“Es paradójico que nuestro disco más criticado sea el que más le gusta a la gente”
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“Es paradójico que nuestro disco más criticado sea el que más le gusta a la gente”

Mara Gómez — 11-11-2025
Fotografía — Gustaff Choos

Cuatro tíos que encabezan carteles, que llevan doce años en esto y que dicen estar más nerviosos que Marco en “Sorpresa, Sorpresa” por este nuevo disco únicamente puede significar una cosa: que se han dejado la piel en ello. “Hecho en tiempos de paz” (Universal, 25) suena a unos Viva Suecia lanzados, unidos y sinceros.

Me esperan en una azotea de la calle de la Paz (¡anda que no les ha venido bien que el hotel de Universal esté justo ahí! ¡Estupendo, free marketing!) tomando algo en unos sillones. “Estamos más nerviosos que nunca, aunque no lo veas, ¿eh? Da un poco de vértigo: sientes que tienes que estar a la altura de todo”. Entre “El amor de la clase que sea” (22) y este han llegado ocho discos de platino, muchos sold out y giras de todo tipo. Asusta no repetir, claro. Porque si algo les ha dado estar en la cima es la posibilidad de ser libres. “El reflejo del disco es ese momento que viene en el propio título del disco: la necesidad de paz para poder crear libremente”, comentan antes de compararse con su amigo Félix, que tiene cuatro hijos y “cuando nos escribe lleno de orgullo, diciéndonos que nos ha visto, pienso: ‘¡Lo tuyo sí que es difícil!’. Una persona que trabaje en una panadería, en una oficina o en fontanería y que tenga que alimentar a tres criaturas y pagar una hipoteca: eso es presión de verdad. Y si esa gente puede hacerlo, nosotros no estamos en posición de quejarnos de nada. Somos unos privilegiados”.

En 2013, Alberto, Jess, Fernando y Rafa decidieron pasar el día de Navidad en un local de ensayo en Murcia. Crearon un grupo de WhatsApp bajo el nombre “Club de fans de Roxette” y, tras una noche de fiesta y un brindis gritando “¡Viva Suecia!”, comenzó su historia. “¡De esa época echamos de menos tener menos canas!”, coinciden todos antes de ponerse un poco serios: “Bueno, y la falta la de presión… La ilusión es distinta también. Antes jugábamos con los sueños y ahora es una ilusión real”. Rafa, vocalista, lleva un rato pensando su respuesta y suelta, como si nada, la clave por la que Viva Suecia está en su momento más álgido: “Fíjate que creo que somos más libres ahora que cuando no había nadie que esperase nuestros discos. Nos poníamos más trabas nosotros mismos”.

El título y la aldea adoptiva de Albacete

“Hecho en tiempos de paz” es una frase que también va por ese camino. Alberto, guitarra, cuenta que “encajó milagrosamente el día del apagón, paseando por el monte en Murcia. Hay un Monasterio, el de la Fuensanta, en el que debajo ponía, en singular: ‘hecho en tiempo de paz”. Una frase probablemente inscrita durante la Guerra Civil que, de repente, cobró “mucha fuerza, porque en el mundo en el que estamos, todos están crispados, cabreados. Y, realmente, todo lo bueno viene de la paz”. La gente suele decir que las mejores canciones salen cuando estás en la mierda. “¡Pues no tiene por qué! Realmente estamos en un buen momento, y aun así, creemos que este disco está bien”.

Charlando de campos, montes y paz, se me viene a la cabeza ese pueblo que han popularizado el Albacete. “Necesitábamos salir de casa y sentirnos músicos y encontramos un sitio en el que lo único que teníamos que hacer era estar juntos, hacer canciones… Y no morirnos”. Hablan de Riópar, un municipio de apenas mil trescientos habitantes que frecuentan como refugio creativo desde la pandemia. A Conrado, el señor que les alquila la casa, le regalaron el disco de platino; y a las fiestas de este verano fueron, claro: pero en calidad de pregoneros. De hecho, “¡Yo voy a casarme ahí ahora!”, añade Jess.

