“Para mí es muy natural mezclar música electrónica con guitarras”
Entrevistas / Trentemøller

“Para mí es muy natural mezclar música electrónica con guitarras”

Sergio Ariza — 01-03-2022
Fotografía — Archivo

Anders Trentemøller lleva tiempo echando la vista atrás, pero en su nuevo Memoria (In My Room, 22) vuelve a sus orígenes más que nunca, alejándose un paso más de su cara más electrónica.

Anders Trentemøller siempre ha vivido en una especie de híbrido entre dos mundos que parecían contrapuestos, el indie rock y la electrónica, habiendo comenzado en el primero pero dándose a conocer con el segundo, principalmente con su influyente primer disco, The Last Resort", un disco que ya escandalizó a los más talibanes del género al incluir guitarras. Desde entonces su sonido ha ido volviendo cada vez más a sus orígenes, incluyendo influencias de Suicide, Joy Division o Depeche Mode, siendo este “Memoria” en el que más se notan las influencias del post-punk en su música.

El danés me habla de su fusión entre indie y electrónica y su querencia por la melodía en esta última obra en la que se mezclan guitarras a lo Sonic Youth, bajos prestados a Peter Hook, pero sin olvidar la oscura intensidad de su propia visión de la electrónica.

Me gustaría empezar la entrevista hablando de varias canciones del nuevo disco y las influencias que me parece ver en ellas. “Veil Of White” y “Like A Daydream”, ambas con la maravillosa voz de Lisbet Fritze, podrían describirse como dream pop y me recuerdan a Beach House. ¿Es el dúo de Baltimore una referencia para ti?
Sí, sí, no es que los haya escuchado mucho pero sí que puedo ver lo que dices, sobre todo en las voces que tienen ese sentimiento un poco fantasmal y suave. Es algo que busqué con Lisbet, encontrar ese tono, para ello grabé distintas tomas, como ocho o nueve, y las puse una encima de la otra para que sonarán como si estuvieran fuera de este mundo. Así que sí, tienen ese sentimiento como de ensoñación fantasmal. Es lo que pasa cuando la voz humana canta la misma frase varias veces. Siempre hay algo diferente y extraño.

"Intento evadirme mucho cuando compongo, y escucho menos música de lo habitual"

También recuerda un poco a Cocteau Twins. Por cierto, en “All Too Soon”, uno de los singles de adelanto, me parece escuchar influencias de Joy Division/New Order, especialmente ese bajo que parece tocado por Peter Hook, y de The Cure, aunque la voz de Fritze le da una sensibilidad menos oscura y más luminosa. ¿Qué es lo que más te atrae del post-punk y de todas esas bandas?
Pues soy un fan enorme de esas bandas y de esa época, pero tampoco las tenía en mente cuando hice esa canción, aunque me gustan tanto que es algo que me puede haber salido espontáneamente. En esa canción en concreto estaba más inspirado por Sonic Youth y cómo utilizan las guitarras. La verdad es que pensándolo ahora sí que puede ser que el bajo suene un poco a Hook [risas}. Siempre he encontrado inspiración en esa época, pero no he querido hacer una mera copia.

“When The Sun Explodes” es furiosa y electrónica. Parece como si quisieras buscar las similitudes entre la intensidad del rock'n'roll y la música electrónica
Sí, me gustan esas similitudes. Lo que buscaba era ese sentimiento hipnótico que consigues cuando repites una parte y juegas con ella hasta que se va desarrollando más y más. Algunas de las canciones se van más allá de los siete minutos buscando ese tipo de intensidad, aunque también hay canciones como "All Too Soon" que duran tres minutos y medio y son más pop/rock, pero con estas otras intento volverme loco.

Sí, por ejemplo, “Dead Or Alive”. ¿Te gustan bandas que podríamos calificar de punk electrónico como Suicide o Devo?
Sí, Suicide en concreto son una de mis bandas favoritas y los he escuchado muchísimo porque tienen ese punto electrónico pero también esa actitud punk y hasta rockabilly, así que sí me gusta mucho ese híbrido entre algo que suena tan sucio y tan rock pero sin ninguna guitarra, solo con sintetizadores, órganos y demás. Pero suena tan sucio y tan rock & roll, muchas veces más incluso que una banda punk. Así que sí, he buscado ese mismo tipo de energía claustrofóbica. Sí que buscaba ese sentimiento punk en una canción como "Dead Or Alive", esa energía que se nota también en ese bajo que también está inspirado por Peter Hook.

