"No nos mola encasillarnos"
Entrevistas / Las Bajas Pasiones

"No nos mola encasillarnos"

Yeray S Iborra — 26-02-2020
Fotografía — Robert Bonet Negrete

Los cabarets Fúria Queer se han convertido en un espacio de fiesta y cuidados LGTBIQ indispensable. Del seno de esos encuentros nacieron Las Bajas Pasiones, que presentan segundo disco: “Bichx rarx” (Kasba Music, 20), mensajes inclusivos y muchísimo ritmo. Bailar lo político para fortalecer la comunidad.

“En la pista me he querido deshacer de mi ego”. Y no sólo. En la pista todos nos igualamos y, todavía mejor, nos liberamos. Así lo creen Las Bajas Pasiones, así lo cantan en “Desaparecer”, el segundo tema de su disco “Bichx rarx”, un nuevo alegato LGTBIQ que aúna mil y un debates y que se suma con galones a una escena translocal concienciada sobre la diversidad de género y sexual y formada por artistas como Tremenda Jauría (colaboran en el largo) o Putochinomaricón.

“Bichx rarx” son doce temas en los que lo político no distrae al baile, ni al revés. Los mensajes cabalgan con naturalidad sobre los beats. No están engañando a nadie, trabajan sobre discriminaciones en carne propia. “Estamos bastante cercanos en las vivencias y nos salen cosas que estamos viviendo todos”, comenta Edu Libra, mientras a su lado asienten Dani Vera (Trusty) y Toni Bello (Taboo).

Dichos debates conviven con bases de rap, electrónica y guitarras con cadera. Un viaje por aquello que ellos mismos saben que funciona en directo. Al fin y al cabo, Las Bajas Pasiones nacieron de los encuentros Fúria Queer, un espacio de fiesta y cuidados LGTBIQ indispensable en Barcelona y Madrid. “Las fiestas, haber ido sintetizando referencias, lo ha hecho todo más sencillo a la hora de componer. Yo estoy en Girona, por eso, y voy haciendo. A veces también me gustaría estar con ellos”, ríe Bello. “Por suerte, hemos estado un año tocando todos los meses en Sidecar, lo que no dejaba de ser un ensayo con público”, añade Libra.

Confiesan que si bien Fúria Queer eran fiestas con público más politizado, los asistentes a sus conciertos como banda son más variados. Las Bajas Pasiones se abren a seguir ampliando la base. Motivos en lo musical para esa expansión, hay de sobras; en primera instancia, las colaboraciones difuminan espectros, están –entre otros– Zoo. Pero también en los mensajes se azuzan otras contiendas políticas. “Bichx rarx” habla sobre cadáveres emocionales o la reivindicación de lo raro, muy a lo Putochinomaricón. Precisamente esa exhortación de lo raro como nueva normalidad tendrá una fuerte presencia en sus shows. Para empezar, formarán parte del cierre del festival de danza y performance Sälmon.

"Están cambiando mucho las formas de relacionarnos, pero tenemos que aprender a cuidar".

Cada vez hay más bandas que reivindican la cultura marika y, más ampliamente, lo queer. ¿Estamos un poquito mejor en ese sentido?
(Toni) Hay más espacios, algo que ya empezó a pasar con Fúria Queer.

Los cabarets LGTBIQ de Fúria Queer se han convertido en indispensables.
(Edu) En nuestros primeros directos nos gustaba que hubiera performance radicales y ahí se creaba algo, un “espacio” que decía Toni. Queríamos que la confluencia de gente no se quedara sólo en el concierto. “¿Dónde vamos?”, decíamos luego. Y de ahí surgió Fúria Queer. Pero no nos mola encasillarnos, así como en la fiesta Fúria Queer sí que el público es más LGTBIQ, con Las Bajas Pasiones viene gente de todo tipo.

“Bichx rarx” me suena mucho a la reivindicación del feísmo de Putochinomaricón: mucha carga LGTBIQ pero abierta a otras discriminaciones que pueden tocar a todos. ¿Compartís imaginario con él?
(Toni) Totalmente.
(Edu) Lo normal no existe, es una construcción. Y todo el mundo puede haberse sentido distinto o tener afinidad con gente que ha vivido esas diferencias.

A vuestros bolos puede llegar mucha gente simplemente por los ritmos de “Bichx rarx”, ¿ahí hay un campo abierto para la sororidad?
(Edu) No sabemos cómo se integra lo que ofrecemos. Pero en gente más cercana sí que vemos que ese punto de libertad que reivindicamos puede hacer que se sientan reflejados.
(Dani) Mola cuando te entran ideas mientras haces algo que no es tan literalmente político como el baile. La gente está liberada por el conjunto, por la música y luego por la letra.
(Edu) Al final es música, y lo escucha mucha gente. Y eso puede llevar a reflexionar después de escuchar ciertas cosas que igual en otros círculos no tocan.

