Las analogías con los días de la semana son al pop lo que las excusas a Rajoy: una constante. Por lo que no es tarea fácil intentar hacer lo que ya hicieron The Cure, entre otros, y aportar algo más. Joan Masdéu, en su segundo largo en solitario, ha hecho del fin de semana y sus sensaciones material creativo. Con una producción lograda, sí, pero con resultados dispares en el registro de los temas. Si bien los ejercicios pop –los más continuistas- son, pese a lo sobado de la fórmula, un acierto incontestable (“Dies Sabàtics” o “El planeta imaginari”), los medios tiempos folk se escuchan algo incómodos, con guitarras y banjos que transmiten la candidez que una canción al lado de la hoguera necesita, pero que con los recursos vocales de Masdéu –bien Beatles en las dinámicas- no acaban de empastar. Hay sábados y sábados, pero a Masdeu le pegan los gozosos. Salir a la calle con sol, día de mercado y vermú.
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