Regreso al pantano
ConciertosGuadalupe Plata

Regreso al pantano

7 / 10
Raúl Julián — 30-11-2025
Empresa — La Cueva del Jazz
Fecha — 29 noviembre, 2025
Sala — La Cueva del Jazz en Vivo
Fotografía — Raúl Julián

Guadalupe Plata regresaban al escenario de La Cueva del Jazz en Vivo –hábitat que conocen bien en base a un puñado de visitas previas– en este caso con una fecha incluida dentro de su gira ‘Hoy han llovido serpientes’. Lo cierto es que, a estas alturas, el efecto sorpresa ha menguado, en una circunstancia que a su vez resta pegada global al concierto de los de Úbeda. Tampoco es difícil echar de menos a Paco Luis Martos y su barreño, a pesar de que Pedro de Dios Barceló y Carlos Jimena defiendan sus canciones con empaque y en cierto tramo hasta se hagan acompañar de un tercer miembro de presencia algo anecdótica (encargado de pandereta, botella de anís, cencerro y otros cachivaches).

En cualquier caso, el reencuentro con el blues pantanoso y visceral del combo siempre resulta satisfactorio, irregular en la intensidad del trazado, pero convincente en base a temas tan apañados como “Baby me vuelves loco”, “Rata”, “Milana”, “Duermo con serpientes”, “Gatito”, “Huele a rata”, “La cigüeña”, “Serpientes negras” o “Calle 24”. Una actuación de hora y cuarto que comenzó a buen nivel para desinflarse levemente en la parte intermedia, antes de recuperar impulso en ese epílogo que remachó el buen sabor de boca. Un viaje adornado con los elementos habituales: habilidosos punteos, generosas distorsiones de alma shoegaze, un batería de lo más fiable, y aquel plano siempre recurrente versado en torno a demonios, ratas, inframundos, serpientes, infiernos y gatitos.

Una fábula sonora embarrada en torno a un relato tan consabido como en realidad aún con suficiente vigencia y validez. En la que hasta ahora es su última visita a Zamora y ante una sala llena, Guadalupe Plata hicieron un representativo repaso por sus casi dos décadas de vida, apostando por la sobriedad empática de otras ocasiones y, en definitiva, evitando cualquier tipo de novedad en su discurso escénico. Para bien o para mal. O lo que es lo mismo, brindando una oferta que cabría entenderse con idéntica legitimidad como agradable y familiar reencuentro o como un déjà vu rebajado y ya no tan ardoroso como antaño.

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