Quince años de Fiestas Demoscópicas en Galicia y Castilla son ya palabras mayores. Al echar la vista atrás, sólo de refilón, caemos en la cuenta de que el concierto de Triángulo de Amor Bizarro con Jiménez del Oso, Armadillo, Pedro Granell y The Majestics en la sala Capitol fue en 2005, o que ya han pasado ocho años desde el de Novedades Carminha, Roger de Flor y Los Cadáveras en el Mondo Club de Vigo, ciudad a la que hemos vuelto en varias ocasiones más. La última de ellas hace menos de un mes para celebrar una nueva Fiesta Demoscópica que siguen teniendo un efecto renovador para nosotros y, tal vez, para la escena musical independiente de Galicia y Castilla y León.
Cora Velasco dando vida a Cora Sayers fue la primera en pisar el escenario y sobre él dejó constancia de un notable aplomo artístico cómo intérprete y una inusual naturalidad a la hora de fundir distintos registros estilísticos en cada canción, además de mostrar sus dotes de serena frontwoman conduciendo el curso de una actuación en la que también brillaron los músicos que la acompañaban esa noche. Tras un breve intervalo vendría el turno de Os Amigos dos Músicos que llegaban para ofrecer su primer concierto en la ciudad viguesa. La expectación era palpable entre el público y los de Ourense no defraudaron. Cierto es que su sonido guarda semejanzas con el de formaciones estadounidenses de folk/rock cómo The Band, pero no es menos cierto que en vez de centrarse en la mera recreación, hunden sus raíces en el abundante acervo cultural de Galicia para dotar a sus composiciones de una orgullosa identidad propia.
El encendido de la traca final corrió por cuenta de los tres componentes de Ciconia después de meterse cinco horas de coche, las que separan Valladolid de Vigo, entre pecho y espalda. Un anticipo de lo que les espera en la extensa gira por la península que empiezan este mes junto a los madrileños Vita Imana. Acostumbrados a la carretera, han recorrido ya un buen número de países europeos, el viaje no pasó factura y dieron un concierto magistral donde demostraron lo arrollador y preciso que puede sonar un trío de heavy rock compuesto por bajo, guitarra y batería en la elaboración de piezas instrumentales donde las etiquetas se diluyen con la misma rapidez que los dedos del guitarrista se mueven por el mástil.
En el siguiente vídeo, Martians ha recogido las impresiones de los grupos invitados.
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