Cuando en septiembre del año pasado finalizaba la actuación en el Mercat de Música Viva de Vic del cuarteto catalán Blood Quartet junto al combo coreano Dongyang Gozupa, esta se convirtió en el gran tema de conversación de los corrillos de profesionales y prensa del festival. De hecho todo el mundo estaba de acuerdo que, espectáculos como este, fruto de la residencias artísticas compartidas en Seúl (Seoul Music Week) y Barcelona (Fabra i Coats: Fàbrica de Creació), eran la esencia misma de una feria que estaba precisamente para mostrar propuestas arriesgadas, únicas y peculiares difíciles de ver fuera de ese mismo marco.
"Es posible que, nosotros como Blood Quartet, hubiéramos hecho un disco mucho más arriesgado"
Poco podíamos imaginar que el éxito cosechado en esta actuación, y la posterior en el BAM de Barcelona de ese mismo año, provocaría la formación de un septeto para dar forma a “Terra Ignota”. Álbum que se edita este viernes 17 de octubre y que encapsula en formato canción aquel espectáculo que nos dejó tan buen sabor de boca. Todo un reto tal y como me cuenta Kike Bela, bajista de al banda, desde el otro lado de la pantalla: “Lo más difícil creo que no ha sido algo a nivel interpretativo, sino compositivo. Piensa que los orígenes de cada uno de nosotros tienen unas raíces muy diferentes, y por eso había que darle cabida e importancia a cada uno de los músicos. Es posible que nosotros, como Blood Quartet, hubiéramos hecho un disco mucho más arriesgado. En cambio el disco tiene unas mezclas que , entre comillas, es lo más comercial que hemos hecho nunca. Y en parte eso es resultado también de que ambas formaciones nos movíamos en un terreno inseguro, en el que queríamos que se oyeran todos los instrumentos, todas las intenciones. Plasmar un poco el equilibrio entre la originalidad de cada una de las dos formaciones y de sus músicos. Respetar a cada uno y a la vez ser originales. Y eso es lo que lo hemos intentado”.
El fruto de todo ello ha sido una exótica fusión entre el espíritu underground, vanguardista y experimental de un grupo tan experimentando y próximo a la texturas post-rock y a la improvisación nacida de free-jazz más ruidoso, con la música tradicional coreana, donde sorprende la sonoridad del yanggeum (dulcémele coreano) que se fusiona muy bien con la electrónica más ambient. Todo ello ha conformado un trabajo único que por lo que me cuentan puede que tenga recorrido sobre los escenarios. “Sí que está previsto y es casi seguro o muy, muy probable que Dongyang Gozupa vengan en marzo del año que viene. Y entonces, presentaríamos el concierto en una feria que se llama Jazz I Am en Barcelona. Y ya aprovechando la visita está previsto que hagamos tres o cuatro conciertos más en dos días consecutivos… Y bueno, la idea también, lógicamente, sería que hagamos una residencia previa para recuperar bien el espectáculo e incluso para cerrar algún tema nuevo que nos quedamos con ganas de explorar”.
A todo esto, no podemos pasar por alto en este encuentro con la banda, que Blood Quartet se encuentran en un momento muy dulce que coincide con sus diez años de trayectoria. Una efeméride que el grupo estará celebrando el próximo sábado 18 en la sala Casa Montjuïc (Barcelona) en una actuación muy especial en la que repasarán toda su discografía y se rodearán de amigos y ex-componentes de la banda como Càndid Coll o Pau Rodríguez. “Queremos que todos los amigos de la banda formen parte de algo muy especial. Y creo que está siendo así y cada uno de ellos ha contribuido a su manera. Es decir, cada músico ha aportado artistas e ideas y lo que intentamos siempre es trabajar de manera colectiva y colaborativa. Ahora mismo ya son como unas dieciséis colaboraciones que son mogollón, pero también la idea es hacer que sea una gran fiesta con amigos y amigas y gente con lo que hemos colaborado durante estos diez años”. Una cita muy especial que ahora se presume así como única , pero que puede que tenga su continuidad en el futuro si aparece la oportunidad en forma de financiación de un espectáculo que se antoja total y en el que también participan “Toda la gente que nos ha hecho videoclips y también habrá cabida para la banda sonora que hicimos para la película de Miguel Ángel Blanca (Manos de Topo) (Ndr). Y hemos incluido propuestas de movimiento y performance, porque siempre nos ha gustado mucho hacer estos proyectos multidisciplinares, en parte vinculados a la Fabra i Coats”.
Pues bien, ahora solo cabe desearles lo mejor para los próximos diez años de carrera en los que esperan… “Seguir viajando, seguir haciendo conciertos chulos y visitando espacios, colectivos o escenas interesantes de todo el mundo. Seguir aprendiendo siempre a través de la banda para crecer y, con un poquito de suerte, hacer un disco mejor que el anterior y seguir haciendo cosas interesantes”. Que así sea.

Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.