Clarividencia
Discos / Nudozurdo

Clarividencia

8 / 10
Raúl Julián — 12-01-2024
Empresa — Sonido Muchacho
Género — Post punk

Más de cinco años después de anunciar su separación, Nudozurdo han vuelto a la vida. Primero fue con un imponente concierto en la Sala El Sol de Madrid el pasado mes de noviembre, en un golpe de autoridad que ahora refrendan con el lanzamiento del que es su nuevo (y espléndido) disco de estudio. La banda capitaneada por Leo Mateos se materializa con la presencia palpable (y la premisa de mantener intacta la esencia del proyecto) de Jorge Fuertes a la batería, Ojo al bajo, y Juanma López Cruz a la segunda guitarra. Juntos lucen una personalidad incorruptible que, precisamente, fue la que convirtió a Nudozurdo en una de las bandas imprescindibles (por personales y arrasadoras) dentro de la escena patria.

A pesar de respetar el gen artístico dominante del combo, “Clarividencia” presenta palpables matices con respecto al catálogo previo de los madrileños, en torno al que (dentro de parámetros lógicos para con el grupo que nos ocupa) podría ser el disco más cercano al pop, accesible y plagado de estribillos firmado hasta la fecha por el ahora cuarteto. En lo que es una premisa innegociable, los diez temas incluidos en la referencia vuelven a apostar por esa habitual mezcla afilada de post-punk e indie-rock, como punto de partida desde el que expandirse en vías de esta nueva conquista, luciendo el abanico de herramientas más amplio (y algo menos hermético) que en ocasiones previas.

La oscuridad latente (e innata) en Nudozurdo encuentra, en esta ocasión, contrapunto en las labores como mezclador de Paul Corkett (que ha trabajado con Nick Cave, Björk o Placebo), aportando horizontes inéditos y beneficiándose las propias canciones de ese contraste, en la práctica, tan favorecedor. La lírica abierta en canal de Mateos es puesta a disposición de melodías que supuran con mayor presencia que nunca en temas tan verticales como “Soledad / Clarividencia”, “Elvira / Santuario Combate”, “Bisontes albinos”, “Crevillente / La industria del sueño” o “La bruja”. Junto a ellos destaca también el ramalazo shoegaze de las misteriosas “Lo que ocultan Las Arizónicas” y “La Isla del Diablo”.

Nada de eso funcionaría, en cualquier caso, sin la fuerza intrínseca y torrencial de unas composiciones que, con frecuencia, podrían situarse entre lo mejor del cancionero del grupo. En el que supone su inspirado retorno al amparo de un estudio, Nudozurdo resuenan clásicos al tiempo de ofertar ciertos tonos novedosos, además de definitivamente incontestables. Todo en base a un título como “Clarividencia”, a colocar entre lo más granado de su discografía y capaz de mirar de frente a hitos inquebrantables comoSintética (Everlasting, 08) oTara Motor Hembra (Escaparate, 11). Ojalá todas las segundas partes resultasen siempre tan convincentes y bien parecidas como sucede con el presente regreso de Nudozurdo.

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