“Por culpa del Brexit, la música acabará siendo solo cosa de señoritos”
Entrevistas / Editors

“Por culpa del Brexit, la música acabará siendo solo cosa de señoritos”

Fran González — 07-11-2022
Fotografía — Archivo

Nunca se han caracterizado por quedarse precisamente en su zona de confort, y su séptimo álbum de estudio, “EBM” ([PIAS], 22) es la prueba empírica de ello. Elliott Williams, miembro de Editors desde 2012, nos atiende para explicarnos la naturaleza de este nuevo disco.

Nunca se han caracterizado por quedarse precisamente en su zona de confort, y su séptimo álbum de estudio, “EBM” (PIAS, 22) es la prueba empírica de ello. Tienen por bandera la condición de reinventarse y demostrar inconformismo, dentro de sus fronteras. Considerados en los 00's como los padres de la revitalización del post-punk en Reino Unido, y testigos ahora de como en su país acontecen diferentes episodios que vuelven a poner en sobre aviso a las clases trabajadoras, Editors combinan acidez política y euforia en sus canciones nuevas con el fin de luchar contra las desavenencias actuales que han sacudido el mundo, demostrando que, sin lugar a dudas, un nuevo capítulo en la historia de la banda de Birmingham acaba de ser escrito. Elliott Williams, miembro de Editors desde 2012, nos atiende desde su Reino Unido natal para contarnos todo sobre este demoledor regreso.

En 2019, y tras la salida de “Black Gold. Best of Editors” se sintió una especie de fin de ciclo para la banda, pero también el comienzo de una nueva era.

Simplemente nos pareció el momento más idóneo para hacer ese recopilatorio. Teníamos ya tres álbumes desde que ingresé en la banda en 2012, más los otros tres que se hicieron en su día con Chris (Urbanowicz) como guitarrista antes de que abandonase la formación, y el cuerpo nos pedía sin lugar a dudas escribir un nuevo capítulo que supusiera un punto y aparte en nuestra historia. Siempre nos ha gustado apostar por cosas diferentes y complicarnos un poco la vida, y después de haber puesto muchos esfuerzos durante estos dos años de pandemia tan locos, es genial por fin tener el disco en formato físico y poder compartirlo con la gente.

"No me hubiera imaginado en su día a Nick Drake grabando vídeos para TikTok"

¿Cómo lograsteis alcanzar el sonido que queríais en “EBM”?
Pues el origen de esto es curioso. Durante la gira de “Black Gold” se nos pidió en un festival que hiciéramos dos sets totalmente diferentes, de acuerdo a cómo encontrásemos a la audiencia: uno que fuera propiamente con todos los clásicos de Editors y otro que fuera algo, y cito textualmente, “totalmente diferente”. Por un lado nos mosqueó que nos sugirieran algo tan ambiguo e inconcreto, pero al mismo tiempo nos lo tomamos como un reto del que aprender y sacar una lección interesante. Optamos por re-imaginar nuestras canciones favoritas, con un rollo mucho más techno, electrónico y hasta industrial. Nos acordamos de lo que hicimos en “Violence” con Ben, unos años atrás, y queríamos replicar algo similar. No obstante, la pandemia aconteció y tuvimos que poner en espera este proyecto. Pero la semilla de lo que queríamos hacer para el futuro ya estaba plantada.



Una gran responsabilidad para ti, imagino, ya que estás acreditado en la producción.

Totalmente, y un gran placer haber podido ahondar en la cara más electrónica de la banda. Fue una tarea apasionante apoderarse de la producción del álbum y dividir esta responsabilidad con Ben. Como amante de la música electrónica ha sido genial poder evidenciar esas referencias de manera tan clara en el disco. De hecho, el álbum tiene una doble connotación, por un lado puede ser entendido como el acrónimo de “Editors And Blanck Mass”, pero por otro es un guiño directo y descarado a la Electronic Body Music de los ochenta, la cual aunaba varios géneros dentro un mismo sonido, y que es exactamente lo que Editors ha tratado de hacer en este álbum.

