Esperando su momento
Entrevistas / Pigeon Detectives

Esperando su momento

Estela Aparisi — 08-09-2008
Fotografía — Archivo

¿Se acuerdan de aquellos chicos de Leeds que encabezaron las listas del hype inglés hace más de un año? ¿Esos chiquillos que hablaban de borracheras, tías, sexo y rock’n’roll? ¿Aquellos de las melodías pegadizas que querían ser como The Beatles? ¿Aún no? Les refrescamos la memoria. Ahora vuelven con “Emergency” (Dance To The Radio/Nuevos Medios).

“Queremos pensar que nuestras canciones son pegadizas, nuestra intención es que se cuelen en la mente de los fans y que las tarareen sin parar. Queremos ser como The Beatles”, explican The Pigeon Detectives. Si esa es la intención, lo consiguen, pero como unos Beatles de saldo. Los de Leeds han corrido lo suyo para publicar su segundo álbum, “Emergency”. Y si “Wait For Me” fue un filón inagotable de hits, su nueva entrega es una colección de canciones más lineal.

"La mayoría de las canciones están escritas desde la perspectiva de unos chicos rebeldes"

De todas maneras, mantiene cierto espíritu del primer álbum que se traduce en algunas melodías pegadizas y temas contundentes donde las guitarras adquieren especial protagonismo. Pero parece que la urgencia no agudiza necesariamente el ingenio y, cuando muchos aún arrastraban el buen sabor del primer disco, llega una lista de trece temas nuevos de sopetón. ¿Son estos chicos un prodigio de lo prolífico o es que, después de tocar en todos los festivales habidos y por haber, necesitaban renovar el repertorio hartos de escuchar a los fans corear los mismos temas una y otra vez? “Teníamos algunas canciones escritas justo después de la salida del primer álbum que queríamos guardar para ‘Emergency’, pero la mayoría de las canciones del disco las escribimos en el otoño de 2007, más o menos en un mes. Queríamos sacar un álbum después de terminar la campaña de ‘Wait For Me’, así que Oliver estuvo escribiendo por las noches y el resto del grupo grabando por el día. Entramos al estudio con dieciséis canciones y un par de ellas salieron de forma espontánea mientras grabábamos”. Una de las novedades que aún no sabemos si juega o no a su favor es que les descubrimos un lado más sensiblón y menos gamberro en baladas como "Nothing To Do With You". “Ha habido una progresión natural en la forma de grabar del grupo. Si el primero fue esencialmente un álbum en directo, éste estaba más orientado a ser un álbum de estudio. Estábamos dispuestos a probar cosas nuevas con nuestro productor Stephen Street. ‘Nothing To Do With You’ es una de las canciones que nos gustó mucho a todos y salió en el estudio sin estar preparada. Nunca nos sentamos conscientemente a preparar una balada”, comentan. Destacan además "Keep On Your Dress"- “hace tiempo que no escuchamos el disco pero es nuestro tema favorito; estamos muy orgullosos del resultado”-, el single "This Is An Emergency", que engancha a la primera escucha, o la clashiana "You Don’t Need It". “El disco es frenético, pegadizo, grande”, añaden. En cuanto a la lírica, las canciones siguen guardando el debido respeto a la temática del primero: noches que no acaban, borracheras, sexo y líos con tías. “La mayoría de las canciones están escritas desde la perspectiva de unos chicos rebeldes. Es una forma normal de reaccionar cuando has crecido escuchando a Buzzcocks, The Undertones, The Strokes, The Rolling Stones, The Beatles y Oasis”. Algo que no queda tan claro cuando comentan, “Lo mejor de ser una estrella del rock es dar la vuelta al mundo acompañado de tus mejores amigos”. Y es que se trata de una filosofía un pelín descafeinada si tenemos en cuenta los modelos a los que pretenden imitar. De todas formas, como la actitud ya no lo es todo y el dinero de las discográficas sí, han elegido (o les han colao) al productor de algunos de sus discos de referencia. “Trabajamos con Stephen Street que había estado con Blur en ‘Parklife’ o en ‘Strangeways, Here We Come’, el último álbum de The Smiths. También fue el ingeniero de sus primeros discos. Es un tipo fantástico”. Y como la ciudad parece un lugar poco propicio para alcanzar el zen pertinente, los cinco de Leeds se lanzaron a grabar en Gales, lejos del estrés de la capital. “El álbum lo grabamos en Monoo Valley, un estudio que se encuentra en un área muy tranquila que tenía mucho que ver con cómo queríamos hacer este álbum. Hablamos con el sello de grabar el disco en Londres, pero estábamos de acuerdo en que tardaríamos el doble. Y por supuesto iba a ser el doble de difícil concentrarse en medio de todo ese jaleo”. La cuestión es que tanta tranquilidad no parece beneficiar a la totalidad del disco y más cuando su principal objetivo es el directo frenético y anfetamínico. “Nuestros sets son un desgaste de energía y adrenalina. Esta banda nació porque queríamos tocar en directo, ese es el verdadero sentido de The Pigeon Detectives. Cuando creces viendo a bandas como Oasis es fácil decir ‘¡eso es lo que queremos hacer!’ Creo que nuestro directo ha llegado a un punto muy bueno”.

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