"Deberíamos replantearnos esta cultura de la cancelación y del hate"
Entrevistas / Miss Caffeina

"Deberíamos replantearnos esta cultura de la cancelación y del hate"

Pablo Tocino — 05-04-2022
Fotografía — Archivo

La pandemia de Coronavirus empieza poco a poco a quedar atrás, y desde luego aquel “venimos del mismo lugar/de un año de mierda” que cantaba Alberto Jiménez nunca ha sido más real o al menos nunca más compartido. Quizás por eso y por ese “año de mierda” que al final fueron dos, Miss Caffeina han publicado un disco que llama a la alegría y a seguir adelante ya desde su propio título, El año del tigre (Warner, 22).

Habéis grabado este disco mientras estabais terminando la gira, pero además ha coincidido en el tiempo la llegada de tu hija Lola, ¿cómo te las has apañado para organizarte y no volverte loco?
Pues es que me he vuelto loco. Ha sido una época complicada: un bebé, estar de gira mientras grabas el disco, que nunca lo habíamos hecho, porque siempre habíamos dejado un tiempo para componer y tal. Aquí lo hemos hecho cada uno en su casa, el productor en su casa en Londres, todo a distancia. Luego las restricciones se suavizaron y pudimos juntarnos para grabar el disco en estudio. Ha sido una locura, pero ya ha salido.

Este año es el año del tigre, así que es evidente que el título va por ahí, pero quería preguntarte por qué se os ocurrió ese título. ¿Os interesa especialmente la cultura china?
No, no tenemos un interés muy especial por la cultura china, pero es verdad que cuando pensábamos en un universo visual para el disco, pensábamos en todo lo oriental y en China en concreto, pero más la China de contrastes, la China de Madrid, de Usera. Lo evocaban muchas imágenes y letras del disco, el no encajar, el sentirse en el sitio donde no tienes que estar, etcétera. Y encima al caer en la coincidencia con que este año era el año del tigre, pues nos pareció un título fabuloso, y también para el propósito de año nuevo de salir de dos años de mierda e intentar que todo vuelva a ser como antes, o incluso mejor.

"Queríamos que el disco fuese mucho más orgánico. Hay una base de bajos real, de baterías real, de guitarras real..."

Con respecto a “Oh Long Johnson”, aquí hay menos peso de la electrónica, ¿no?
Sí, mucho menos. Queríamos que fuese mucho más orgánico. Hay una base de bajos real, de baterías real, de guitarras real... Sí que hay pinceladas de electrónica porque nos encanta y nos ha venido muy bien, pero las canciones aquí pedían más ese rollo orgánico.

Yendo a canciones concretas del disco: es evidente el tema del que va “Las Vegas”. Te casaste con Miguel allí. ¿Cómo ha sido trasladar eso a una canción? Y que además sea una canción de amor con final feliz, que no es algo muy común en Miss Caffeina.
Total, total [risas]. Es verdad que no tenemos muchos temas de amor positivo, de amor absoluto, siempre son de conflicto o de desamor. Creo que “Las Vegas” es la canción más descriptiva del disco. Cuenta una historia tal cual, no hay muchas metáforas. La letra va describiendo nuestro viaje y nuestra boda en Las Vegas. Fíjate, anoche estaba yo leyendo todos los comentarios en redes sociales de qué le estaba pareciendo a la gente el disco, y pensaba yo que al ser una historia tan personal, la gente no se sentiría tan identificada, y al contrario. ¡Parece que es una de las favoritas! Parece que se ha entendido muy bien. Es una canción y una carta de amor, pero siempre con el rollo también divertido, de quitarle un poco de edulcorante.

Los primeros segundos me recuerdan un poco a “Bandido” de Miguel Bosé. ¿Era un guiño o...?
Uy, pues podría ser, ¿eh? Porque yo soy súper fan... Pero no es intencionado. Sí que es verdad que en la demo el tema era mucho más electrónico, y empezamos a quitarle capas y a hacerlo más sencillo, hasta que quedó una canción que podría haber estado en nuestros primeros discos.

Una de las canciones que más me ha gustado es “Memoria química”. Te quería preguntar de qué va, o cómo la interpretas, porque creo que ésta no la has compuesto tú, ¿no?
Esta no, esta es de Sergio. Habla de una relación tóxica en la que decides apartarte, verlo desde fuera todo y, cuando lo ves desde fuera, te das a ti mismo la razón, y te das cuenta de que tendrías que haberte alejado mucho antes, y que has sido muy tonto de guardarle a esa persona el sitio durante tanto tiempo y resulta que no lo merecía.

En una primera escucha me dio esa sensación, además cuando dices “un vacío tremendo / un odio sincero / y soledad”, yo escuché “un novio sincero”, entonces me lo llevé a esa parte más literal.
[Risas] Pues fíjate, de hecho creo que no... Bueno, “creo” no, sé que no habla de una relación sentimental, sino de una relación de amistad.

“Es muy peligroso que las luchas sociales o los activismos se basen en trending topics de Twitter”

Además el tema del odio aparece varias veces por ahí: “Me niego a odiar”, “no odiar es revolucionario”, etcétera.
Esta parte habla más del mundo actual en el que vivimos, del hate fácil, la hiperconectividad que al final lo que hace es separarte, dar opiniones que nadie ha pedido, sin pensar que detrás de la crítica o la opinión habrá una persona que lo leerá y que igual sufre. Deberíamos replantearnos esta cultura de la cancelación y del hate.

