Nueva entrega de la banda donostiarra The Inductions, esta vez en formato EP de cuatro canciones ardientes y poderosas que remiten a los habituales exponentes del High Energy Rock and Roll.
"I feel All Right" enciende el lanzallamas con una batería rocosa que tuvo que acabar destrozada tras la grabación, a juzgar por los semejantes garrotazos que tuvo que padecer. Algo similar se podría decir de la guitarra solista, exprimida al máximo en un punteo casi final que tuvo que desintegrar sus cuerdas. "November 13th", sin apartarse demasiado de la senda contundente, explora territorios de rock más melódico apoyándose en su estribillo pegadizo, con el cantante en su salsa y su obediente garganta moviéndose con soltura entre diferentes registros vocales.
"Serial Killer Dance", además de dar título al minidisco, es la más urgente del lote y va a piñón fijo desde el primer segundo, con todos los músicos alineados en formación de ataque y avanzando al mismo ritmo. Un pequeño parón de veinte segundos sirve para tomar aire antes de la conclusión. Michael Myers la bailará en Carnavales disfrazado de vikingo. "Brother Wolf" juega a caballo ganador y cabalga hasta la extenuación a lomos de un purasangre desatado. Parafraseando a Woody Allen, al escuchar esas guitarras trotonas, incendiarias y chillonas junto a unos coros que llaman a la batalla, dan ganas de invadir Europa entera.
El drakkar fletado desde la Bahía de la Concha ha zarpado con destino al Valhala del rock escandinavo, transitando una ruta marcada a fuego por Hellacopters, Gluecifer y demás estruendosos adalides del rock cañero centroeuropeo, y recordando un estilo que siempre permanecerá vigente en nuestros atormentados oídos.
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