A lo largo de todo “EBM” se percibe una apuesta latente por la socialización y por invitarnos al festín conjunto. ¿Es esta urgencia una consecuencia del ya pretérito confinamiento?

Como te decía, las canciones de “EBM” partieron de una idea inicial que se gestó en el contexto de ser tocadas en un festival. Esa euforia estaba ahí, y aunque no sabíamos muy bien qué íbamos a hacer con el álbum, teniendo en cuenta el momento tan incierto en el que nos encontrábamos, sabíamos que tenía que acabar representando esa necesidad de unión y ese optimismo grupal. No sé si líricamente se tratará de nuestro trabajo más optimista, pero definitivamente el confinamiento nos hizo desarrollar esa urgencia por volver a estar rodeados de gente y formar parte de esa conexión humana. Supongo que por eso estas canciones funcionan tan bien en contextos como el directo.

¿Y qué me dices del proceso de grabación?
La grabación de este disco fue, sin lugar a dudas, el método más dispar que hayamos empleado nunca como banda. Aunque también tuvimos nuestros momentos menos luminosos, como llegar a plantearnos realmente si tenía algún sentido volver a hacer música nueva si el mundo no volvía a la normalidad pronto, hay que reconocer que nos permitió estar ocupados, cuando la vida parecía pesarnos más, pero sin ninguna pretensión por medio. No sabíamos si realmente estábamos componiendo el nuevo disco de Editors o simplemente tratando de aferrarnos a nuestra rutina para no volvernos locos. Por mi parte disfruté mucho de poder tener ocasión de centrarme en mi tarea, al margen de todas las distracciones propias que pueden suceder en un contexto normal, como el de estar en el estudio con el resto de la banda. No es el mejor de los contextos para grabar un álbum, pero hicimos lo que pudimos con lo que teníamos. Dudo que volvamos a emplear este método en más ocasiones, eso sí.



“EBM” es el primer disco con Benjamin John Power [Blanck Mass], como miembro de pleno derecho de Editors, ¿cómo ha sido trabajar con él e introducirlo en vuestra rutina de trabajo?
Diría que tarde o temprano tenía que acabar pasando, y que su formalización como miembro de Editors ha sido un proceso natural. Ya nos dimos cuenta con su participación en “Violence” de que Ben tenía que acabar formando parte de la banda, aunque nuestro contacto se quedara ahí tras la publicación del álbum. Más tarde volvimos a contactar con él y la manera en la que sus ideas congeniaban con las nuestras durante la elaboración de “EBM” confirmó que tenía que acabar siendo uno de los nuestros. No se siente una conexión tal con cualquiera todos los días, y es genial tenerle con nosotros, así como realmente beneficioso para la banda, ya que su presencia supone todo un soplo de aire fresco.

"Con el tiempo hemos aprendido que medida que los miembros de una banda se van haciendo mayores, los egos empiezan a desaparecer, y el ambiente dentro del grupo tiende a ser más sano"



Me hablabas antes de lo mucho que “EBM” proyecta esa necesidad de euforia durante la pandemia, pero también parece que hay algo de sitio para la controversia política, tal y como recitáis en “Strawberry Lemonade” con ese “Can you feel the broken nation”. ¿Cómo ha sido para vosotros vivir los que han sido, probablemente, los años más controvertidos de Reino Unido en su historia más reciente? 