La inspiración del otro lado del charco

Si pudiera adjuntar la grabación de esta entrevista, os daríais cuenta de que me paso la mitad del tiempo intentando descifrar si lo que me dicen los chicos de Viva Suecia es cierto o solo bromean. Sobre todo cuando les pregunto sobre sus gustos musicales. “Lo normal es que cuando Fernando (batería) llega con su coche y baja las ventanillas esté oyendo cantos de ballenas a todo volumen: no sabes si estás escuchando música o viendo un documental”. Aun así, la inspiración viene más bien de tierra firme americana: Fito Páez, The Black Keys e incluso Post Malone. En este nuevo trabajo se escuchan pinceladas de funk, groove… “No hemos sido tanto de experimentar hacia la música electrónica, que parece que es un camino muy natural en casi todos los artistas, pero siempre hemos querido flirtear un poco con la música negra”. ¿La razón? “Yo creo que porque no somos negros y porque no somos capaces de tocarla bien, entonces es como un ideal”.

Quizá algo de inspiración transatlántica también agarraron cuando grabaron en México. “Por lo general, las canciones en las que gastamos más energía y más dinero suelen ser luego las menos populares. Salvo ‘Dolor y Gloria’, que es la canción más cara del mundo”. La grabaron cuatro veces en dos continentes distintos. “Teníamos una idea muy clara de cómo NO queríamos que fuese. Finalmente nos quedamos con la última que se grabó aquí en Madrid. Es una cuestión de sentirte identificado con lo que querías contar”. Quizá algún día saquen todas esas versiones, imaginan (ya no sé si en broma o no). Siempre podrán llamar al recopilatorio “Dolores y Glorias”.

Su canción-respuesta a ciertos sectores de la prensa

La que sí salió rápidamente fue “Mala Prensa”. Les pregunto si ciertas declaraciones que hizo el director de Rockdelux sobre ellos influyeron en su composición. “Tiene algo que ver. El ejercicio era hacer una canción rápida: que no te dé tiempo a pensar en lo que tocas ni en lo que dices. Y yo creo que el rock and roll viene de ahí. Yo no quiero que Jerry Lee Lewis me hable de la cosmología o de lo profundo del ser humano”, señala Rafa. “Es paradójico que nuestro disco más criticado sea nuestro disco más maduro, el que más le gusta a la gente, el más libre… Es algo que, seguramente, con veintidós años, habríamos gestionado de una manera muy distinta. Y con esta, hemos sabido apreciar que hasta la mala prensa es buena publicidad”.

Algo que hay que saber de Viva Suecia es que no explican sus canciones. Quieren que la banda sea, más allá de sus cuatro integrantes, una familia. Rafa explica que “a la gente no le interesa mi vida. Lo que le puede llegar a interesar, imagino, es que compartamos experiencias, que compartamos unas vivencias”. Entienden que su misión “es contarle a la gente su vida a través de la nuestra. Y si cuentas de que va la cosa y lo acotas todo a una experiencia muy personal, creo que pierdes la magia”. Lo que sí que me volvió a dejar con esa sensación de “¿broma o confesión?” fue escuchar que ni ellos mismos sabían de qué iban exactamente sus canciones. “Yo escribo las letras y ellos prefieren no saber el significado”, admite Rafa. Según Alberto, “hay una parte bonita en hacerlas tuyas”; Jess, por su parte, afirma que: “¡El noventa por ciento de las canciones hablan de mí!”. Rafa le responde. “Todas hablan de Jesús, sí”.

Siloé, Samuraï y Hoonine: las tres colaboraciones del nuevo disco

Aun así, hubo alguien que “le sacó el petróleo a Rafa”, como dice Alberto. Se refiere a Samuraï, quien colabora en el último tema del disco, “Melancolía”, que habla sobre la plenitud del amor desde los vacíos: los huecos, las huellas, el crujir del suelo. “Traíamos solo un cachito del principio hecho y llegó una chica de veintitrés años al estudio, se juntó con cinco cuarentones y se sentó en el suelo. La persona que más experiencia y más claras tenía las cosas en esa habitación era ella. Fue increíble”. La artista y compositora de “Palabra Prohibida” dejó huella, nunca mejor dicho, en los murcianos. “Ella es un genio escribiendo” y, admiten, es “una experiencia que solo habíamos tenido una vez antes con Rufus T. Firefly [“Hoy Empieza Todo”] y fue una de las cosas más bonitas que me han pasado en un estudio jamás y que me gustaría repetir”.

