Drift
Discos / Pianos Become The Teeth

Drift

7 / 10
Jaime Tomé — 19-09-2022
Empresa — Epitaph / Pias
Género — emocore

Lejos queda ya la etapa screamo con la que Pianos Become The Teeth comenzaron su andadura en 2006. Con la salida de "Keep You" (14) y el fichaje por Epitaph, el grupo dejó de lado su etapa de gritos para aferrarse a la melodía del emo más hipnotizante dejando todavía algún resquicio del post-rock que infiltraron desde sus comienzos en las atmósferas creadas principalmente por las guitarras.

A pesar del alejamiento de la banda del sonido más crudo al estilo de Touché Amoré, La Dispute o Envy, los de Baltimore han vuelto al lugar que les vio nacer –físicamente– recurriendo de nuevo al productor Kevin Bernsten, que ya trabajó con ellos en sus dos primeros álbumes y que ha vuelto a tomar los mandos en el estudio para parir "Drift", una obra de diez fragmentos creada para escuchar de principio a fin y no como una simple colección de canciones.

"Drift" es el resultado de lo que pasaría si The Smiths se transformasen en una banda americana de emo, y así se demuestra tanto en el registro vocal de Kyle Durfey, que por momentos te lleva directo a Morrissey, como en algunas melodías de bajo y batería que recrean escenarios que recuerdan al pop de los de Manchester. Esto no parece ser una casualidad, ya que años atrás los guitarristas Mike York y Chad McDonald confesaron su admiración tanto por el reconocido cantante inglés como también por bandas más recientes y también melancólicas como The National.

Consecuencia de lo dicho, en "Drift" se consigue canalizar el dramatismo del post-punk presente en esas líneas de bajo musculadas y percusiones intensas que cobran algo más de protagonismo en canciones como "Genevieve", "The Tricks" o las más explosivas en su culmen "The Days" y "Buckley", en donde las guitarras van adornando de musicalidad minimalista el ambiente íntimo de este quinta referencia discográfica de los americanos.

Los momentos contundentes de "Drift" son casi anecdóticos y únicamente se logran percibir con claridad en algunos instantes de la ya mentada "The Days" o "Hate Chase. El disco se rinde casi totalmente a lo sosegado y a la claridad, en la línea de "Keep You" (14) y "Wait For Love" (18) pero con un extra de serenidad que funciona pero que por momentos parece instaurarse en una monotonía a la que hay que estar totalmente dispuesto para digerir sin quedarse con hambre y que puede acabar por convertir a Pianos Become The Teeth en un grupo estancado si prosigue en su transformación hacia algo tan cercano un indie rock que ya docenas de bandas ofrecen.

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