La terraza del edificio del Poble Nou barcelonés donde ensayan Gallygows no nos pone a salvo de la llovizna incipiente que amenaza la ciudad. Nos alivia, sin embargo, del rugido atronador de la cafetera del bar de enfrente contra el que mi pequeña grabadora habría tenido poco que hacer. Una vista privilegiada (las torres Mapfre al fondo, junto al mar), pone el decorado. Dentro, el futbolín en el que se baten cada martes y jueves Gallygows: Felix (batería), Edu (guitarra y voces), Alberto (guitarra, bajo y voces), Alex (bajo, guitarra, teclados y voces) y, desde hace poco, Roger (teclados y coproductor del álbum junto a Jon Auer). Hablamos de "Give It To Her", un álbum que da respuesta a los tres años largos de silencio que siguieron a la actuación frustrada de Gallygows en el Festival Internacional de Benicàssim 97. La banda interpretó la tormenta veraniega como una señal del cielo y decidió recluirse en las cuatro paredes del local donde, entre muchas otras, se fueron forjando las canciones que dan forma a su nuevo trabajo. (Alberto) "Por aquel entonces estuvimos casi a punto de dejarlo, pero llegó Alex y le dio un nuevo aire al grupo, él también es compositor y el grupo volvió a coger vida".
| "No creo que la escena noise ayudara, más bien al contrario, es algo que a la larga perjudica a los grupos" |
Durante este tiempo se dedicaron a componer hasta que, tras quedar finalistas del concurso de maquetas de Rock De Lux, Jaime Hernández de Houston Party les ofreció grabar un disco. (Edu) "Teníamos un montonazo de canciones, así que no era muy difícil hacer el disco, lo que era difícil era escogerlas". El contexto en el que sale el segundo trabajo de Gallygows es muy distinto al de cuando empezaron, en plena efervescencia noise, un momento en que la escena indie del país parecía gozar de buena salud. Hoy las aguas parecen haber vuelto a su cauce. (Alex) "La escena sigue existiendo, pero es totalmente distinta, ahora está la escena de pop naïf y, afortunadamente, no nos incluye a nosotros. No creo que la escena noise ayudara, más bien al contrario, es algo que a la larga perjudica a los grupos". Hablemos del trabajo impecable de Jon Auer tras los controles y como guitarrista. Auer consigue mostrar a la banda en estado de gracia y le da brillo sin que Gallygows pierdan ni una pizca de naturalidad. (Felix) "Al principio el productor tenía que ser Joe Skyward, pero no pudo, así que Jaime nos propuso a Jon. A nosotros nos emocionó bastante y el resultado es muy bueno. El tío fue encantador, muy respetuoso con la banda, tan solo intentaba plasmar lo que nosotros queríamos hacer y su voto era uno más en la banda. Había días que llegaba tarde porque había salido por la noche y el tío llegaba, se sentaba y se tiraba diez horas currando sin levantarse". Lo de incluir su guitarra fue más por petición del grupo que por las ganas de figurar de Auer. (Alberto) "La verdad es que yo se lo pedía bastante y él era un poco reacio, prefería que lo grabáramos todo nosotros. Algunas de las guitarras más conseguidas del disco son suyas (risas)". Gallygows siguen con la mirada puesta en los Beatles, Beach Boys y Big Star. Les comento que "My Citizen" tiene un aire Brian Wilson y que "Live At Budokan" recuerda a los Fab Four. ¿No habrá una intención revivalista detrás de todo esto? (Alberto) "No. "Live At Budokan" es la única canción que está pensada para que suene a los sesenta. Creo que no sabemos lo suficiente como para hacerlo. En cuanto a composición sí que tenemos influencias muy clasicotas, Beatles, Beach Boys y todo lo nuevo de ahora que es herencia de esto: Radiohead, Stereolab, Teenage Fanclub, High Lamas... cosas así". Otra carta que juegan los barceloneses es la de la magnífica voz de Monica Klamburg, novia de Edu ("canta las letras que escribió ella durante unas vacaciones en Menorca"). En definitiva, Gallygows regresan y lo hacen por todo lo alto, hasta los nipones han mostrado interés por su pop de última generación. (Alex) ""Give It To Her" se ha editado en Japón y lo distribuye EMI-Toshiba. Se ve que están bastante flipados porque sólo el primer día habíamos vendido setecientas copias, y los grupos ´buenos´ suelen vender unas quinientas. De aquí a poco haremos el ´Live At Budokan" de verdad". Quizás es que han escuchado la letra: "I wanna play live at Budokan...".
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