No ha defraudado. Que “Konfusional”nos pareciera tosco, indefinido y opaco, no cambiaba las cosas: las expectativaseran altas, y Frank T tenía que atenerse a ellas. No sólolo ha hecho: las ha superado. La clave: alejarse de la tendencia minimalista,rácana, simplista que sobrevuela por el hip-hop patrio. En “LosPájaros…”, Frank T ha echado mano del estudio para elaboraruna producción recargada, más ambiciosa, más coherente,más actual. Cuando parece que el camino trazado por Mobb Deep, Capone´n´ Noreaga, Busta Rhymes, los últimos EPMD, Redman y Wu-Tang gozadel desprestigio del sector más puritano del hip-hop (aquel que anteponecualquier mediocridad de Jungle Brothers o A Tribe Called Quest a las mejoresgrabaciones de los ya citados), Frank T decide arrimarse al hip-hop neoyorkinode reciente factura. Samples de pianos entrecortados, violines estridentes,ecos de música clásica, saxos insidiosos, estribillos uniformesque reducen su función a la nada… Es posible que alguien no veacon buenos ojos el distanciamiento estilístico que propone “LosPájaros…”; yo, por mi parte, me uno a los que creen en undisco magnífico y, por encima de cualquier otra consideración,atrevido. Un siete para él.

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