Entráis a debates que son muy del momento. “No me vendas la moto” parece muy de la cuerda del “Terror poliamoroso” de Brigitte Vasallo.
(Edu) Total. Reflejamos nuestras vivencias. Pero Vasallo está en nosotros, llevamos años leyéndola y experimentando sobre lo que habla. Y, como dice, estamos en un sistema en el que a veces te sientes cadáver y a veces dejas cadáveres emocionales. En esa canción queríamos reivindicar que queremos que nos cuiden pero tenemos que aprender a cuidar. Están cambiando mucho las formas de relacionarnos, pero tenemos que aprender a cuidar. Porque el sistema se va adaptando, y ahora al sistema le interesa esta forma de relacionarse, pero no nos enseña a cuidar al otro. Muy guay el poliamor, pero cuidémonos. A ver, no viene nada de una reflexión súper política, porque la canción es muy sencilla…
(Toni) Sí, pero la canción clava ahí donde toca.

¿En algún momento os planteasteis si en el disco faltaba incluir algún debate sobre el género?
(Toni) Todo está entre el azar y pensado…
(Edu) Bueno, premeditado del todo no está. Es lo que nos sale en esta temporada en la que estamos. Pero claro, estamos muy conectados con cosas que están pasando. Aunque igual solo respondemos a un sentir general. Porque Tremenda Jauría no vienen del mismo sitio que nosotros y están conectados igual.
(Dani) Ha sido un poco después de ver el disco que hemos visto lo que íbamos creando.

¿Cuesta encontrar puntos en común a la hora de hacer las letras? Jugáis con material muy sensible.
(Dani) Nos fluye mucho la creación.
(Edu) Estamos bastante cercanos en las vivencias y salen cosas que estamos viviendo todos, igual cada uno desde su prisma, pero estamos conectados.
Toni: Incluso con la música. Porque a mi todas las experiencias con las Fúria Queer me han dado un fondo grande.

"Hay una parte que sí que nos interesa construir desde la comunidad LGTBIQ, pero la música es música".

¿Cómo es ese día a día? ¿Porque antes todo era a distancia, no?
(Edu) Sí, hemos pasado por muchas fases.
(Dani) El primer disco lo hicimos a distancia, porque yo vivía en Madrid y él en Barcelona.
(Edu) Nos hemos acostumbrado rápido a crear juntos. Porque yo puedo estar escribiendo una idea y me voy a la cocina y él se queda con el equipo y, cada uno con lo suyo, va saliendo el tema.

¿En las músicas el funcionamiento es parecido?
(Toni) Se descarta mucho más. Pero las fiestas, insisto, haber tocado mucho juntos y haber ido sintetizando referencias, lo ha hecho todo más sencillo. Yo estoy en Girona, por eso, y me vienen ideas y voy haciendo. A veces también me gustaría estar con ellos y crear desde cero [ríe]. Lo mío se va moviendo mucho más. Pero es cierto que antes de los directos en Sidecar todo estaba más en el aire.
(Edu) Hemos estado un año y algo tocando todos los meses en Sidecar, lo que no dejaba de ser un ensayo con público. Muchas ideas están probadas ahí directamente.

Y os habéis quedado con el baile como pasarela a la gente.
(Toni) Con el baile es más fácil llegar a la gente.
(Edu) De hecho cada vez lo hemos hecho más así, porque incluso hemos adaptado temas del otro disco también al baile. Nos apetece más.
(Toni) Aunque… El disco en general no es tan baile.
(Dani) Hombre… [ríe] Si por ti fuera…
(Toni) Que va, si me estoy haciendo viejo…

Queréis seguir ampliando los públicos? Porque en el disco hay mensajes anticapitalistas que también pueden englobar otros espacios.
(Edu) No nos interesa cerrarnos a nada. La idea es que esto pueda sonar en cualquier lugar, en cualquier festival. Por eso estamos saliendo del Fúria Queer, por no centrarnos tanto en un público politizado.
(Dani) Como decía, es interesante para la gente que no está tan politizada que escuche ciertas cosas, porque igual ningún grupo se lo había dicho así antes. Hay gente que le peta la cabeza en el directo. Eso siempre es divertido: estar en un sitio donde no se espera nuestro mensaje. Y al final la gente lo baila.
(Edu) Al final hablamos de vivencias y emociones y eso cualquiera lo tiene. ¿Por qué yo he escuchado toda la vida música hecha por heteros y he conectado? Porque se puede. Hay una parte que sí que nos interesa construir desde la comunidad LGTBIQ, pero la música es música. Ahora falta que ese mundo esté abierto, como lo está haciendo por ejemplo con el feminismo…

¿Habéis sentido rechazo en esas plazas más normativas?
(Edu) Alguna vez hemos visto en según que sitios que eran espacios en principios muy abiertos, y no…
(Dani) O carteles que ves y no hay personas trans, marika o bollo…
(Edu) Alguna vez lo hemos notado.

