La historia de Mermaid es breve, pero excitante. Provienen de Pamplona, y no de una comunidad hippy de San Francisco a finales de los sesenta, como pudiera parecer. Son un trío con un look rockero y desafiante, casi de hell angel. Sus nombres (Firehead, Brainloster y Leroy) parecen sacados de cualquier cómic del planeta Marvel, por el que sienten auténtica devoción. Grabaron un primer disco "From Here To Nowhere" (1999) de una manera doméstica, y aunque el resultado sólo apuntó unas buenas maneras, siempre hubo algo cautivador en ellos: desde su nombre a sus diseños, pasando por sus agresivos directos, su abierta defensa de los fármacos sin receta médica y lo más importante: su música. Pese a que los más oportunistas se conformarían con definirlos como stoner rock, lo cierto es que esa es sólo una de las páginas del libro. Su música mama de la contundencia de los riffs setenteros, desde Blue Cheer a Black Sabbath, pasando por MC5, los Stooges o los largos pasajes instrumentales de Hawkwind. Y es que una de las armas de Mermaid es su densidad, a lo largo de extensos temas con un exquisito aroma retro, tanto en el sonido como en la actitud. Algo que sucede ahora con muy poquitas bandas: Monster Magnet, Hellacopters o Jon Spencer Blues Explosion, por citar tres ejemplos.
| "Grupos políticamente correctos como Fromheadtotoe dicen ahora que si son fans de AC/DC... Creo que todo eso nos ayuda" |
El hecho de cantar en inglés permitió que su primer trabajo pudiera ser editado en varios países europeos que se interesaron por su música. Ya en el año 2000, tras ganar uno de los premios del concurso Villa de Bilbao, fueron fichados por el sello de Kike Turmix, Safety Pin Records, con el que acaban de editar su segundo álbum, bajo el sugerente título de "High Dimension Is The Direction". Firehead al habla. "Safety Pin fue el único sello con pelotas para hacerlo. Con todo eso del stoner y la madre que lo parió, todo se ha liado mucho, incluso hasta el punto de perjudicarnos un poco. Turmix es un cabronazo muy enrollado. Veremos cómo se porta con Mermaid". "High Dimension..." contiene siete largos temas, con extensos y -cada vez más- elaborados desarrollos instrumentales, donde se aprecia una energía atronadora. Desde la inicial "Hypnotizer", pasando por "Walkin´ The Tiger", la acertada revisión del clásico de la banda sonora de "Shaft" de Isaac Hayes "Walk From Regio´s", hasta la gran "White Elevator Blues", las guitarras se te clavan en el cerebro sin piedad. Sin embargo, ellos tienen claro que lo suyo no es stoner, sencillamente porque ese género nace de una moda creada en torno a un grupo revisionista de la mejor tradición del rock (Kyuss), un productor (Chris Goss) y un paisaje desértico. Lo que vino después no fue más que un tren al que muchos se subieron, pero pocos con algo realmente nuevo que aportar. "Tú dame un millón de copias vendidas con la etiqueta stoner y veremos. En realidad, el término stoner apesta, como apestan el noventa por ciento de los grupos que así se autodenominan". Otro tema es el de su procedencia, porque en principio parece que el estado no es un paraíso precisamente para una banda de rock que canta en inglés, y además con actitud. "Creo que el rock´n´roll en el estado tiene una salud aceptable. Si te fijas, grupos políticamente correctos como los Fromheadtotoe dicen ahora en las entrevistas que sus guitarras están influenciadas por Pete Townsend, que si son fans de AC/DC... Creo que todo eso ayuda a grupos como nosotros. Espero que La Oreja se declaren fans nuestros". Eso en cuanto a los grupos, porque si de la industria se trata, no dudan en despacharse sin piedad: ¿qué falla? "Bien, lo malo es lo vago que sigue siendo todo el mundo, los que tiran el dinero para crear grupos de barro, y lo en broma que siguen tomando a los grupos noveles promotores, salas, managers... En nuestro caso, tengo que decir que sin invertir nunca un duro, todas las publicaciones especializadas nos habéis tratado de maravilla, no hay queja posible. Lo peor es lo frustrados que nos sentimos cuando no podemos conseguir droga allá a donde vamos a tocar". Conscientes de las buenas críticas que siempre han tenido, de que su propuesta es difícil, pero completamente autosuficiente y de que su proyección internacional es posible (no en vano han teloneado a varias bandas internacionales), se puede hablar de una de las promesas a medio plazo en el estado sin ningún tapujo. Eso sí, recordando que el éxito no supone vender copias y con un ojo puesto en un mercado europeo donde su música puede tener repercusión, sobre todo visto lo visto con todas las bandas escandinavas, por ejemplo. "En realidad a mí nunca me ha dicho nadie que seamos la promesa del rock estatal, pero creo que estamos siguiendo una carrera ascendente obvia para un grupo que no chupa pollas en las revistas ni se deja encular por promotores y managers de mierda. Soñamos con vivir de esto y ese día llegará, pero no queremos dejar en el camino nada ni a nadie. No queremos girar nuestras cabezas y ver cómo hemos dejado un reguero de despropósitos que no casan con lo que creemos que debe ser una banda de rock´n´roll".
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