Things Are Great
Discos / Band Of Horses

Things Are Great

8 / 10
Sergio Ariza — 04-03-2022
Empresa — BMG
Género — Indie rock

Tras seis años de espera, y con un cambio de formación mediante, vuelven Band Of Horses con su sexto disco de estudio, "Things Are Great". Pero no es uno cualquiera, tras los traspiés que supusieron "Mirage Rock" y "Why Are You OK" los de Ben Bridwell vuelven a la senda ganadora que había formado su trío inicial de discos, pudiendo considerarse uno de esos discos de regreso en los que una banda o artista redescubren su magia perdida.

A pesar del cambio de formación, Band Of Horses vuelve a sonar a ese notable indie rock con un ligero toque de country alternativo que despuntó a finales de la primera década del siglo XXI, y es que esto no es tanto una banda como un colectivo de músicos que orbitan alrededor del cantante, guitarrista y principal compositor que es Bridwell, un tipo que tras haberlo pasado mal y tocar fondo; incluida la salida de Tyler Ramsey y Bill Reynolds, a los que aquí sustituyen Matt Gentling e Ian MacDougal; supo recomponerse y entregar su mejor trabajo en años con lo que él mismo ha calificado como "un retorno a nosotros mismos".

Desde el inicio, con los arpegios de guitarra que abren "Warning Signs" con la aguda voz de Bridwell, aquello suena a alguien que ha recuperado su mejor forma, cuando entra toda la banda se confirma, estamos ante la mejor versión de and Of Horses. Además aquí hay, al menos, tres canciones que pueden codearse con antiguas maravillas como "The Funeral" o "Laredo", se trata de los muy bien elegidos adelantos del disco.

Primero aparece "Crutch" con una contagiosa melodía y unas guitarras que recuerdan los momentos más pop de los Cure de Robert Smith, por su parte "In Need Of Repair" es una encantador medio tiempo en el que destaca la penetrante voz de Bridwell que si bien suena rejuvenecido en la letra afronta su edad, "Estoy sentado en mi silla de siempre, sintiendo que las paredes a mi alrededor se cierran. Estoy en un estado de deterioro, trato de llegar hasta la mañana". Una verdadera preciosidad. La última canción con potencial de clásico es "Lights", con un punto power pop y un estribillo muy tarareable.

Eso no quiere decir que el resto de canciones sean relleno, ni mucho menos, hay canciones notables desde el mencionado inicio con "Warning Signs" hasta el luminoso cierra con "Coalinga", que suena como un Brian Wilson campestre con barba y camisa a cuadros. Bridwell suena revitalizado durante todo el disco, habla sobre sus ataques de pánico, sobre sus vulnerabilidades, sobre cómo todo no va de maravilla, el título es irónico, pero lo hace mostrando síntomas de mejora, de salir del hoyo y es así como se puede ver este disco, como una vuelta a mejores tiempos, con un Bridwell que parece haber recibido la visita de unas musas que llevaban esquivándole más de una década. No sé si será demasiado tarde para que el público más joven se enganche a su música pero sí tengo claro que aquellos que añoraban los tres primeros discos de esta banda están de enhorabuena.

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