“Tal y como está el mundo, tiene mucho mérito sacar música que te haga sentir bien”
Entrevistas / The Vaccines

“Tal y como está el mundo, tiene mucho mérito sacar música que te haga sentir bien”

JC Peña — 12-01-2024
Fotografía — Archivo

The Vaccines regresan con “Pick-Up Full of Pink Carnations” (Thirty Tigers/PopStock!, 24), nueva colección de canciones con la que retoman la inmediatez de sus orígenes.

Es momento de conectar con Justin Young, voz y líder de una banda que en su sexta entrega mantiene sus constantes vitales, pese a la salida este mismo año del guitarrista Freddie Cowan. Lo suyo es el indie pop de guitarras con guiños al pasado y estribillos coreables. Tras los experimentos relativos de su anterior álbum, su nuevo trabajo les devuelve a su esencia.

Los brillantes dos minutos del single “Love To Walk Away” son la piedra angular de un trabajo que Young y su banda han compuesto y grabado codo con codo con el productor Andrew Wells (Halsey, Phoebe Bridgers), que imprime ese tono tan contemporáneo como deudor de clásicos del pop que van de los 50 a los 60 y la new wave.

Tengo entendido que el disco tomó forma una vez compusiste el single “Love To Walk Away”, ¿no es así?
Bueno, creo que hay veces en que te metes a hacer un disco y sabes exactamente el tipo que quieres hacer. Otras tienes claro que estás listo, pero realmente no sabes cómo debería ser. Yo tenía unos pocos títulos de canciones y algunas letras, y teníamos la urgencia y el deseo de hacer algo. Pero no estábamos muy seguros de qué camino seguir. Fui al estudio con Andrew Wells, que acabó produciendo el disco, empecé a hacer música con él, compusimos “Love To Walk Away” y nos flipó. Nos emocionaba la idea de hacer música un poco más “humana” que en el último disco, como más “rock”, por usar esa palabra, algo más directo, quizá con más imperfecciones humanas. Como más visceral. El grupo oyó la canción y le pareció bien. Realmente así empezó el proceso de composición y arreglos del disco.

“Cuando hago una canción mi objetivo es lanzar el mensaje del modo más claro y conciso que pueda”

Aunque apenas dura dos minutos, esa canción tiene un montón de cosas: melodía, un estribillo estupendo…¿es lo que buscas en cada una de ellas?
Mi objetivo es lanzar el mensaje del modo más claro y conciso que pueda; desde mi punto de vista emocional y lírico, pero haciéndolo melódica y musicalmente interesante y directo. Cuando compones una canción que dice exactamente lo que quieres decir y del modo en que lo quieres decir, te quedas con una sensación alucinante. Me encantan las canciones que tienen una melodía potente, más que nada porque quiero que llegue el mensaje.

Desde los primeros acordes de “Sometimes, I Swear” está esa mezcla de melodía brillante con cierta melancolía que os caracteriza. ¿De dónde viene esa combinación?
Supongo que es la vida. Siempre me ha parecido que las dos emociones humanas más fuertes son el miedo y la esperanza. Por un lado está esta especie de negatividad, de trepidación inherente a la psique humana. Pero creo que la esperanza es la emoción más poderosa. Es lo que hace que la gente siga adelante. La música pop no es tan vieja, tiene como sesenta años, y gran parte de ella tiene letras muy tristes y melodías luminosas. Creo que si todo fuera feliz, habría demasiado azúcar, pero si todo fuera negativo, no sé…ni siquiera estoy seguro de estar de acuerdo con el argumento que iba a poner en la mesa, pero disfruto mucho del equilibrio con The Vaccines.

Quizá en este disco brille más una influencia de los 50.
¿Tú crees? No sé si de los 50, pero no cabe duda de que hay cosas de los 70 y de los 80, una especie de rock americano….pero siempre nos han encantado los 50 y los 60. Puede que haya un par de momentos más cincuenteros, pero no cabe duda de que aquello influyó mucho el primer disco. Y supongo que hacemos ciertos guiños a ese álbum.

El título (“Camioneta llena de claveles rosados”) es muy curioso. ¿Qué historia tiene?
Sobre todo si eres español, ¿verdad? Sí, apunté la frase sin saber de dónde venía y la guardé durante siglos. Me preocupaba que la hubiera robado de algún sitio. La googleé, me sonaba muy bien, pero quería asegurarme de que no la había pillado de algún sitio. Y un mes más tarde me di cuenta de que había recordado mal una frase de “American Pie”, la canción de Don McLean. Ya sabes, “I was a lonely teenage broncin´buck with a pink carnation and a pick-up truck”. Me hizo mucha gracia, porque esa cancion probablemente va de la muerte del sueño americano. Obviamente, distorsionamos sueños y experiencias: como que resulta fácil sobreestimar el pasado y engancharnos a la nostalgia. En realidad ése es el tema del disco: no saber si debes mirar adelante o atrás. Me pareció muy conmovedor que me quedara con esa frase.

¿Un tema así lo tienes de antemano o se va haciendo sobre la marcha?
Quizá tienes algo un poco vago, pero si tienes suerte se solidifica según vas haciéndolo. En este caso, cuando lo terminé eché la vista atrás y me di cuenta de lo claro que era. Probablemente sabía que estaba ahí desde el principio, pero no me di cuenta hasta el final.

Me gusta la foto de portada.
Gracias. La hizo mi novia de entonces cuando conducíamos por el desierto del Joshua Tree. Fue el mismo día en que compuse “Lunar Eclipse”, que está en el disco. Literalmente nos paramos cinco minutos después de hacer la foto para contemplar el eclipse de luna. Y como decía, creo que la foto tiene algo bastante nostálgico y cinematográfico, que no sabes si estoy mirando la carretera delante de mí o detrás. Me parecía también emotivo.

