No es muy atrevido por mi parte convertirme en portavoz por un día, y solo en esta crítica, de los fans de Brian Wilson de todo el mundo y afirmar que “That Lucky Old Sun” es un disco que llevábamos años esperando y soñando. Un trabajo que nos sirve para defender al genio californiano desde el presente, sin echar mano de sus grandes obras de los sesenta y setenta (la reciente recuperación de “Smile” no cuenta por ser una obra parida originalmente hace cuarenta años).
El trabajo que supone la vuelta de Wilson a Capitol, sello que publicó los álbumes más celebrados de The Beach Boys, es un tratado de pop total, a la vez que un disco conceptual, rebosante de emoción y de canciones para el recuerdo (“Morning Beat” ,“Good Kind Of Love”, “Forever She´ll Be My Surfer Girl”, “Midnight´s Another Day”…), sobre la soleada California, la tierra que ha alimentado los sueños del loco más cuerdo de la historia del pop. Seguro que algún crítico despistado utilizará la palabra anacrónico para describir el sonado retorno por la puerta grande de Wilson con este “That Lucky Old Sun”. Craso error. El pop de siempre, el que importa, ese que tiene algo de mágico y de atemporal, nunca pasa de moda, y su alquimia está al alcance de pocos.
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