“Quería hacer sentir lo que me gusta sentir cuando escucho una canción que me gusta”
Entrevistas / Anaju

“Quería hacer sentir lo que me gusta sentir cuando escucho una canción que me gusta”

Isabel Santos Martínez — 11-04-2024
Fotografía — Archivo

Anaju comenzó una nueva etapa en abril de 2023, lo hizo con su primer álbum de estudio, “Rayo” (Sony, 23). La cantante aragonesa dio forma al disco junto a Maximiliano Calvo, Menend y Carles Campi Campón, el productor. Hemos charlado un rato con ella acerca de su proyecto musical, que hace unas semanas presentó en Madrid.

Lanzaste “Rayo” hace casi un año, ¿cómo ha sido el recibimiento durante estos meses?
Cuando he hablado del disco o me he encontrado a alguien en algún evento, ya sea tanto del mundo de la industria como por la calle o conciertos, siempre tienes esa cosa de bajar a la tierra y de momento madre orgullosa. Cuando te cuentan la experiencia que han tenido, cómo han recibido o los ha acompañado el disco, es muy bonito ver cómo tus canciones se hacen de otra gente y pasan a ser la banda sonora de cosas que, para ti, en principio, no tienen nada que ver. Estoy muy contenta por todo lo que está consiguiendo el disquito.

Tuviste un concierto en Madrid hace poco. ¿Cómo fue?
Fue tan chulo y especial. Hacía muchísimo tiempo que no pisaba el escenario con esa seguridad y energía. Era la primera vez que cantaba las canciones en un concierto que fuera mío. Toda la gente de la sala venía a verme. Todo lo que tienes que hacer en tu día a día, los problemas que tengas o lo mal que te encuentres, trasciende un poco. Hacía muchísimo tiempo que no tenía esa sensación.

¿No lo habías presentado antes?
Había hecho un concierto en el O Son Do Camiño el verano pasado. Pero en los festis estás poco rato y no sabes al cien por cien hasta qué punto ese público va a verte a ti o al artista que va justo después. En cierto modo es guay, ¿eh? Estaba cantando las canciones por primera vez, pero no sentía que ese momento fuera únicamente mío. La sensación que un artista tiene sobre el escenario cuando es un concierto suyo a cuando es un momento compartido entre mucha más gente, es distinta. La presentación real siento que fue en La Clamores.

"Lo primero que intento cerrar es cómo quiero que se sienta la canción y cómo quiero que se visualice"

¿Cómo son estos directos?
Hice el disco con un propósito. A día de hoy escucho las canciones y digo: “Joder, yo hice esta música para volverme un poco loca en el escenario, vivirla y sentirla”. Cuando estábamos armando el concierto y pensando qué quería que ocurriera conecté con la intención inicial que había en las canciones. Me dejé llevar por esa energía tan íntima, de verbena o loca que pueden tener algunos temas. Fueron variando todo tipo de energías y fueron fluctuando de forma natural.

El disco lo grabaste en Asturias junto a Menend y Maximiliano Calvo. Este último, en una entrevista de Mondo Sonoro explicó que vuestra colaboración fue la primera canción que salió y “proyectó el resto del disco”. ¿Cómo fue el proceso creativo del disco?
Tenía bastante claro el tipo de proyecto que quería hacer y alrededor de lo que quería que girara. Estuve haciendo sesiones con diferentes artistas y contacté con Maxi y Menend, no nos conocíamos personalmente. Al hablar de lo que podíamos hacer y dónde convergían nuestras energías de lo que queríamos que fuera una canción, nació todo aquello y surgió “Agua bendita”. Fue un momento mágico, salió de la nada, floreció y brotó de ahí. Los tres nos sentimos en un momento super cálido. Fue como si nos conociéramos desde hace mucho más tiempo. A raíz de ese momento y esa energía que se generó en el estudio dijimos: “molaría tirar del hilo para ver a dónde más nos lleva esta sinergia”. Decidimos irnos de Madrid porque era como “tenemos que estar full veinticuatro horas juntos, para que si se nos ocurre una idea las tres de la mañana podamos hacerla”. Nos fuimos a un hotel de Asturias durante diez días, nos cedieron una habitación extra para montar un estudio bastante casero y el disco salió de ahí.

