Accesibilidad y experimentación
Conciertos / Stereolab

Accesibilidad y experimentación

8 / 10
Sergio Ariza — 08-11-2022
Empresa — Primavera Sound
Fecha — 06 noviembre, 2022
Sala — La Riviera, Madrid
Fotografía — Christian Bertrand

Stereolab siempre ha sido uno de esos grupos con un sonido tan propio, aunque lleno de referencias a otros, que siempre sonaron fuera de cualquier movimiento o etiqueta, lo que es casi como decir que siempre han sido un poco atemporales, logrando que escucharles ahora, 30 años después de sus inicios, siga siendo una experiencia única. Su concierto en La Riviera de Madrid demuestra que sus melodías pop tocadas como si fueran un grupo experimental siguen funcionando tan bien como lo hacían en los 90.

Quizás la mejor definición de su sonio la dieron ellos en una de sus canciones, una que no sonó anoche, "John Cage Bubblegum" y es que esta banda, liderada por Laetitia Sadier y Tim Gane, siempre ha mantenido un extraño equilibrio entre la accesibilidad y la experimentación, como si pusieras a Françoise Hardy al frente de Neu! o a Karen Carpenter en la Velvet Underground de "White Light/White Heat". En esta nueva encarnación Sadier y Gane están acompañados por el fundamental Andy Ramsay a la batería, encargado de poner ese ritmo 'motorik' y de acompañar los fieros ataques de distorsión de Ganes, el teclista Joseph Watson y el bajista Xavier Muñoz Guimera. El español tiene el trabajo más difícil, pues además de encargarse de las cuatro cuerdas, tiene que reemplazar al miembro al que más se echa de menos de Stereolab, la vocalista Mary Hansen que mezclaba su voz a la perfección con Sadier. Muñoz Guimera lo hace a la perfección y sus coros son notables.

El concierto comenzó dejando claro que no iba a haber muchas concesiones a la galería, con "Neon Beanbag", la canción que abría "Chemical Chords", su penúltimo disco antes de separarse por primera vez en 2009. El resto del repertorio ha sido casi idéntico al que vienen interpretando en esta gira que comenzó en septiembre en EEUU, un repaso bastante amplio a su carrera, en el que no entra ninguna canción del que es considerado su obra maestra, "Emperor Tomato Ketchup". Eso sí, hay varios momentos álgidos y una buena ración de grandes canciones.

Con "Low Fi" uno parece estar escuchando una versión ralentizada del "Roadrunner" de Jonathan Richman y los Modern Lovers, otros tipos fascinados por la Velvet, eso sí, el elemento distintivo es la voz de Sadier que sigue sonando a gloria como se puede demostrar en esa versión que hacen de los cuatro movimientos de "Refractions in the Plastic Pulse", no es la única parada en el sobresaliente "Dots And Loops", ya que uno de los grandes momentos de la noche llega cuando interpretan "Miss Modular", una de sus mejores melodías, y la siguen con la intensidad de "Mountain", a la que Sadier presentó como "La Montaña", con cuyo final la sala explotó por primera vez.

Otro de los grandes momentos llegó cuando repescan uno de sus primeros sencillos, "Harmonium", llevando a La Riviera a una especie de trance de guitarras distorsionadas y sintetizadores analógicos, para los más interesados en sus melodías pop puede que el mejor momento llegara con la interpretación de "Pack Yr Romantic Mind" del lejano "Transient Random-Noise Bursts with Announcements", publicado en 1993. El primer parón llegó yéndose todavía más atrás con la interpretación de su sencillo de 1991 "Super-Electric" otra mezcla maravillosa de sus dos partes, la pop y la experimental.

Con el público ya totalmente en ambiente llegó el turno de los bises donde sonó una de sus canciones más conocidas, "French Disko", un infalible tema de pop punk que dejaba vía libre para el final más experimental y transgresor con el medley entre "Simple Headphone Mind" y "Excursions Into Oh, A-Oh" que volvió a hacer rugir al público con su faceta más afilada.

En definitiva, un concierto muy bueno que dejó satisfecho a la gran mayoría, con buen sonido y gran actitud por parte de la banda, al que el único pero que se le puede poner es el olvido (¿a propósito?) de cualquier canción del magistral "Emperor Tomato Ketchup". Si "Cybele's Reverie" les parecía demasiado obvia siempre podían haber optado por "Metronomic Underground", "The Noise of Carpet" o "Les Yper-Sound", pero entiendo que quieran recordar a los más despistados que son una banda con mucho más que un gran disco a sus espaldas.

 

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