Leí en una vieja entrevista que nunca has sido un gran fan de Kraftwerk, pero en “Swaying Pine Trees” me parece escuchar ecos de los alemanes. ¿Has cambiado de opinión sobre ellos?
Bueno, he de reconocer que lo que me gusta mucho de Kraftwerk es que son muy buenos metiendo pequeñas melodías y temas repetitivos en su música, creo que por eso fueron tan grandes, porque eran muy buenos escribiendo pequeñas melodías y grandes canciones pop de hecho. Y “Swaying Pine Trees” es la canción más electrónica del disco creo pero también tiene un pequeño motivo melódico, aun así no estaba escuchando mucha música cuando compuse el disco. De hecho intento evadirme mucho cuando compongo, y escucho menos música de lo habitual, porque tiendo a quedarme confuso cuando escucho otra música que me gusta mientras compongo, pero claro cuanto más electrónico me pongo es normal que la huella de Kraftwerk sea de las primeras que se noten.

El sonido de “In The Gloaming” se acerca a lo que podría hacer M83...
Sin duda, no estaba pensando en M83 cuando la compuse pero es evidente que tiene ese sonido ochentero y esas melodías. Compartimos muchas influencias y que él escucha muchas de las mismas bandas que escucho yo, como Depeche Mode.

Tú hiciste una gran remezcla de “Midnight City”. Quizás Anthony Gonzalez podría remezclar “In The Gloaming”.
Pues realmente he decidido que no quería que hubiera ningún remix de canciones de este disco, ni tampoco del anterior, porque estoy un poco cansado de los remixes. A veces me gusta que la canción sea como es originalmente y ya está. Es evidente que también es divertido escuchar las diferentes visiones de otra gente sobre una canción, pero creo que esta vez no es necesario. Desde luego fue muy divertido hacer remixes y que otra gente hiciera lo mismo con mi música, pero en este momento prefiero que las canciones se escuchen como son.

“A Summer's Empty Room”, me ha traído a la memoria el trabajo de Angelo Badalamenti para David Lynch
Totalmente, creo que hasta hago un guiño a “Twin Peaks” en la música. Soy un fan enorme de “Twin Peaks”. Muy bien visto porque soy fanático de la serie y de su música y es un homenaje absoluto.

Tu música tiene evidentes cualidades cinematográficas y ha sido utilizada por directores como Oliver Stone (“Salvajes”), Pedro Almodóvar (“La piel que habito”) y Jacques Audiard (“Óxido y hueso”). ¿Te gustaría hacer una banda sonora específicamente para una película?
Sí, la verdad es que una vez hice algo para una película. El director era danés y era parte del movimiento Dogma. Hice esa banda sonora hará como unos quince años pero me acuerdo que me llevó el mismo tiempo que componer un disco entero, así que es algo un poco intimidante porque requiere mucho tiempo y además tienes que trabajar con mucha gente diferente, incluido el director, el editor, el productor...

Pero si recibieras una llamada de tu director favorito...
Hombre si me llamara Martin Scorsese diría que sí sin dudarlo, pero ahora mismo, viendo que no me llaman esos grandes nombres [risas]. Prefiero centrarme en mi propia música y poder ser mi propio jefe. Da demasiado trabajo y la gente no suele darse cuenta cuando ve una película del enorme trabajo que hay detrás de la banda sonora. Aunque evidentemente es tentador porque, como bien has dicho, mi música tiene ese punto cinemático

Has llamado al disco “Memoria”. ¿Por qué decidiste llamarlo así?
Lo hice porque la memoria es algo fundamental en nuestras vidas, algo sin lo que casi no puedes existir, pero también me inspiró lo frágil que puede llegar a ser, como por ejemplo cuando te vas a dormir y sueñas algo que te marca mucho pero luego te despiertas y eres casi incapaz de recordar de qué iba ese sueño. Es similar a cómo consigo ideas para mi música, justo ese momento antes de quedarte dormido. Tienes un cierto sentimiento particular o una atmósfera, y si es lo suficientemente fuerte al día siguiente todavía lo puedes recordar, aunque otras veces no. Otra cosa que tiene la memoria es lo selectiva que es. Por ejemplo, si hueles un determinado olor te puede recordar a una situación o a una persona, y oler eso te lleva allí. Es algo instantáneo y es algo que pasa también con la música. Con ella puedes crear ese tipo de memoria selectiva que te transporte a un sitio determinado.

