“Era inevitable que siguiéramos tocando juntos”

Tras la desaparición de Los Cuantos, cuatro de sus integrantes vuelven a unirse para poner en marcha este proyecto que toma su nombre de un cartel de Koringa -mujer fákir en los años 20 del pasado siglo- que colgaba en las paredes de Bodegas Lo Máximo, oficioso “cuartel general” en Lavapiés de Javier Colis, Julen Palacios, Adrián Ceballos y Gloria March.

(J. Palacios) “Era inevitable que siguiéramos tocando juntos”. (J. Colis) “Pero más que una prolongación, yo lo veo como una mutación, porque Kim Warsen es insustituible. Yo tenía en mente algo en lo que tuviésemos que ensayar poco, pero fallé en la previsión”. (J. Palacios) “Algo de ese espíritu de improvisación sí que hay, porque el trabajo de estudio en realidad fue un fin de semana, casi todo son primeras tomas”. (G. March) “También es muy importante que somos amigos, hay una confianza y una fluidez tremendas, estamos cómodos, y eso no es tan fácil”.

Lo suyo -ese homónimo disco de debut que publica Luscinia Records) sigue siendo rock que hace bandera de la osadía, de forma aún más espontánea y flexible si cabe. El vídeo de “Huesos y movidas”, grabado en ese chinatown cañí que es Usera, da cuenta del humor sarcástico que recorre este álbum que, a su manera, tiene algo de conceptual. (J. Colis) “Cuando lo hicimos estábamos como un rodillo hablando de la estafa, era el tema principal de nuestras conversaciones”. Así salen temas como “No puedo decidir”, “Sunrise (Amanece en Seseña)” o “Ruinas”, con un estribillo de los que tienen chicha: (G. March) “Es que lo de dos papas, dos reyes y una Botella va por la alcaldesa que teníamos…” (J. Colis) “Ya intuíamos que cuando saliese el disco no seguiría, pero sí estaba cuando lo grabamos. Tener dos reyes es insólito, que haya dos papas es muy insólito, pero lo más insólito de todo es que Ana Botella fuese la alcaldesa de Madrid. Tiene tela”.