“Rafa tendría el pavo subido, seguro!”
Entrevistas / Rafael Berrio

“Rafa tendría el pavo subido, seguro!”

Javier Corral “Jerry” — 14-10-2022
Fotografía — Por cortesía de Gema Amiama

Cuando se publique el disco homenaje a Rafael Berrio, este 14 de octubre, habrán transcurrido 927 días desde su desaparición física. Buena parte del cariño personal que le profesamos a Rafa, lo compartimos también con su compañera Gema Amiama, la persona que convivió con el artista donostiarra sus últimos veinte años de vida, y que incluso participó junto a su hermana Gloria haciendo coros en algunos de sus conciertos. Acudimos a ella ahora, como primera y máxima portadora emocional de su legado musical y personal.

No hará falta añadir que "escuchando" sus respuestas, a uno se le pone la piel de gallina mientras se le escapa un sollozo nuevo por este atentado del destino que fue llevárselo tan pronto. Tampoco hay que dejar de lado que muy probablemente el sentido del humor de Rafa (y su coquetería...) lancen desde algún sitio una de sus socarronas carcajadas en señal de aquiescencia y complicidad. Después hablamos también con el músico Raúl Bernal, coordinador del proyecto, y quien ha reunido a Diego Vasallo, Fino Onoyarte, José Ignacio Lapido, Tulsa, Santi Campos, Daga Voladora, Mikel Erentxun y algunos otros para que canten distintas piezas del maestro.

-¿Estuviste con Rafa unos 20 años, cómo le conociste?
Fue una tarde de un día de primavera del 2000 en un bar de Amara. Yo iba acompañada por un amigo reciente mejicano y éste le pidió al camarero que le pusiera alguna canción de algún músico vasco. Estábamos prácticamente solos. El camarero puso un disco de Rafa, y nos dijo que era fan y que solía acudir por el bar. Me avergüenza decir pero yo no conocía su música y cuando le escuché me causó una muy buena impresión; la gravedad de su voz, su manera de cantar… a vuelo rápido. Llevábamos como media hora y de repente aparece el mismísimo Rafael Berrio. El camarero creo que cuando le vio entrar quitó su música (Rafa era muy raro en eso de querer que sonara su música estando él.) Recuerdo que se colocó hacia la mitad de la larga barra y nosotros le veíamos de perfil. Pidió un Ricard. Me gustó su perfil, el modo de sujetar la copa. Yo no le hubiera dicho nada pero el mejicano le entró y expresó su sentir hacia las canciones que había escuchado. Rafa se había tomado un descanso para ir al bar pero tenía que volver a local de Iñaki de Lucas donde estaba grabando. El mejicano le invitó a vernos después y seguir platicando como dicen ellos, y Rafa nos emplazó en media hora. Yo sinceramente pensé que no vendría pero allí apareció de nuevo. Ese fue el inicio de una buena racha hasta que nos prometimos. Ja ja.

-¿Qué te ha parecido el álbum de homenaje y cómo crees que se lo habría tomado Rafa?
Me ha parecido una buena y bonita idea querer homenajearle de este otro modo; significa que tanto Rafa como sus canciones importan a quienes hacen canciones. Después del súper homenaje en Abril -y Mayo del 2021- ésta continuidad en forma de disco tributo no deja de vivificar su obra y seguir elevándola. Dando el salto necesario para no perseverar en el automatismo de la comparación con su autor, las encuentro muy dignas y con muy bonitas versiones. Rafa estaría orgulloso de ser versionado y lo contaría a los cuatro vientos. Tendría el pavo subido, seguro!

“Querer homenajearle de este otro modo significa que tanto Rafa como sus canciones importan a quienes hacen canciones”

-¿Cuáles dirías que son tus versiones favoritas?
Todas son mis favoritas. Tratándose de un disco tributo siento que todas las personas han contribuido con tanto respeto, cariño y cuidado que se nota en el resultado. Tiene un gran valor acometer una obra como la de Rafa; se habrán dado cuenta del modo que están compuestas y lo difícil que es cantarlas con sus largos versos endecasílabos y calzarlos en la frase musical.