Nunca hemos sido una banda con un discurso político demasiado evidente, eso es obvio. Y tampoco es nuestra intención empezar a serlo ahora, ya que nunca nos ha gustado sentir que teníamos una influencia adoctrinadora sobre nuestros seguidores. Pero definitivamente, en el mundo en el que vivimos ahora mismo es muy complicado no acabar posicionándose políticamente. Todo lo que nos rodea está teñido por la política. Nuestras discusiones del día a día, sin ir más lejos. Y como bien mencionas, “Strawberry Lemonade” es el perfecto ejemplo de cómo esta realidad ha terminado salpicando también la discografía de Editors. Creo que Tom [Smith] hace un gran trabajo en esta canción, porque en ningún momento le dice a la gente lo que tiene que pensar o sentir, simplemente lanza de manera muy genérica un sentir clamoroso que se puede percibir en las calles de Reino Unido. Pregúntale a quien quieras, y te dirá que este país está del todo dividido.

Me es imposible no sacarte este tema, pues la noticia es bastante reciente. Como músico y como británico, ¿cuál es tu reacción al leer un titular como éste?: “UK government warned musicians and crew could find themselves unemployed en masse”.

Imagínate… Es realmente deprimente y descorazonador leer este tipo de cosas. Por nuestra parte, es en momentos como estos en los que nos sentimos conscientes de lo tremendamente afortunados y agradecidos que debemos estar por el apoyo que siempre nos demuestra nuestra leal y querida base de seguidores a lo largo y ancho del continente. Recuerdo cuando empecé a tocar en grupos, con dieciséis o diecisiete años, que viajé por primera vez a Francia y me sentí exultante, quería tocar en toda Europa desde ese momento. Y es realmente duro pensar que muchas bandas y artistas jóvenes vayan a tener dificultades para cumplir y vivir ese sueño por culpa del Brexit. La música acabará siendo solo cosa de señoritos y de gente de alta cuna, que serán los que puedan costearse giras a gran escala. La música debería ser para todo el mundo, y cada vez se siente como algo menos cercano al pueblo llano. El Brexit es, sin duda, un proyecto político que va a destruir la cultura tal y como la conocemos y nos va a hacer sentir aún más aislados del resto del mundo. Está claro que siempre nos quedará Internet y los recursos interactivos que éste nos ofrece, pero nunca he sido muy amigo de las redes ni de lo que éstas ofrecen. En ese sentido soy algo clásico, no sé. Llámame loco, pero no me hubiera imaginado en su día a Nick Drake grabando vídeos para TikTok [risas].



Hablando de giras… Mallorca Live Festival, Madcool, Cruïlla, Low Festival… A lo tonto, habéis tenido muchas fechas este verano en España. ¿Cómo habéis visto que se perciben las nuevas canciones entre el público español?

No te exagero si te digo que creo que hemos tenido el mejor verano en España desde que Editors existe. El público español lo ha dado todo con “Karma Climb”, por ejemplo, y uno de mis momentos favoritos del año ha sido la presentación de las canciones de “EBM” en el Madcool. Es increíble la forma en la que vivís la música allí. Además, nos dimos cuenta de que este año había una gran cantidad de artistas nacionales tocando en los festivales a los que fuimos, probablemente más que en nuestras anteriores visitas, y pudimos ver lo mucho que estos conectaban con el público. Es muy agradable de ver ese tipo de apuestas por parte de las promotoras, en lugar de convertir los festivales en refritos de otras cosas que se hacen fuera de tu país.



Hablando un poco del pasado para concluir, tú personalmente cumples en 2022 diez años en Editors, que no es poco, pero algunos de los demás miembros llevan en la banda desde hace más de dos décadas. ¿Cuál dirías que es la clave para llevar tanto tiempo en un mismo proyecto y que la solidez de éste aguante?
Bueno, con el tiempo hemos aprendido que medida que los miembros de una banda se van haciendo mayores, los egos empiezan a desaparecer, y el ambiente dentro del grupo tiende a ser más sano. Empiezas a incluso encontrarle el punto a esos momentos de tensión en los que tú y tus compañeros diferís en algún punto y encuentras placer en aprender de vuestras diferencias. Una banda debe ser una democracia, hay que navegar hacia un bien común que nos satisfaga a todos y sobre todo, aprender que las cosas no te las puedes tomar como algo personal.

 

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