Fission

Movidos por la misma cadencia electrizante que da cuerda y mantiene con vida la dinámica actividad de la joven camada new noise de hoy día, el cuarteto californiano Dead Poet Society consagra su propuesta con un segundo álbum de estudio titulado “FISSION” (Spinefarm, 24) que expande la contundencia de su sonido original (testado en 2021 con su debut, “-!-”) y les sitúa como uno de los proyectos guitarreros más genuinos de la temporada.

El rock de macho cabrío y de solo extenuante nos deja del todo claro tener las horas contadas gracias a bandas como la liderada por Jack Underkofler, que con la naturalidad de un relator confeso y de corazón herido abraza la explosividad más liberadora y la honestidad más purgante en un asedio de trece cortes tan efectivistas como íntimos. Ese dolor aséptico y conjugado en abstracto que la formación recogía en sus pretéritas entregas ahora cambia de marcha y comienza a dibujarse en un tono más apelativo (“How Could I Love You?”, “I Hope You Hate Me.”) y que el oyente podrá hacer suyo y llevar a su terreno, jugando con la universalidad que siempre genera la rabia adolescente y el desamor lesivo.

Es precisamente ese idioma compartido y transversal, manifiesto en sus letras y subrayado a través de esas abrasivas melodías (sirva el relato auto-destructivo de “Running In Circles” como prueba de ello) lo que permite que el disco fluya con ligereza y logre hacer las delicias tanto de un público neófito y fresco como de aquellos nostálgicos del punk-rock más comercial de los primeros dosmiles. Un detalle, este último, en absoluto baladí si atendemos a puntualizar sobre todos los tropos del género que empapan con escaso grado de sorpresa el corpus de estas canciones (susurros que preceden a la eclosión instrumental, distorsión pretendida pero excesivamente limpia y estrofas escupidas a gran velocidad sobre un tejido de acero y ruido), generando en ocasiones la irremediable sensación de estar oyendo un producto de radiofórmula al uso, sin demasiada alma y perfectamente intercambiable por cualquier propuesta de ritmo fácil y rock moderado (“Tipping Point”). No podemos negar lo evidente, y es que Dead Poet Society tampoco inventan la panacea con este LP ni aportan una desmesurada contribución de riesgo a lo que otros de sus coetáneos andan ofreciendo actualmente (fácil será que al escucharles nos vengan a la cabeza nombres como el de Royal Blood, Nothing But Thieves y otros primeros espadas de esa vaga etiqueta llamada rock alternativo).

Sin embargo, y dentro de esa homogeneidad en las formas, Underkofler y compañía tienen el decoro de evidenciar que han crecido en confianza y nos muestran ahora un discurso más adulto y autoconsciente (expueso en diatribas como la de “HURT”, que recalca la frustración de alimentar una carrera de discutible beneficio), a fin de lograr que sus coros amables y sus ritmos pegadizos no sean el único atractivo que se termine recordando de este nuevo trabajo. Aquellos oyentes que gusten de transitar por el equidistante territorio del pop contundente o el rock edulcorado encontrarán en “FISSION” uno de esos trabajos que cumplen con calculada precisión su cometido: energizar sin quemar y arropar sin empalagar.