preocupa la situación
mundial. Y no quiero imaginar cómo va a continuar si en Estados Unidos
la gente vuelve a votar a Bush, por mucho que con Kerry no vaya a
mejorar gran cosa. Me llegué a plantear irme fuera de España una buena
temporada si volvía a ganar aquí el PP. Y no habría vuelto de Nueva
York. Allí llegué un año después del 11 S. Un día, entre los turistas
que paseábamos alrededor del agujero de las gemelas, escuché a una
señora comentar: ‘Vamos hacia allá que hay un bar con unas vistas de la
zona cero estupendas’. En el boquete sólo había grúas y camiones. No
puedo con ese tipo de cosas. El 11 M me cogió en Madrid con gripe,
temblando en la cama. Entonces vivía cerca de Atocha y oía las
ambulancias mezclándose con las imágenes del televisor. Perplejidad,
depresión, frustración y odio, eso es lo que sentí. En España hay mucho
donde escarbar, el creciente racismo es preocupante. Me resulta también
alucinante el paquete de medidas arrastradas de la anterior legislatura
que han entrado ahora en vigor. La que se refiere a la piratería
doméstica es terrible, van a acabar encarcelándonos por tener el Nero
instalado en el ordenador. También la nueva ley que enviará a prisión al
que conduzca con dos cervezas en el cuerpo, y no por lo que se refiere a
la conducción, el coche, un cáncer, como el ser humano en la tierra. Lo
que me corroe de estos asuntos es la cárcel, otro invento demoníaco e
inútil que parece ser la única solución, para los que están en el poder,
contra todos los problemas que van apareciendo en la sociedad. La
música me permite no participar en muchas cosas en las que no creo”
.
De La Rosa empezarán la gira de presentación el día 19 de noviembre en
la madrileña sala Moby Dick, para seguir por Granada, Barcelona,
Valencia y Bilbao.

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