"En los noventa estaba en una banda que sonaba a britpop, y ni siquiera del bueno, pero me cansé un poco porque quería hacer algo diferente"

He leído que has sido padre recientemente. ¿Cómo ha afectado un cambio tan grande a tu música?
Pues mucho. Justo estos días mi hijo ha estado malo y no he podido dormir nada, así que me ha afectado mucho, incluso físicamente. Ahora está bien pero han sido días duros con fiebre alta. Tienes que dejar de lado todo lo demás y darte cuenta que lo más importante ahora es él. Pero también he descubierto cosas muy interesantes que antes no creía posibles como ir a mi estudio a unas horas específicas, las que tengo libres, más o menos de ocho a tres de la tarde, que es cuando va a la guardería, y ser creativo. Al principio pensaba que era imposible hacerlo, ser creativo a esas horas, pero me ha forzado a trabajar y a aprovechar el tiempo. Creo que ahora soy más metódico y trabajo mejor, así que creo que me ha ayudado a centrarme al cien por cien durante esas horas. No se puede remolonear.

Tu primer disco, “The Last Resort”, fue un disco fundamental para abrir nuevos caminos para la música electrónica, con sonidos más oscuros y melancólicos, pero venías de la escena del indie rock. ¿Cómo llegaste a ese disco y a esos sonidos? ¿Hubo una especie de revelación, un momento en el que, parafraseando a LCD Soundsystem, decidiste vender tus guitarras y comprar platos?
Sí, en los noventa estaba en una banda que sonaba a britpop, y ni siquiera del bueno, pero me cansé un poco porque quería hacer algo diferente, principalmente porque al estar en una banda hay mucho compromiso, el batería quiere sonar a una cosa, el cantante a otra, yo a otra. Así que empecé a hacer más cosas por mi cuenta, utilizando teclados y samplers, tirando hacia un sonido más de club, pero también me terminé cansando de eso, así que para mi primer disco quise volver a hacer algo más melódico, volver a meter instrumentos orgánicos como guitarras y baterías, porque me parecía que mucha música electrónica pecaba de ser demasiado fría. Tenías solo ocho compases repetitivos y luego subías la intensidad pero era todo muy frío, así que quería volver a usar melodías más complejas. De ese modo surgió “The Last Resort”. Me acuerdo de que cuando salió hubo gente que se cabreó mucho conmigo por haber utilizado guitarras porque solo estaban metidos en la electrónica y pensaban que no se debían mezclar ambas cosas. Para mí fue muy sorprendente, porque para mí era muy natural mezclar música electrónica con guitarras y demás, pero realmente disco a disco me he ido apartando cada vez más de los elementos más electrónicos. Creo que ahora se entiende mejor que mi música es realmente un híbrido.

Es una música que se puede interpretar en directo con banda. ¿Tienes ganas de volver a tocar en directo ahora que estamos metidos en medio de toda esta locura?
Pues tengo un poco de miedo porque tengo fechas y estoy todo el rato mirando las noticias para ver si se cancelan o se posponen. Todavía no me he enterado de nada, pero me temo que algunas de las fechas habrá que aplazarlas.

Es imposible no preguntarte por cómo te ha afectado la crisis del coronavirus. ¿Cómo fue el encierro para ti personalmente, te ayudó a componer más música?
Para mí el proceso de crear música no cambió en absoluto, porque estoy acostumbrado a encerrarme a solas en mi estudio a crear por mi cuenta. Creo que, definitivamente, el nacimiento de mi hijo ha cambiado más mis hábitos que el Coronavirus.

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