Y la precariedad en este inicio de la banda, ¿cómo se suma a todo esto?
(Edu) Justo estamos con ese tema en la cabeza. Porque estamos echando cincuenta horas y no ganamos nada, lo invertimos todo. Hacemos camisetas, incluso. Es muy guay desde fuera hacer un Verkami, pero si te buscas un trabajo de tres meses… Ganas más. Aquí estamos, reflexionando sobre la autoexplotación para ver cómo se puede llevar de otra manera.

¿Trabajáis de otras cosas ahora mismo?
(Dani) Ahora mismo no. Porque nos gusta mucho programar, tenemos un taller de serigrafía para las camisetas… Nos ponemos a mil cosas, y se nos va. Somos muy inquietos.
(Edu) Lo de las redes y el móvil… Ahí tenemos que dar un paso social para respetarnos. Porque esos mensajes a las diez y media de la noche tan urgentes… Eso te atraviesa toda la intimidad, no se puede estar ahí veinticuatro horas. El zapatero se va a su casa, pero nosotros…

En nada empiezan las presentaciones. Pero antes cerráis el festival Sälmon.
(Edu) El festival Sälmon sabía que nosotros hacemos performance y demás y nos propusieron cerrar el festival y allí estaremos con un colega de Madrid trabajándolo, ELANDORPHIUM. La actuación se llamará “Lo bello en lo siniestro” [también participarán Alfred Martínez, Norma Mor o Rubén de Flamenco Queer]. Vamos a reivindicar las monstruosidades de cada una, de cuando te empoderas y de ahí sale lo bello. Y cómo eso viene dado siempre con aliadas, con la comunidad, con otra gente que te ayuda a salir.

¿Se permearán los presentaciones también de esa performance?
(Dani) Sí, en las presentaciones siempre trabajamos con más artistas. En canciones concretas de Las Bajas Pasiones aparecerán colaboradores.
(Edu) Sí, aunque las salas tienen unos espacios que te limitan: las pruebas, la iluminación... Pero intentaremos llevarlo a muchos sitios, no sólo a salas. Incluso en espacios asociativos, okupas, etcétera. Estaría guay. A ELANDORPHIUM, de hecho, lo conocimos en un encuentro marika en una okupa en Vitoria. A veces es poner empeño, porque no se tienen medios técnicos pero sí se puede echarle tiempo.

Agenda

22.00h 8 €
21.00h
00.00h 12€
21.00h 10€ (Curt Circuit)
21.00h
21.00h
21.00h

Los 10 recomendados de Las Bajas Pasiones

Una serie: “Pose”
Es de lo mejor que hemos visto últimamente. Nos encanta la historia, la idea de comunidad, de familia escogida, la lucha que hubo en ese momento y como aborda el tema del VIH. Además es la serie televisiva con el mayor elenco trans.

Un disco para siempre: “La tristeza de la Vía Láctea” de Lewin
La tristeza de la vía láctea, de Lewin. Este disco nos ha acompañado en muchos viajes, nos enternece, nos emociona...y pese a haberlo escuchado miles de veces, es un disco al que siempre volvemos.

Un descubrimiento musical: 070 Shake
Esta rapera de New Jersey es brutal. Flipamos con ella en directo en la sala Apolo, y los dos discos que ha sacado son una joya, conjuga todo lo que nos gusta: beats de música electrónica/trap, rap y estribillos cantados muy lindos y pegadizos.

Un colectivo: Top Manta
Este proyecto es lo mejor que le ha pasado a Barcelona en los últimos años. Estas personas han sabido dar la vuelta a una situación de racismo y marginalidad brutal, respondiendo colectivamente a todo esto con mucha imaginación, creatividad y determinación. Además, su ropa nos encanta.

Un bar donde hacer el vermut: La Raposa de Poble Sec
Encuentras comida vegana muy sabrosa, libros feministas, y un montón de actividades, charlas y propuestas interesantes. Es un espacio muy vivo de Barcelona hecho por mujeres, lesbianas y trans.

Una marca de ropa: Arteporvo
Esta marca de ropa nos tiene embrujados, sus diseños no te dejan indiferente, son una buena patada en los genitales de la normalidad. Ropita guapa “from the ass to the world”.

Un director de cine: Xavier Dolan
Este precoz director nos tiene cautivados. Hemos visto todas sus películas. Nos gusta tanto por sus historias y su manera de contarlas como por sus preciosos planos a cámara lenta, llenos de colores más propios de un clip. De los pocos directores de los que podemos decir que nos tragamos todo lo que hacen.

Un postre: Paparajotes
Fue después de un largo viaje en coche en nuestra primera gira cuando llegamos destrozadas a Murcia a las dos de la mañana y encontramos una fuente de esta delicia que había preparado la mama de Edu. Fue orgásmico.

Una zona de cruising: Tiergarten
Este precioso y gigante parque de Berlín nos encanta. Tanto en bici como a pata, puedes ver en sus explanadas de césped despelotarse a la gente para tomar el sol. Un buen lugar para conocer gente y perderse entre los arbustos.

Un medio de transporte: Bicicleta
No hace falta decir mucho. Odiamos los coches y las motos... Solo la bici nos hará libres. ¡Te pone el culo duro, sin gastar un duro!

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