Pop imberbe

El título les viene al pelo, “Colour It In” (Fiction-Universal), rock británico histérico, que en vez de reflejar la realidad de las calles que les gusta a Arctic Monkeys, opta por los colores, la ironía justa, la sonrisa abierta, y la juventud insolente.

Por eso, según se sientan a morderse las uñas en la entrevista, nos sacamos de la manga una web imaginaria inglesa en la que les acabarían de nombrar la mejor “non-shaving-band” (invención ridícula, banda imberbe) de Gran Bretaña, y antes de mosquearse, sonríen con satisfacción. “No nos parece mal que algún periodista nos haya agrupado con otros como ‘non-shaving-bands’ y no nos ha afectado nunca negativamente, en el fondo nos gusta”. La tomadura de pelo, tampoco demasiado perversa, sirve para ver cómo se sienten al ver que de pronto todo el mundo está pendiente de ellos. 

“Más bien nos estamos centrando en pensar en nuestro segundo álbum. El resto de lo que nos ocurra es circunstancial hasta entonces”. Pero aún hay que presentar a muchos a The Maccabees (los macabeos), una banda que, cuenta la leyenda en construcción, escogieron su nombre de la Biblia, “sólo porque era el libro más gordo que había en casa, y buscamos algo distinto porque los nombres que se nos ocurrían eran horribles, pero no tiene nada que ver con nuestra música o nuestras creencias”. Y desde el nombre hasta el último detalle del proceso creativo del artwork es, y debe ser propio del grupo. “Si algún día por alguna contrato tuviéramos que delegar, dejaríamos de ser The Maccabees”. Suenan ingenuos de arriba abajo, pero creen en ello como en su mejor valor. “No hay que ser un músico brillante para estar en un grupo o para componer canciones. Estamos aprendiendo todavía, por eso, cuando digo que es auténtico ser ingenuo, es que no nos importa una mierda ser lo que no somos, y somos muy conscientes de cómo somos hasta ahora”.