Toda una alegría
Discos / Adriano Galante

Toda una alegría

7 / 10
David Pérez — 10-07-2023
Empresa — Halley Records
Género — Indie folk

“Ay, qué lindo está el mar… Ay, qué lindo es amar, qué bonito es amar”, suspira y contagia Adriano Galante en “En los mares por los aires”, desplegando una envolvente brisa de sones mediterráneos que te hacen flotar sin que te des cuenta, bajo el amoroso vaivén de las olas y atardeceres que doran y funden pieles y latidos, mientras “una sonrisa se dibuja en tu cara tras las gafas de sol”. Esos pequeños y grandes placeres compartidos que nos iluminan el rostro y el alma, haciendo que rezume por cada poro la alegría: “Desde el simple acto de nadar en el mar al de cambiar de trabajo, pasando por el hecho de aprender algo de alguien sin pretenderlo, de ser capaz de reconocer la amistad, de ver la vida pasar delante de ti o de estar lejos de alguien que amas irremediablemente”. El diverso viaje que todas y todos recorremos en busca de la felicidad. “Toda una alegría” incluye doce emocionantes y preciosistas canciones en las que Adriano brilla con luz propia, desplegando un universo vocal abrumador, flanqueado por artistas y amigos de altos vuelos, que arden como un sólo fuego junto a él en cada interpretación. Constelación de lo más granado del folk, pop, jazz, electrónica y experimentación nacional, radiante y valiente colectivo en el que, a duras penas, cabría más belleza.

Adriano Galante, artista inquieto e interdisciplinar con un sin fin de proyectos a sus espaldas, músico y performer que conocíamos sobre todo por ser cantante del grupo Seward, donde todo fluye como el filosófico río de Heráclito, refrescando, cambiando y transformándose a cada paso y respirar, nos sorprende ahora con este resplandeciente debut en “solitario”, coproduciendo la aventura con la cantante y compositora Judit Neddermann, el batería y productor Arnau Figueres y la cantante y pianista Meritxell Neddermann. Un “Toda una alegría” en la que Adriano Galante hace más gala que nunca de su personal manera de entender el arte: compartiendo y haciendo colectivas sus creaciones, hasta tal punto que, en cada una de las composiciones, Adriano difumina todo límite y funde su protagonismo con los artistas y músicos que lo acompañan.

Piezas pulidas hasta el último detalle, con vibrantes arreglos y un Adriano que (guitarra, bajo, teclados, baterías y efectos) nos atrapa con una voz cautivadora y libre, dando rienda suelta a una cantidad de matices inexplorados y en castellano, con regusto a Caetano Veloso, Natalia LaFourcade, Devendra Banhart y Antony Hegarty/Anohni… Maravilla. Además de Judit y Meritxell Neddermann, el elenco interestelar lo completan: Silvia Pérez Cruz, Ana Tijoux, Maria Arnal, Refree, Rita Payés, Pol Batlle, b1n0, Tarta Relena, Maestro Espada, Lucía Fumero y Júlia Colom; más los miembros de Seward (Pablo Schvarzman, Juan R. Berbín, Marcel·lí Bayer y Martín Leiton) zigzagueando a lo largo de los temas y avivando la llama.

Esta celebración de la vida en compañía y a flor de piel, con canciones que germinan con total naturalidad, libertad y armonía, comienza con tres pistas (únicas sin marcadas colaboraciones) en la que Galante destapa el tarro de las esencias y del sentir de esta personalísima obra: “Una vez de tantas, nos vimos aquí sin querer… Como si no recordaras nada”, de la brumosa atmósfera onírica de la inicial “O dos”, con cuidadísimos arreglos y minimalista pulso electrónico, a la ya mencionada “En los mares por los aires”, para pasar de nuevo a otra pieza más intimista y a fuego lento, “Ser que sí”, esas mitades que se unen de nuevo, en el deseo melancólico o la imaginación, con otra letra de alta intensidad poética y la voz de Adriano acariciándonos y arañándonos por dentro: “Si nos viniéramos aquí, qué sería del dolor de los cuerpos al reír. Si sólo bailáramos así, no faltaría decidir qué letra lleva esta canción”.

La alquimia sonora nos impacta a quemarropa en el pecho con “De ti, de todo”, donde las voces de Maria Arnal y Adriano paran el tiempo a base de descarnada y vibrante sensibilidad, seguida del querer sin barreras, digan lo que digan, en “Andan preguntando”, junto a la dulzura y cristalina fuerza de Judit Neddermann y una montaña rusa sónica de compás, distorsiones y efectos. La electrónica palpitante acecha, vaporosa y efervescente, envolviéndonos en las dos siguientes composiciones: primero tan cerca y “Tan lejos”, con la también coproductora y voz angelical de Meritxell Neddermann, y, luego, dando rienda suelta a los electro-latidos y atmósferas sintetizadas de “Un corazón que dice”, haciendo equipo con b1n0.

El canto pasional de Galante brota de la carne y se expande, imparable, por el espacio exterior en “El mismo paisaje”, con la guitarra de Raúl Refree marcando el rumbo del viaje y componiendo mano a mano la pieza junto a Adriano. La exploración no cesa y caemos, sin “dudar ni un segundo de la inmensidad del fuego”, en el trance de “Nuestra”, con un piano y una guitarra chispeantes que parecen hacer crecer una enredadera que deja atrás las nubes, con la poliédrica y magnética presencia de Ana Tijoux, ardiendo entre cantos de sirena futuristas y recitados hipnóticos que nos devuelven la Tierra y todo lo demás.

No podía faltar en esta orgía de belleza sonora y libertad creativa la voz y magia de Silvia Pérez Cruz, que vuela compartiendo alas con Adriano hasta el infinito y más allá, rompiendo toda cadena para siempre en una de las joyas más cegadoras y desgarradoras del disco, “Al tanto de tanto”.

Cuando parece que no se puede dar más, la emoción sigue hirviendo, borbotea la alegría y marca la respiración: danzando cerca del mar junto a las mil texturas y paisajes que dibujan Rita Payés y Pol Batlle en “Infinitamente”, para terminar de rematarnos y grabarnos una sonrisa de las que tardan mucho en borrarse con “Tienes”, brisa y suspiros tejidos con invitados que vuelven a dejar huella: Tarta Relena, Maestro Espada, Lucía Fumero y Júlia Colom, además de las percusiones de Dudu Alves y una orquestación sublime.

“Todas las preguntas de una vida/se responden por sí solas con el tiempo./Un suspiro, un alivio, una mirada de alegría/que surge inesperadamente, como ahora”.
Estamos de suerte, Adriano Galante ha encontrado su voz más pura y embriagadora, firmando un disco que es sanación y soleado disfrute para dejarse llevar, como la suave marea de un mar que sabe de dónde viene, pero no a dónde va y nos lleva... Para perderse y encontrarse una y otra vez, una de esas grandes alegrías que querrás compartir y no dejarás de recomendar cuando la escuches.

 

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