Sonrojante, aunque previsible la evolución de la banda liderada por los hermanos Madden, que vira en su tercera obra hacia una senda que les aleja del punk pop accesible pero resultón del exitoso “Young And Hopeless” y les encamina hacia el pegajoso terreno habitado por Ashlee Simpsons y JoJos.
Lejos de la frescura de himnos como “Girls & Boys” o “Lifestyles Of The Rich & Famous”, “Chronicles Of Life And Death” se pierde en intenciones que resultan demasiado diáfanas como para derivar en buenos resultados. Good Charlotte demuestra todavía ser capaz de generar temas algo consistentes en “Walk Away”, “Secrets” y hasta “Ghost Of You”, pero se muestra todavía más capaz de degenerar en composiciones como “I Just Wanna Live” o “It Wasn´t Enough” (curiosamente ambos temas compuestos junto a John Feldman de Goldfinger), que podrían haber sonado perfectamente en voz de Britney Spears o Avril Lavigne.
La banda parece querer huir de la pugna generacional con bandas como Simple Plan, Sum 41 o Blink 182 y decantarse por crear un producto pensado para ser adquirido en grandes almacenes junto al bote de Clearasil o el pack de compresas para primerizas.
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