Paragons
Discos / Constant Smiles

Paragons

8 / 10
Raúl Julián — 13-11-2021
Empresa — Sacred Bones
Género — Pop

En una temporada plagada de lanzamientos, resulta cada vez más complicado escudriñar todas las referencias ofertadas. Una estrategia clásica pero al mismo tiempo efectiva (y necesaria) para localizar títulos que merezcan la pena, consiste en confiar en el olfato y buen gusto de la discográfica en cuestión. Es lo que ocurre con Sacred Bones, sello ecléctico donde los haya que desde hace tiempo funciona ya como seguro de calidad, al ser de los que rara vez fallan el tiro a la hora de firmar a artistas. Por eso el fichaje de Constant Smiles invitaba al optimismo, tras un par de discos previos publicados en otra escudería –‘Lost’ (Cold Moon, 18) y ‘John Waters’ (Cold Moon, 19)– y en un supuesto refrendado por tres magníficos singles previos.

La formación de Massachusetts depura extraordinariamente su sonido a lo largo y ancho del presente ‘Paragons’ (Sacred Bones, 21), que además llega adornado con una bonita y adecuada portada. Las expectativas resultan así confirmadas con un magnífico álbum de esos que, efectivamente, destacan entre toda la maraña de lanzamientos en base al poder redentor de las propias composiciones. Diez preciosas canciones (más introducción, interludio y epílogo) de pop con claros toques de americana y folk, todas ellas sentidas, excelentemente construidas y con el acabado justo de emoción. El combo tiene predilección por temas nostálgicos atravesados por un halo de luz otoñal, cálidos, y de líneas melódicas limpias, que enamoran en la primera escucha para reafirmar sensaciones a cada nueva pasada.

Una secuencia que incluye destacadísimos como los sencillos “The Things I Miss”, “Daisy, Table for Three” y “Run To Stay”, además de “With Dead In Mind”, una “The Weight” con ecos a Morphine, “Hope For Tomorrow”, “Please Don’t Be Late” o “Where Am I Now?”, pero que en realidad no contiene ninguna pieza que desvirtúe el conjunto. A lo largo de su casi impecable recorrido, ‘Paragons’ remite a nombres como los de American Music Club, Dolorean, Jason Lytle (y sus Grandaddy), Woods, el Evan Dando más acústico, Idaho, Grant-Lee Phillips o Red House Painters. Un trabajo orgánico y elegante que bajo ningún concepto debería pasar desapercibido, al tratarse de una de esas pequeñas joyas que deja este año que va llegando a su fin.

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