¿Te parece que con todos los problemas que hemos vivido en estos últimos años hay una tendencia general a hacer música más positiva?
No sé si el cometido de la música es hacer eso, pero ciertamente es uno de sus propósitos. Al final creo que lo que tienen que hacer los artistas es escribir sobre aquello que les haga sentir algo. Dicho esto, no cabe duda de que tal y como está el mundo hoy tiene mucho mérito sacar música que te haga sentir bien y con la que te escapes un poco del dolor, la angustia y todo eso. Yo diría que probablemente ése ha sido el propósito de The Vaccines.

“Nos emocionaba la idea de hacer música un poco más humana, con imperfecciones”

Hablando de canciones concretas, “Primitive Man” es probablemente mi favorita.
Pues probablemente también sea mi preferida. La compuse en mi sofá, es de ese tipo de canciones, ¿me entiendes? El disco es un poco así. Es tentador tener distintas ideas de producción y arreglos, pero a veces cuando una melodía o un feeling o una emoción son lo suficientemente buenos, no necesitas mucho más. Me gusta lo cruda y casi desnuda que suena. Y volviendo a lo de antes, tiene un estribillo eufórico, pero el tema no es necesariamente eufórico. Creo que es la mezcla lo que funciona.

Supongo que en el estudio siempre existe la tentación de sobreproducir o meter mil cosas que no son necesarias.
Creo que siempre es un peligro. Ten en cuenta que si te compras un portátil hoy, si es Apple lleva GarageBand. Y probablemente haya más cosas en GarageBand que lo que The Beatles tenían en Abbey Road. Obviamente, si te pica la curiosidad, hay todo un mundo a explorar. Y es emocionante, pero es fácil que te pierdas si no eres capaz de volver a ponerte en el punto de partida. Creo que si las canciones son muy sólidas, la exploración puede ser buena. Y a veces, si no lo son tanto, explorar te puede llevar a tener mejor material. Pero en este disco queríamos que todo estuviera más desnudo.

¿Cómo fue la grabación?
Muy fácil. La anterior también lo fue, de hecho. Somos muy buenos en la fase de preparación. Puedes explorar y salir del guion, pero tener buenas ideas a las que volver siempre ayuda mucho, te pone los pies en la tierra. Y tratamos de trabajar con gente que nos inspire y sea divertida en estudios que nos inspiren. El disco está hecho en Los Angeles, y es estupendo levantarte cada día a mitad del invierno y que haga sol, poder subir a las colinas de Hollywood y estar todo el día haciendo música. Te sientes bien. Fue una experiencia muy agradable.

La última canción es “Anonymous in Los Feliz”. Los Feliz es un barrio de Los Angeles, ¿no?
Sí, vivía allí cuando la hice. Me cuesta hablar de esa canción, creo que se explica bastante a sí misma. Lo gracioso es que no habla necesariamente de una persona, sino que extrañamente trata de dos o tres, lo cual es muy raro. Tiene una letra con frases que junté, pasa a veces. Un poco como cuando construyes bloques. Pero supongo que el sentimiento es el mismo.

“GarageBand lleva más cosas que lo que The Beatles tenían en Abbey Road”

Dado que es el sexto disco que hacéis, me pregunto si cuesta cada vez más encarar un disco por el peligro de repetirte o aburrirte.
Es muy difícil, sí. Te gustaría pensar que la gente sigue haciendo discos por la inspiración. Pero tienes que seguir teniendo el hambre creativa, y buscar nuevas fórmulas de crear. El primer disco lo compuse con mi guitarra acústica sentado en el borde de mi cama. No creo que pudiera volver a hacerlo, porque no me parece interesante o inspirador. Me gusta cambiar de ambientes y gente, probar instrumentos distintos. Prácticamente te tienes que engañar como si lo estuvieras haciendo por primera vez. A mí las letras y las melodías me vienen con facilidad, pero para ponerlo todo en una canción necesito estar en un ambiente que me haga sentir que lo estoy haciendo por primera vez, no que llevas mil veces haciéndolo.

Si no me equivoco, los que formáis la banda estáis desde el principio. Es raro, ¿no?
Bueno, hemos perdido a un par de personas por el camino, pero los que continuamos pensamos que tenemos el mejor trabajo del mundo, la mejor vida a la que se puede aspirar. Nos sentimos muy privilegiados y afortunados de tener un público. Nutrir a ese público y tratar de ser mejores, por nosotros y por ellos, es para mí muy importante, es algo que me quita literalmente el sueño.

Algunos de los conciertos con lo que presentáis el álbum van a tener lugar en tiendas de discos. ¿Cómo disfrutáis de este tipo de eventos, y qué importancia tienen las tiendas en este mundo digitalizado?
Mucha. Desde luego para mí, porque en esas tiendas encontré parte de mi música favorita, y también música que entonces no sabía que iba a llegar a ser mi favorita. En un mundo tan online tener ese tipo de espacios tangibles es muy importante. Es obvio que se compran más discos ahora que en mucho tiempo, porque hay cierta nostalgia y necesidad de tener algo en tus manos. Esas tiendas son espacios más pequeños de lo normal, así que tocas para los más fans y es una forma muy buena de conectar. Lo disfruto siempre.

Termino. ¿Te parece que la escena británica está ahora en un momento vibrante, especialmente en Londres?
Es una pregunta interesante, porque nunca nos hemos sentido parte de una escena. Así que nunca le he prestado mucha atención. Hay música que me gusta y otra que no me interesa mucho. Pero tenemos la suerte de que Londres haya sido y siga siendo un centro cultural. Por eso nos mudamos aquí en primer lugar, porque estás en el centro de las cosas, y creo que va a continuar siendo así.

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