GIGANTE
Entrevistas / The Breeders

GIGANTE

Redacción — 10-05-2002
Fotografía — Archivo

Tras nueve años de silencio THE BREEDERS, el icono indie más sincero, regresan con “Title Tk” (4AD/Everlasting, 02), la nueva descarga rítmica que su creadora Kim Deal defiende como esencialmente rock frente a una industria dormida y tramposa. Cálida y guerrera, la anti-diva ofrece su cara más auténtica, dándole total coherencia a su carrera. Y la historia continua...

Los coros de “Debaser” y las últimas líneas de bajo de Kim Deal anuncian con la sutil rabia característica, hacia dónde hay que mirar. “Gigantic” empieza a colarse. Kim se acerca al micrófono y susurra mientras acaricia su bajo. Es un video pirata de los Pixies en Glastonbury 89. El público decide que ésta es su canción preferida del concierto y yo me las apaño para quedar prendado del balanceo de la chica desgarbada. Un año después Kim grabará “Pod” (4AD, 90), su primer disco como The Breeders junto a Tanya Donelly (Throwing Muses) y Josephine Wiggs, mientras los Pixies pasan a mejor vida. Tras ese disco Tanya se va y forma Belly, incorporándose a la banda su hermana gemela Kelley para grabar “Last Splash” (4AD, 93), un disco que les llevó, gracias a la genial “Cannonball”, a un éxito masivo al vender dos millones de discos. “La verdad es que tuvimos más éxito del que nunca conseguí con los Pixies, sobre todo en Europa. Fue increíble, para mí no cambiaron mucho las cosas, aunque me hacía ilusión que mis padres se emocionaran cada vez que salíamos en la MTV”.

“Ves a Nine Inch Nails en directo, se les caen los teclados y todo sigue sonando…”

Para Kelley en cambio las cosas cambiaron por su adicción a la heroína y sus problemas con la justicia, algo que supuso un parón en la evolución del grupo. La necesidad compositiva llevó entonces a Kim a formar The Amps y a grabar “Pacer”(4AD,95). “Kelley y Josephine tenían problemas, pero yo seguía escribiendo, quería seguir grabando como The Breeders pero por respeto a ellas decidí grabar como The Amps esperando que algún día ellas regresaran. Cuando en el 97 acabaron las giras con The Amps, busqué a las dos, pero no querían volver. Fue entonces cuando me arrepentí de no haber grabado ´Pacer´ como The Breeders. En el futuro todo lo que grabe será con ese nombre”. Y el futuro es hoy presente con “Title TK”, tras el regreso de Kelley y la incorporación de tres nuevos miembros: José Medeles (batería), Richard Presley (guitarra) y Mando López (bajo). Este último, de origen mejicano, puso su particular bilingüismo al servicio de esta entrevista y parece mantener una especial química con la reina de la improvisación. Kim despliega frente a mí todo un repertorio de sonrisas, gestos, gritos e implicación física con cada una de sus ideas y anécdotas, desbordando cualquier atisbo de entrevista al uso. Hablamos de un disco que conecta con “Pod”, en ambos con Steve Albini como ingeniero de sonido. “Sí, puede sonar un poco como ´Pod´ y puede que Steve esté implicado en que salgan sonidos buenos como ya lo hizo en ´Surfer Rosa´, ´Pod´ o ´Pacer´. Pero ¿Tú tocas en alguna banda?”. No. “Pero, supongo que tocas algún instrumento”. Bueno sí (miento un poco, intimidado). “¿Cuando tú tocas ahora, piensas en que te gustaría sonar como hace cinco años?... Cada canción tiene su propia historia y cambia tres o cuatro veces hasta que la grabas, no piensas en que te gustaría sonar como antes. Ha salido así porque hemos vuelto a conseguir grabar como una banda”. Se nota que lo son y que pretenden sonar directos, desnudos, sacando a sus instrumentos sonidos limpios de puro rock, en la línea de nuevos grupos como The White Stripes, aunque con esa firma incomparable tan característica que tiene cualquier canción en la que Kim meta la mano y la voz, haciendo de este disco el más homogéneo de su carrera post-Pixies, con impresionantes canciones como el calmado single “Off You” (“la elegimos como single porque nos gusta, tiene un solo de bajo. Eso no lo hace nadie ahora”), las adictivas “The She” y “Sinister Foxx” o la contundente “Huffer”. Todas compartiendo la misma y particular visión. “Micrófonos, guitarras limpias, solos de bajo... que se jodan, eso es rock´n´roll, eso es lo que queremos. Ves a Nine Inch Nails en directo, se les caen los teclados y todo sigue sonando... (va subiendo el tono), nosotros no somos actores, tocamos como un grupo (coge la grabadora y le grita). A mi un tío gritando así no me va a asustar. Estoy harta, ¿PJ Harvey?, loops, ¿REM?, loops, ¿U2?, loops. Con Pixies estuvimos teloneando a U2 en una gira por teatros en América. Bono se cansaba de repetir que eran cuatro personas tocando, repetía: hacemos rock de verdad, lo que ves es lo que oyes... (se levanta y representa) Un día sonando ´Mysterious Ways´, yo estaba detrás del escenario y notaba que en esa canción estaba sonando algo más, abrí una cortina y allí había un tío encondido, agachado con montones de teclados. ¿Qué coño es esto? Quiero que mi público sepa que The Breeders somos de verdad”. No lo dudaba, aunque no viene mal que nos lo recuerde con tanta pasión y con grandes discos como éste. Debería hacerlo más a menudo.

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