XRey

Como casi todo lo que toca Toni Garrido desde hace años, ‘XRey’ es oro. El podcast que con más de un año de antigüedad sigue estando semana tras semana entre los más escuchados del país, el primero que se promocionó con ánimo de película (grandes carteleras en Madrid incluidas) y con todo, uno de los mejores podcast que se han hecho en nuestro país a día de hoy.

El juego de palabras es tan evidente que no hace falta explicarlo. El podcast es tan bueno que se merece un hueco y un sobresaliente entre los recomendados de Mondo Sonoro. ‘XRey’ destripa a lo largo de diez episodios perfectamente documentados y narrados la figura del Rey Emérito Juan Carlos I, desde su herencia familiar a la lenta pero imparable defenestración de su figura pública que seguimos presenciando en directo un lustro después de su abdicación.

Alejado del oxímoron habitual que nos condena a un análisis simplista sobre la figura del emérito ya venga de sus defensores o de sus detractores, ‘XRey’ presenta al oyente a un hombre -con todo lo que puede llegar a ser un hombre y lo poco que es realmente- lleno de aristas y con las debilidades del rey y las fortalezas del pueblo y viceversa. El aspecto que más me llamó la atención fue el que presenta al emérito como un niño casi huérfano, criado desde la infancia por un dictador que le entrenó como un animal salvaje al que amaestrar, lo que finalmente le convirtió en un animal político acostumbrado a hacerse un hueco primero para convertirse en el heredero del dictador, luego a liderar la transición y parar el 23-F (con toda la niebla que hay alrededor de esto último) y lo que finalmente supuso su caída. ¿Por qué? Porque cuando terminó de sentirse el protagonista de su propia película (y hay que tener algún problema para pensar que siendo Rey de un país dejas de ser el protagonista), el animal se envileció y se aburrió. Y, como dice el refrán, “cuando el diablo no sabe que hacer mata moscas con el rabo”.

Este es solo uno de los asuntos que ‘XRey’ indaga en profundidad, con calidad y buen gusto. Sin partidismos, que no por ello sin criticismo. 100% real, 100% recomendable.