-Dos años y medio después, ¿crees que se está haciendo justicia a su legado?
Sí siento que se ha acogido muy positivamente su legado y la figura de Rafa ha sido ensalzada. Podría hacerse más? No lo sé. Recuerdo en una ocasión la queja de Diego Vasallo que me decía que en este país te tienes que morir para que den importancia a tu obra. Que en Francia no pasaba esto. También un periodista musical me decía que no ha visto nunca rendir semejante homenaje como el que aquí en su ciudad se le hizo. No siendo Rafa de renombre y moverse en ámbitos underground fue increíble la que se montó. Fue milagroso que con las restricciones que vivimos entonces pudiera acometerse durante dos meses intensos la Exposición en el Ernest LLuc, los conciertos, charlas, documentales etc, etc, y toda la dedicación a su obra y figura en esos meses y cómo se volcó muchísima gente que le estimaba a muchos niveles. Institucionalmente a través de Donosti Kultura que fue indispensable su colaboración para materializarlo y quienes lo promovieron como Jose Luis Lanzagorta (Grupo Amateaur), Joserra Senperena (compositor y pianista) y Sergio Cruzado (Promotor de conciertos). A nivel de la Televisión Vasca editaron el gran concierto homenaje en el teatro Victoria Eugenia en más de una ocasión. Todo eso ha dado una visibilidad a su obra donde otro público ha tenido la ocasión de conocerle y los visionados en las redes se ha visto claramente incrementada.

-¿Cómo vives y recibes tú estos reconocimientos?
Los agradezco profundamente aunque sean a título póstumo. Se los merecía. La prensa musical y radio siempre le han apoyado. A veces suelo pensar que parece que la muerte termina la labor que no ha podido concluirse en vida por las razones que sean y cierra el círculo. Hay mucha gente que me ha dicho que siente pena no haberle conocido antes. A mí también. Pero la vida es así. Su legado queda ahí donde alguien quiere aproximarse a conocerlo. El tenía la clara visión que su obra crecería después. Pero lo que más me reconforta realmente es ver cómo en sus últimos años sí estaba siendo más valorado, la prensa musical es testigo de ello y su público iba creciendo en sus conciertos, sí con cuenta gotas. Se sentía que disfrutaba cada vez más del oficio de componer; como si hubiera encontrado la llave y se aligerara en parte el sufrimiento que eso conlleva. Le llamaban además para participar en muchos eventos culturales algunos de los cuales hubo de cancelar por motivos de su salud.

“Lo que más me reconforta realmente es ver cómo en sus últimos años sí estaba siendo más valorado, la prensa musical es testigo de ello y su público iba creciendo en sus conciertos”

-¿Qué es lo que más recuerdas de sus últimas semanas, cuando ya era consciente de su final?
La primera quincena en la habitación del Hospital transcurrió escuchando música clásica. También llevaba un tiempo viendo unos vídeos sobre el apaño de los cuidadores de toros para su desplazamiento de una a otra dehesa, etc. Este hombre no dejaba de sorprenderme. Conversábamos poco, no le quería hacer forzar la voz al tenerla afectada ni cansarle; recibió alguna visita de alguna amistad muy íntima y algunos familiares pero no le apetecía sino estar tranquilo y sobretodo mi compañía. No llegó a quince días antes de su fallecimiento que la realidad inminente de su final se hizo manifiesta. Yo veía que su gran sentido vital tiraba de él más que la real situación de debilidad que iba en aumento y más problemas. Quiso tener una conversación frente a frente con su oncólogo que accedió muy amablemente y ver más posibilidades de tratamiento, incluso una intervención quirúrgica que quedó pendiente de la cuerda vocal que le había dejado a media voz. El médico salió como mejor pudo porque Rafa no cejaba y se mostró muy pertinaz en su demanda. Pero… A los días su doctora en paliativos con una gran sensibilidad pero sin esconder lo que se avecinaba le hizo unas preguntas que le dejaron pensativo después de su visita. Al cabo de un buen rato cayó en la cuenta que en esas preguntas estaba la esencia de su situación y con media sonrisa admiró el modo tan sutil y fino con que se lo había planteado. Yo no lo desmentí. Recuerdo su cara llena de mucha mucha ternura... Días después vi también mucha tristeza en sus ojos... Los últimos días sus últimas fuerzas se empeñaron en corregir con Jonás Trueba lo que le quedaba pendiente de "Absolución", su libro de canciones y darme una serie de instrucciones que yo un poco desesperada le pedí.