Otros dos nombres aparecen en las canciones de “Hecho en tiempos de paz”: Hoonine, la valenciana que está revolucionando la escena alternativa y que acompaña al grupo como parte de la banda en directo, y Siloé, el trío vallisoletano de rock que está explotando estos últimos años, aunque llevan en activo casi diez. “Ni siquiera sabemos desde hace cuánto nos conocemos: fue natural. Teníamos una canción, les imaginábamos ahí, les llamamos un día y se vinieron al estudio”. Fue bonito… Hasta que llegó el momento lámpara. Jess menciona que “era de diseño y, bueno, digamos que la rompimos juntos. La movimos para hacernos una foto… Y pum. Nos partimos el culo”. “Yo no me reí mucho”, afirma Fernando. La terminaron pagando, por supuesto. “Ahora estamos esperando que nos inviten a grabar algo para romperles algo”.

El significado de la portada de “Hecho en tiempos de paz”

Alberto pide el vinilo a su equipo de Universal para indagar en todos los misterios del diseño de este nuevo álbum. “Es, desde luego, la apuesta más grande por lo artístico que hemos hecho nunca en un disco”. Es una portada llena (llenísima: puro horror vacui) de garabatos y detalles que esconden mil secretos. En el centro, la paloma de la paz, con una cabeza illuminati (el sello de identidad del ilustrador) vuela sobre unas llamaradas de fuego. “Estuvimos un tiempo buscando con quién hacerlo: gente muy especial, muy cool... Y nos decían que no”, revelan. Entonces, se toparon con El Tipo Raro, un artista murciano que piensa como ellos, y al que, admiten, han vuelto loco. “Es la primera vez en nuestra carrera que no ponemos ni el nombre de la banda ni el título del disco en la portada, pero aparece todo nuestro mundo. Es la vida de los cuatro. Cualquier cosa que queráis saber de nosotros está en la música y en el arte de este disco”. Un poco al estilo de “Buscando a Wally”, el plan es que la gente que lo tenga en sus manos indague y “se monte sus películas en la cabeza” sobre qué significará cada elemento. Una manera, concluyen, de “premiar a la gente que gasta su dinero en un disco que puede escuchar en su móvil”.

La gira 2025/2026

Si una cosa estoy aprendiendo de este rato con el grupo del momento es que no importa lo petado que esté el calendario o la calle Paz (a los sucesos del 9 de octubre me remito): sus oyentes (su familia) van por encima de todo. Uno pensaría que llega un punto en que todo festival les resultaría idéntico, que aquel concierto de julio o agosto se pierde en la marea de carteles infinitos. Pero no. “Todos los conciertos son distintos: por cómo está el público, por cómo está la banda en ese momento, porque un día que se supone que va a ser gigante sale fatal y un día que no te esperas sale increíble. Yo no me cansaré nunca”, matizan, aunque confiesan que “es verdad que a veces lo escuchas en otros camerinos: ‘este es de tránsito’. Jo, pues qué pena”.

Desde el pasado mes, Viva Suecia remprenden su travesía de directos en salas por España: Madrid, Valladolid, Valencia, Zaragoza, A Coruña, Bilbao, Granada y, evidentemente, su Murcia. Para la mayoría ya no quedan entradas, y aunque no quieren hacer mucho spoiler, prometen que la gira va a ser “tan excesiva como la portada: va a haber más gente en el escenario, va a ser todo más grande”. Les pregunto si traerán invitados, visuales, sorpresas… “Llevamos todo lo que te puedas imaginar”.

Agenda de conciertos: 

Sábado 21 feb 20.00h Entradas agotadas
Sábado 28 feb 20.00h Entradas agotadas
Sábado 7 mar 20.00h Entradas agotadas
Viernes 20 mar 20.00h Entradas agotadas
Sábado 18 abr 19.30h 41€
Sábado 25 abr 21.00h 41€
Sábado 16 may 21.30h 41€
Sábado 17 oct 20.00h Entradas agotadas

 

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