Metalhorse
DiscosBilly Nomates

Metalhorse

8 / 10
Raúl Julián — 05-06-2025
Empresa — Invada Records
Género — Indie pop

Billy Nomates –nombre artístico de Tor Maries– sigue escalando posiciones a cada paso en firme que afronta, en un ascenso que parece definitivo atendiendo a la hoja de ruta discográfica que viene marcando su carrera. Una tendencia hasta la fecha siempre creciente, en la que la artista ha ido mejorando, una y otra vez, los registros y sensaciones motivados por su anterior entrega. Un trazado que ha dejado títulos como “Billy Nomates” (Invada, 20) y “Cacti” (Invada, 23), y que ahora alcanza el presente “Metalhorse”, sin duda el que es su mejor disco hasta la fecha.

Es también la obra más ambiciosa de la británica, en la que la de Leicester muestra una seguridad añadida y palpable en la propia solidez que luce el elepé. Billy Nomates coge ventaja en esa liga en la que militan cabezas de cartel asentadas como líderes de la escena concreta, caso de St. Vincent, Angel Olsen, Caroline Polachek o Hurray For The Riff Raff. “Metalhorse” es un disco conformado por magníficas canciones, engalanadas con convicción y, al mismo tiempo, dotado de una pegada realista. Una secuencia magníficamente producida por James Trevascus, que no hace sino potenciar su propia fuerza a cada escucha adicional.

Un conjunto de canciones que muestran músculo y desprenden magnetismo a idénticos niveles, en un equilibrio que resulta determinante para desarrollar ese tipo de atractivo que preside todo el lanzamiento. Desde pelotazos evidentes como “Plans” a ese cierre grandioso que es “Moon Explodes”, pasando por la ochentera “Override” (con ecos a Pretenders), el corte que abre y da título a la referencia, la grandiosa “Dark Horse Friend” con la colaboración de Hugh Cornwell (de The Stranglers), el single “The Test” apuntando a The War On Drugs, la desgarradora “Nothin Worth Winnin” o la desnudez de “Strange Gift”.

Un inspirado álbum de indie-pop con intermitente querencia new wave (y más alejado del post-punk de sus comienzos) al que no resulta fácil ponerle pegas, tanto atendiendo a cada eslabón individual como en la evaluación global y de una obra con principio, desarrollo y final. Billy Nomates ha alcanzado sonoridades diferentes en “Metalhorse”, apuntando en la dirección correcta y completando un lote en el que no tienen cabida relleno ni bajones importantes, hasta certificar lo redondo de un trabajo que, en efecto, coloca a la autora en otro estatus.

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.