-¿Sueles escuchar sus canciones o prefieres no hacerlo?
Poco, la verdad. La emoción sale siempre. Las escucho en pequeñas y espaciadas dosis. A veces necesito oír su voz y me fijo más en el tono que en el contenido. Luego estoy dos días tarareándolas mentalmente, con lo que se agrava el sentimiento de ausencia y tengo que cortar. Tengo que poner espacio entre escucha y escucha. A veces tomo su libro de canciones y leo y me maravillo una vez más de cómo escribía y lo que transmitía pero siguen las olas de la emoción.

-¿De cuál de sus canciones o estrofas se sentía él más orgulloso?
Uff..No me atrevo a responder mucho porque lo mismo no soy fiel a lo que realmente pensaba. Su afán por encontrar la canción perfecta era un continuo en su vida y en muchas entrevistas hablaba de ello. Yo pienso que muchas le dejaron satisfecho, y otras no. Quizá fuera algo que compartiera más con los músicos amigos que conmigo. Era muy meticuloso como para dejar una estrofa a la remanguillé, una expresión muy suya. Le gustaba escuchar cuando le decía lo redonda de Simulacro; o cómo con dos frases había logrado componer una canción como “Jaime Gil de Biedma” de cuando se hacía llamar Amor a traición. Disfrutó mucho también cuando retomó el rock con el disco "Paradoja" después del disco "1.971" del que salió contento, y "Diarios". Hay un tema muy erótico “En lo mórbido” que le gustaba mucho la letra; yo le decía que me encantaba. O “sé libre sé mía”. De “Intacto” que la escribió para Mikel Erentxun, esa sí recuerdo que le gustaba cómo le había quedado. ¡ Ah, y cómo no!, que lo olvidaba el tema "Niño futuro" del disco del mismo nombre con esa larga numeración de palabros donde estuvo meses buscando y disfrutando con el María Moliner para encontrarlos. En fin, creo que muchas más.

“Ahora bien que siento y vivo su canción “Ven a verme en sueños” que le dedicó a su padre fallecido”

-A nivel personal, ¿qué anhelas con más cariño de su compañía?
Pues eso, a mi compañero de vida. Eso es. Anhelo absolutamente todo de él. Su humor, su amor, su inteligencia, optimismo. Era como sentirse protegida en el mundo. Hay una frase de Delibes hacia su desaparecida mujer en la que decía que su sola presencia aligeraba la pesadumbre de vivir. Me identifico. No se podía decir algo más bello. Esto no significa que esté deprimida pero sí sentía una gran alegría en compartir mi vida con él. Siento que su amor es lo mejor que me ha pasado, y me sigue dando más de lo que soy capaz de decir. Ahora siento que me ha enseñado tanto... y su presencia la llevo conmigo aunque me queje de no verle. Sólo en sueños a veces reconforta; ahora bien que siento y vivo su canción “Ven a verme en sueños” que le dedicó a su padre fallecido.

-¿Qué sorpresas significativas te has llevado en cuanto a reacciones posteriores de la gente con respecto a Rafa?
En algunas ocasiones en la calle o en algún establecimiento, casi siempre chicos, me han entrado para expresarme tanto su pesar como su admiración por las canciones de Rafa. Este verano un acérrimo fan, Rafael Uceda se vino con su mujer desde Málaga expresamente a conocer los lugares de todo tipo donde Rafa solía acudir. Quería respirar todo lo que formaba parte de su vida. El lo ha bautizado como la Ruta Berrio. Es admirable lo que son capaces de hacer. También hay una mujer fan de La Coruña, Maria Eugenia que vino este invierno a un concierto de Pedro Havoc, y quería saludarme, Pedro como amigo de Rafa intermedió este encuentro. Hay un chico que me escribió por messenger, para decirme que como trabajo de fin de curso en la carrera de Periodismo había elegido la figura de Rafa. Todo esto es fantástico.