Todo este disco va muy ligado a lo religioso, místico y espiritual. ¿Qué querías reflejar exactamente?
Siempre conecto con las canciones que me gustan y he querido intentar llevar ese tipo de sensaciones a las canciones que yo hago. Tenía muy claro el concepto. Más allá de lo que cuentas con las canciones, hay que ver por dónde te llevan las melodías y los arreglos que ocurren. Si la cosa de la que estás hablando te pide que haya un minuto donde solo ocurran sintetizadores con melodías absolutamente preciosas, eso tiene que ocurrir. Se generará una sensación y energía muy concreta en la peña que te está escuchando. Las canciones que me gustan son las que tienen un punto ambiental que te introduce en la historia. No quería dar ningún discurso concreto, solo quería hacer sentir lo que me gusta sentir cuando escucho una canción que me gusta.

El estilo musical de este disco es diferente a tu primer EP, “MOOD”...
En esos diez días fue como: “¿Qué nos apetece hoy? ¿Cómo nos hemos levantado?”. Estábamos para jugar, descubrir y, en ningún momento, negar nada. Era un espacio abierto, todo valía. Cuando hice el primer disco, al ser dentro del momento pandemia, curré con distintas personas de forma telemática y adaptándome a lo que me pedía el productor. No hice una búsqueda concreta por estilo. Se ven muy distintas las canciones que hay en este disco, tampoco hay un solo estilo, pero puedes oír cierta conexión entre todas ellas.

Hay un poco de hilo conductor entre todas, las otras quizás iban más sueltas, ¿no?
Sí, creo que es eso.

¿En qué estás trabajando actualmente?
De momento he dado este inicio de directos y me he estado preparando para eso. Paralelamente, estoy buscando inspiración, escribiendo mucho y dejando que pase la vida. Hay una cosa que siempre comento con colegas: a mí me encanta hacer canciones y escribir, pero no hay que forzar nada. Te tienen que ocurrir cosas y tener temporadas de estar mejor o peor. De no hacer nada para saber lo que quieres decir y hablar. Siento que he pasado por ese momento, veo el fin de esa etapa. De hecho, me he reunido ya en el estudio con personas a escribir. Ahora es el inicio de un proyecto que tengo en mente.

En este nuevo proyecto, ¿innovaras en estilos también o no lo sabes todavía?
Cuando empiezo a currar, tengo una mentalidad muy visual. Lo primero que busco es la instalación visual, las imágenes y las cosas de las que quiero hablar. Cuando tengo claro eso, vienen las melodías, los arreglos y los estilos. No me dejo encajar mucho en “en este disco hice este estilo, en este voy a hacer este otro o voy a intentar esto”. Sinceramente, eso me da exactamente igual. Lo que quiero es que la musicalidad que escoja sea la que las canciones piden. Lo primero que intento cerrar es cómo quiero que se sienta la canción y cómo quiero que se visualice.

Hablando de la parte visual, tienes varios videoclips. ¿Cómo fueron esos rodajes, las ideas fueras tuyas?
Todos los videoclips de “Rayo” están hablados y orquestados entre la directora (Ester G. Mera) y yo. Surgen de un momento que tuvimos durante la composición del disco en Asturias. Teníamos muchas canciones escritas y producidas, un día dijimos: “vamos a tomarnos un pequeño momento de libertad”. Visitamos Gijón y, por la noche, nos fuimos con el coche a un parking a las dos de la mañana. Allí, solos, abrimos las puertas y pusimos el disco a toda leche. Estuvimos bailando todas las canciones. Fue un momento muy bonito y evocador para mí en el proceso de creación. Tuvo una magia muy personal para mí. Recuerdo que le estaba contando el proyecto a Ester y le dije: “las canciones son bastante de espiritualidad y las quiero converger con este recuerdo”.

Hace ya cuatro años de tu participación en Operación Triunfo 2020, hace poco fuiste a visitar a los de esta edición. ¿Cómo fue volver a la academia sin una pandemia de por medio?
Estaba muy nerviosa. La academia no es un edificio por el que pases en tu día a día sin querer, ni que puedes visitar cuando lo necesites o quieras. Es un lugar al que, puedes volver o no. Tuve la oportunidad de volver y tenía muchísimas ganas de compartir un pequeño momento con ellos, pero estaba nerviosa por volver a la academia. Fue un momento de cambio para mí y bastante importante en mi vida. Llevaba cuatro años sin pisarla.

Lo último, ¿tienes algún recuerdo relacionado con Vans?
Si te digo la verdad, sí. Cuando vivía en mi pueblo (Alcañiz) recuerdo que estaba un poco enfadada porque veía cómo evolucionaba la moda y cómo vestía y calzaba la gente en la ciudad y, en el pueblo, siempre llegaba todo un poquito más tarde. Estaba enfadada porque me gustaría no estar a expensas de que pase tanto tiempo para que lleguen las cosas aquí. Siempre les pedía a mis padres por Navidad unas Vans que me encantaban. Era algo que pedía para algún regalo.

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