Quizás con las personas famosas algunos piensan “Total, le sigue muchísima gente, no lo va a leer”. Pero hay quienes sí lo leen. Tú mismo has comentado antes que anoche estuviste leyendo las impresiones del disco.
Sí, yo los leo incluso sin menciones directas. A ver, al final aprendes a relativizar y a tomártelo de otra manera, y pensar “Esta persona no me conoce”, pero siempre te duele. Hay que entender que detrás no hay solo un nombre de usuario, hay una persona que puede encontrarse en un mal momento, que puede haber tenido un mal día...

En “Nadie bebe por el sabor” hay una frase que dice “Miras como francotirador”, y en la que se hace una pausa tras “Franco”, y no sé si...
[Risas] Joder, pues no, pero ojalá hubiese sido pensado, porque es muy buena idea. Con este tema, creo que vomitamos más en “No entiendo nada”, en la que queda bastante claro todo.

“No entiendo nada” nombra el asesinato de Samuel, y en una frase dices “no hablemos de nada por si molesta”. He leído declaraciones tuyas sobre cómo ha habido un relativo silencio en la escena pública musical por parte de figuras importantes. Es flipante porque, si lo piensas, ¿cómo es posible que sea polémico y que “moleste” algo como condenar un asesinato homófobo?
Puede molestar cuando tienes las manos manchadas. Tú no condenas cuando tú no apruebas leyes y no te implicas. Entonces cuando pasan estas cosas, te apartas para que no te salpique. Y eso es lo que pasó con Samuel, pero eso es de suponer, lo que me sorprendió es que se olvidara tan rápido. En tres semanas ya no había nadie hablando de eso.

"Aunque todos estamos muy contentos con el disco, yo tengo la espinita de no haber metido ninguna balada"

Ya, es como que todo pasa muy rápido. Y esto parecía que iba a ser un punto de inflexión, pero desgraciadamente no parece haberlo sido...
No, al final... Para la gente que está concienciada e implicada sí que fue un punto y aparte, un “basta ya de esta mierda. Vamos a salir a protestar”, pero al final sí que ha sido como quien lleva dos semanas hablando del Benidorm Fest, y ya la semana siguiente pasa a otra cosa. Es como un trending topic de Twitter, y es muy peligroso que las luchas sociales o los activismos se basen en trending topics de Twitter.

Eres uno de los pocos artistas abiertamente gays en España, y además liderando una banda. Es una oportunidad muy buena para ser altavoz, pero no sé si también sientes que no quieres esa responsabilidad, o mucha presión al respecto.
No “responsabilidad” porque yo lo único que he hecho a lo largo del tiempo es hablar de mí y de mi experiencia, y eso ha servido para que alguien tenga un referente, para que la gente pueda sentirse identificada con lo que cuento en mis canciones, o reconfortada, pero lo que sí noto últimamente es que cuando alguien te tiene de referente o como activista, tienes que tener un currículum muy impecable, no puedes fallar en ningún momento, no puedes opinar otra cosa... Tiene que ser todo como un manual. Y cuando te sales de eso, opinas otra cosa, ya eres lo peor y vamos a por ti. Es también parte de esta mierda que te cuento de que al final todo es un hype, ¿no? Hay tres gurús que dicen lo que el activismo tiene que ser y, si no estás de acuerdo con algo, pues a la mierda. Todo el rato tienes que dar ejemplo, todo el rato. Y, joder, es imposible. Sientes mucha presión en ese sentido. Pero bueno, también te das cuenta de que, una vez apagas el ordenador, tu vida sigue, y además muchas de las cosas que te dicen no te las dirían de esa manera si estuvieseis cara a cara. Y a mí eso me tranquiliza.

No sé si esto que me comentas, y que además dices que has sentido recientemente, tiene que ver con el momento en que publicaste la foto de la niña y hubo controversia sobre si la habíais adoptado o si había sido con un vientre de alquiler.
Sí, obviamente no te voy a negar que tuve mucho hate, y hate muy fuerte, gente que me amenazaba y me deseaba la muerte. Pero yo siento que no tengo que dar ninguna explicación a nadie, y que la gente no sabe, no entiende, no tiene la información como para opinar. Yo, ante la desinformación, me quedaría en un segundo plano y no daría tanto paso al frente. Y a esto me refiero con el activismo de hype y de Instagram. Hay muchas circunstancias rodeando cada situación y cada cosa, entonces si no tienes toda la foto, no deberías opinar tan libremente, pero bueno... También es cierto que la gente puede hacer lo que le de la gana. Yo desde luego sigo con mi vida y no voy a dar ninguna explicación salvo a quien a mí me apetezca y cuando a mí me apetezca.

La colaboración estrella en este disco es la de Ana Torroja. ¿Cómo surgió? Es también la única colaboración que hay, no sé si hubo idea de otras.
Qué va. No pensamos en ninguna colaboración para el disco, también era una época en la que todo el mundo estaba o de gira o encerrado. La de Ana es que surgió tan espontáneamente, y de hecho fuera del disco, porque fue lo primero que hicimos antes de ponernos a plantear el disco. Yo creo que con la de Ana nos damos con un canto en los dientes porque es nuestra colaboración soñada.

No hay baladas en este disco. En el anterior estaban “Reina” y “Ausentes presentes”, pero aquí no hay ninguna. ¿Es algo buscado?
Para nada. De hecho, aunque todos estamos muy contentos con el disco, yo tengo la espinita de no haber metido ninguna balada, que es un género con el que nos sentimos muy cómodos, y que además son canciones que luego se han convertido en favoritas de nuestros seguidores. Pero tampoco había que forzarlo. Creo que es un disco que, aunque habla de situaciones influenciadas por estos años raros, es muy uptempo y muy de “seguir adelante”.

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