Conversadores de todo corazón
Entrevistas / The Appleseed Cast

Conversadores de todo corazón

Redacción — 26-01-2004
Fotografía — Archivo

“Two Conversations” (Tiger Style/Aloud, 03) se convierte en la primera referencia internacional del sello catalán Aloud Records. El disco, que ha sido licenciado en Europa bajo la enseña de Gentlemen Records, supone el espaldarazo definitivo de este quinteto de Kansas. Este mes protagonizan una gira nacional en condiciones.

La de The Appleseed Cast es una historia de continua superación. Desde que se decidieran a dejar Los Angeles, para vivir en la carretera durante nueve meses, hasta que se afincaran en Lawrence por razones económicas. O también desde la publicación de sus primeras canciones en aquel recopilatorio titulado “Million Miles Away: Emo Diaries, Volume 2”, donde compartían surcos con Pop Unknown, Jazz June o Brandtson. Aaron Pillar, uno de los guitarristas de la banda, es categórico al recordar su primeros pasos con aquel titubeante “The End Of The Ring Wars” (Deep Elm, 98).

“Vivo un poco atrasado para los tiempos que corren. De las últimas bandas que han surgido me quedo con Death Cab For Cutie”

“Parece como si lo hubiésemos hecho hace mucho tiempo. Ya no lo escucho nunca y me hace feliz que la gente lo entierre. Es como si no fuésemos conscientes de lo que queríamos hacer. Estábamos creciendo y nos influenciaban algunas bandas, pero no las que la gente supone. No intentábamos ser los nuevos Mineral o algo así”. La prensa musical y gran parte del público encontraba demasiadas similitudes con Sunny Day Real Estate mientras ellos se afanaban por adaptarse a un entorno que les resultaba hostil. Como cuando durante una gira por Alemania un promotor de conciertos les contrató como banda acústica y se vieron forzados a crear un nuevo engendro llamado Old Canes, una banda de bluegrass punk con alto contenido de folk. Proyecto paralelo que no es el único, pues ahí está también Hundred Hands, banda de Christopher Crisci, el otro guitarrista y vocalista del combo. “Mare Vitalis” (Symbiotic/Deep Elm, 00) corrigió la dirección de la nave y les permitió encontrarse un poco más a si mismos. Tras un doble disco conceptual titulado “Low Level Owl” (Deep Elm, 01), en el que todo Dios llegó a ver a los primos hermanos de los Radiohead de “Kid A” y “Amnesiac” –“Es nuestra forma de trabajar. Amo la idea del concepto y Chris es el que escribe estas historias. Tiene muchas ideas, es un pensador. ¿Por qué no podíamos editar un disco en dos volúmenes distintos? Es tan sólo la belleza de hacer música y arriesgarse para que ocurra”–, desempolvaron material de los baúles y rescataron cuatro temas de 1999, a los que añadieron cinco canciones de nueva añada en “Lost Songs” (Deep Elm, 02). Sin embargo, en “Two Conversations” el dichoso espejo de feria se ha roto. Incluso han cambiado de sello al mudarse a Tiger Style. Al menos pueden mirarse al ombligo sin increpaciones y sentirse orgullosos de un discurso que figura plenamente como suyo. Eso es lo que se aprecia en un repertorio que cruje como la hojarasca seca del otoño bajo los pies y repica en los oídos como gotas de llovizna invernal. El viraje a otros derroteros es evidente. “Queríamos escribir algunas canciones más cortas y enfocadas al rock. Cuando íbamos al estudio nos salían así. Era algo intencional pero no totalmente urdido de antemano. Las diferencias respecto a ´Low Level Owl´ son bastante obvias. No escribimos nunca igual, así que quién sabe cómo sonará lo próximo que grabemos”. La figura de Ed Rose, afamado productor de The Get Up Kids, Hot Rod Circuit, Brandston o Coalesce, vuelve a figurar en los créditos. “Lo elegimos porque es realmente bueno y ha trabajado con nosotros en nuestros dos últimos discos. Además el estudio está muy cerca de casa, algo que es muy importante. Lo más divertido que recuerdo de la grabación es a Ed gritándome por mi pésima forma de tocar la guitarra acústica”. El abanico de referentes para encontrar la inspiración necesaria es extenso. “Mi novia, mi familia, nuestro jodido mundo, la película ´Magnolia´ de Paul Thomas Anderson, el grupo Low… Muchísimas cosas”. Su última gran gira por los Estados Unidos junto a The Mercury Program, Maserati, The Swords Project y The Belles “ha sido un tour largo, bueno, apestoso, alcohólico, frío, enfermizo, con una mala economía, un mal presidente… pero muy divertido”. Aaron puede pecar de retro en lo referente al contenido de su discoteca. “Escucho mucha música de los ochenta. Últimamente estoy enganchado a REM, que son jodidamente buenos. Vivo un poco atrasado para los tiempos que corren. De las últimas bandas que han surgido me quedo con Death Cab For Cutie”. Cuando lean esto los de la Siembra de la Semilla de Manzana estarán de gira por nuestro país; entre el 16 y el 22 de febrero estarán acompañados por Maple, Bloomington y Delorean. “Sabemos que en España se trasnocha mucho y que hay buenas tapas. Estamos excitados…”.

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