El Podcast de RockZone

Parece sencillo pero no lo es. Hablar de música desde el conocimiento y la experiencia, estar pegados a la actualidad contando con una perspectiva histórica y no perderse en la superespecialización más elitista, sino hacer un podcast para todo el mundo, es la odisea ante la que todo proyecto nuevo en el formato de audio a la carta se enfrenta. El Podcast de RockZone consigue combinar todo esto, y encima lo saben hacer de forma amena y didáctica. Uno entra en su podcast gracias a los temas que proponen -los últimos programas, por ejemplo, tratan sobre la posible vuelta del CD como formato mainstream; el revival del emo-pop-punk dosmilero o repensar sobre la siempre futurible vuelta de Oasis- pero se queda por el conocimiento de los tertulianos y por lo divertido del formato. El Podcast de Rockzone no es denso ni doxográfico en el mal sentido; hay lugar para la crítica y para la loa desinteresada. La opinión está clara, y no pretende disfrazarse de objetividad. Un lujo que va de cara y que va para el año y medio de vida sin perder frescura.

La propuesta normalmente gira en torno a una pregunta de la que merece la pena conocer la respuesta. Este tipo de formato sigue la conocida idea de divergir y converger: no hay una línea clara sobre el tipo de tema a tratar, podemos encontrarnos con una revisión de un formato como el CD, indagar en si Idles son tan buenos como pintan o centrarse en un álbum como "The Black Album". Y para terminar la que es mi sección favorita que es el "Oído, Visto, Leído" donde los Jordi Meya, Richard Royuela y compañía hacen una selección con lo que más les ha gustado o las novedades que más han llamado la atención cada semana. De nuevo, aquí volvemos a ver la química del podcast: no se dedican a hacer una agenda de la semana, sino que hay lugar para debates interesantes alrededor de todo lo que se habla con invitados de otros medios –incluidos Mondo Sonoro– o incluso músicos que aportan su perspectiva sobre el grupo o el asunto.

En el debe, aunque siendo Rockzone yo creo que todo el mundo debería estar advertido, algo falta de otros géneros. Pero el podcast es tan bueno que se han ganado el derecho a decirnos a los que querríamos algo más un “sabías a lo que venías”, de manual. Un hurra por los proyectos buenos y bonitos como este.