-No sé si es un consuelo, pero lo que ha dejado es inmortal, ¿crees que el futuro será generoso con su genialidad?
Te lo voy a decir con otra canción: “Al finaal, las obras quedan las gentes se van; otras que vienen las continuarán, la vida sigue igual…”

-¿A qué te dedicas en la actualidad?
Soy licenciada en Psicología pero no ejerzo. Llevo unos años simultaneando entre alumna y profesora de Meditación y Yoga que son desde hace años mi mayor interés. Intentando a través de ésta tradición milenaria aprender el arte de vivir. Sigo en ello con pasión.

Raúl Bernal, coordinador del proyecto

Granadino de adopción, aunque naciera en Murcia, el músico Raúl Bernal (1981) ha sido el encargado de reunir a todos los artistas que colaboran en el proceso. Licenciado en Piano clásico, Raúl pronto se decidió por el rock, lo que le ha llevado a trabajar con 091, José Ignacio Lapido, Quique González, Diego Vasallo, Loquillo, Niños Mutantes, Sr. Chinarro, Grupo de Expertos Solynieve, Luis Arronte y otros varios, tocando piano, pianos eléctricos, órgano hammond y sintetizadores. También creó los proyectos Jean Paul y Dolorosa, con la publicación de seis álbumes. En 2009 creó el sello Bartlevy Records y en 2015 junto con los granadinos Luis Arronte y Estévez el sello colectivo Cabaña. Ese mismo año dirige la escuela de rock Gabba Hey, y poco antes, en 2012 publicó también su primer poemario, ‘Y mientras Roma ardía’.

-¿Cuál es el origen del disco tributo?, ¿cómo empiezas con ello?
Tras la muerte de Rafa, hablé con varios amigos admiradores sus canciones, simplemente para para consolarnos mutuamente por la pérdida. Estábamos en pleno confinamiento y pensé en hacer unas cuantas canciones, grabarlas y editarlas de alguna manera. Le pedí ayuda a Luis Arronte, más tarde hablé con Santi Campos para que participara y él me incitó a avisar a Miren, apareció Fino y poco a poco la cosa se fue haciendo cada vez más y más grande. Todo el mundo se prestó generosamente, de una forma fácil, sencilla y con mucho amor y respeto por el trabajo. Se centralizó, en su mayoría, en Granada, hicimos una banda base con Daniel Gominsky tocando el bajo, Antonio Lomas tocando la batería, Antonio Moya Molina que tocó guitarras en algunas canciones y yo encargándome de todo lo demás. Mandaba maquetas a los artistas y cuando estaba todo correcto entramos en el estudio. Fino Ozonarte, Daga Voladora, Quique González, Jairo Martin y Toni Brunet grabaron en sus ciudades y los demás lo hicimos a distancia. Fue un proceso largo y lento, pero bonito, hecho con mucho cariño y respeto. Se remó a favor todo el tiempo, sin egos.

"Fue un artista sublime, de los que surgen cada 50 ó 100 años"

-¿Qué hilo personal o musical te une a Rafa?
Conocí la música de Rafa en el 2010, con 1971, quedé fascinado con sus letras eran y siguen siendo de alta literatura, de una belleza abrumadora. En el 2013 contactamos y le mandé un disco mío que acababa de sacar, al cabo de unas semanas me escribió y halagó el disco. Me empezó a pasar maquetas de las canciones que luego formarían parte de Paradoja, estuvimos trabajando en ellas bastantes meses y se planteó la idea de grabarlo en Granada, al final, por logística no pudimos hacerlo pero aquello marcó una amistad que duró hasta su fallecimiento. Rafa fue un artista sublime, de los que surgen cada 50 o 100 años, un grande, un compositor de canciones sublime, bello y certero.

-¿Warner se encargó ya en la parte final del proceso o contaste con ellos desde el principio?
El proyecto empezó sin saber cómo lo íbamos a publicar, creo recordar que tod@s l@s artistas ya estaban, nadie se echó para atrás al saber que no tenía ni idea de cómo sacarlo. Warner apareció más tarde, antes de la grabación en estudio. Es de ley decir que el disco es licenciado y que nadie ha cobrado absolutamente nada por aparecer en el álbum. Muchos hemos perdido dinero con ello, pero así es esto. Warner nos da su apoyo en todo lo que pueden aún sabiendo que esto es un disco de ventas minoritarias, cosa que les honra.

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