"En este disco no hay reivindicaciones. Son canciones sencillas de amor"
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"En este disco no hay reivindicaciones. Son canciones sencillas de amor"

Don Disturbios — 18-11-2025
Fotografía — Archivo

“Catalan Graffiti” no es solo el nuevo disco cantado en catalán de Marc, Axel y Jes. Es también todo un homenaje a esa época en la que las canciones surgían del Brill Building, los batidos de fresa eran gigantes y experimentabas tu primer beso. Una época de canciones de menos de tres minutos, gloriosos estribillos y motivos tan sencillos como efectivos. Bienvenidos a “Catalan Graffiti” un batiburrillo de influencias muy bien expuestas.

La maquinaria no se detiene nunca y, fieles a su cita, Sidonie nos regalan una nueva entrega dos años después de “Marc, Axel y Jes”. Un disco que sigue la estela musical de su antecesor en base a canciones cortas, directas y evidentemente pop. Una muesca más en su revolver que lleva el explícito título de “Catalan Graffiti”, algo que en sí mismo entraña toda una declaración de intenciones. Un doble homenaje a la tierra que les vio nacer, pero también a la que les formó musicalmente. El ‘petit pais’ de insignes genios como Gaudí, Dalí o Casals y el enorme país que, antes de la British Invasion de los Beatles y los Rolling Stones, alumbraba grandes hacedores de canciones como los Everly Brothers, Carole King y Gerry Goffin o el mismísimo Buddy Holly. Un puente aéreo musical entre Cataluña y Estados Unidos con escala en la Manchester de Morrissey o la Londres de Elvis Costello y unos The Cure que dejan su huella de forma nada disimulada en un tema como “Et puc odiar molt més”. Aunque, tal y como me explica el propio Marc Ros, la verdadera sorpresa se produce cuando mucha gente no reconoce el guiño evidente a los de Robert Smith… “Nos ha pasado que tocando en directo hemos hecho un guiño al “Just Like Heaven” de The Cure y muy poca gente la ha reconocido. Resulta curioso que, de entre quince mil personas, solo veas un par de cabezas que cantan y reconocen la canción… Y es sorprendente porque incluso Olivia Rodrigo la cantó con el mismísimo Robert Smith en directo, y todos sabemos que es una canción muy conocida cuando llegas a las Islas Británicas. Pero aquí no”. Una pequeña anécdota que nos ofrece una pista del tipo de público que acude a los festivales en España a los que les falta un evidente ‘background’ musical, algo en lo que Sidonie andan sobrados.

"Hay canciones en este disco que suenan a Els Pets y Sopa de Cabra”

Marc, Axel y Jes han llegado de lo más puntual a nuestra cita en la redacción de Mondo Sonoro en el Poble Nou de Barcelona. Barrio que ha marcado a fuego la trayectoria de la banda y que conocen rematadamente bien. Nos sentamos frente a la grabadora y muy pronto lo que empieza como una entrevista derivará en una larga conversación en la que los límites entre entrevistador y entrevistados se diluyen. Es entonces cuando nuestra común pasión por la música, nos llevará a tocar un sin fin de temas que nos alejarán de lo que en realidad ha motivado nuestro encuentro. Así que será mejor que me centre de nuevo en “Catalan Graffiti” y ese anunciado salto al catalán en la composición de todos los temas. Idea que se forjó durante la composición de esa obra catedralicia titulada “El regreso de Abba” (20). El propio Marc me lo explica: “Todo empezó con ‘Portlligat” que es un tema en catalán en un disco compuesto en castellano, pero que nos gustó y acabó funcionando mucho. De hecho, es una de las canciones que seguimos tocando y nos encanta”. “La estuvimos tocando a lo largo de toda la gira de aquel disco y hasta día de hoy, porque es una canción que no ha salido nunca del repertorio. Y eso también es muy bonito que fuera celebrada, cantada y admirada”. Apunta Axel mientras el cantante añade. “Portlligat cumple la misma función que tuvo “Duerme” (‘Let It Shine’ Ep, 02), versión de El Niño Gusano que resulta ser la primera vez que cantamos en castellano y que fue decir un vamos a ver si esto puede funcionar e intentarlo”. Aunque lo más curioso del caso es que, el hecho de cantar en catalán, ha provocado también que el tono del disco adquiera una suavidad en las formas que, por lo que me cuenta el propio Marc, viene dado por el hecho de que suele subir el tono de voz cuando habla en castellano. Algo que se suaviza cuando pasa a su idioma materno. “Es curioso porque cuando canto en castellano siempre pongo la cejilla en el segundo traste, y en cambio en este disco no he usado la cejilla. Me sale como más natural, cosa que ha marcado el color de las canciones… La voz en catalán me sale como más dulce, más melódica. Y es curioso porque, otra de las cosas que han surgido a la hora de cantar en catalán, son todas las melodías que ni siquiera escuchábamos en su día de lo que fue el ‘rock catalá’. Salen cosas de El Pets, Sangtraït, Sau, Sopa de Cabra… Y fíjate que nosotros, cuando fuimos al famoso concierto de todas esta bandas en el Palau Sant Jordi (1991) pues yo me puse de espaldas al escenario. Solo quería estar allí para ligar con chicas de mi edad. De hecho yo odiaba a todas estas bandas porque en el fondo era un niñato de mierda y presumía de escuchar solo música en inglés. Pero de lo que no me daba cuenta es de que ya había sonidos y canciones que se me estaban quedando porque eran bonitas y eran muy buenas. Por eso hay canciones en este disco que suenan a Els Pets y Sopa de Cabra”.

Podemos decir que “Catalan Graffiti” es un disco repleto de guiños muy personales incluidos en unas canciones que parecen surgir de una caja de zapatos repleta de viejas fotografías olvidadas en el fondo de un armario, y que nos trasladan a una época en la que los Beatles eran lo más, las agujas reproducían discos y todo el mundo soñaba con avistar un ovni. “Si a las canciones de este disco que son de tres acordes, cuatro a lo sumo, les pongo unas letras muy barrocas nada hubiera funcionado. Tienes que ponerte en la piel de cómo narraría el Marc de los años ochenta su experiencia de ver un ovni y lo haría así de forma sencilla y sin metáforas, porque un niño de diez años no hablaría así. Como tampoco lo haría el adolescente que escuchaba a los Everly Brothers, tampoco cantaría así. Todas las canciones de “Catalan Graffiti”, al final, son casi todas de amor. No hay reivindicaciones. Son canciones sencillas de amor, sencillas como los acordes con las que están construidas”.

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