La cita con Elbow se vió obligada a cambiar de escenario pasando del Casino de l’Aliança del Poble Nou a la más céntrica Sala Apolo. Suponía el tercero de los tres conciertos del recién estrenado ciclo Imperdibles San Miguel, programado por Primavera Sound y que reunió en tres fechas diferentes a grupos como Mogwai, Explosions in The Sky y Elbow. El concepto de este ciclo era el de traer a recintos más recogidos a bandas ya consagradas. En el caso de Elbow con este traslado se obvió está premisa por causas ajenas a la organización. Centrándonos en lo que dio de si la última velada del Imperdibles, sin duda fue la menos rotunda de las tres. Era difícil competir con las propuestas sónicas de Mogwai y Explosions in the Sky. Así que Howling Bells presentaron su recién estrenado “The Loudest Engine” con el que ejercieron de teloneros sin ofrecer grandes sobresaltos. Luego Elbow cogieron el testigo jugando prácticamente en casa. Y es que el 85 % del aforo lo concentró la comunidad británica afincada en Barcelona. Así que desde buen principio, Guy Garvey y los suyos se mostraron relajados –a veces más de la cuenta – haciendo que aquello pareciese un bolo de pub más que otra cosa –algo tendrá que ver que los de Manchester tengan su propia cerveza. Empezaron con “The Birds” y “The Bones of You” para enlazar con “Mirrorball”, pertenecientes a sus dos últimos álbumes, y así marcaron la pauta de lo que sería la selección de temas para el resto de la noche. Tras “Neat Little Rows” llegó uno de los momentos álgidos –que no abundaron- del concierto, en forma de “Grounds for Divorce”. Aquí Garvey se agenció un tom-tom para reforzar la contundencia de la percusión, y lógicamente se llevó una de las ovaciones de la noche. Pero después llegó el desierto, con un tramo de temas bajos de revoluciones y continuas interrupciones en forma de monólogo del que llaman “el poeta del pueblo”. Así se plantaron en el bis, que se conformó con la triada “Starlings”, “One Day Like This” y “Station Approach”. Ciertamente fue un concierto poco electrizante, que sirvió para entender todavía menos el éxito rotundo de esta banda que en su país cuenta los conciertos por “sold out” en auditorios más bien grandes.
Totalmente de acuerdo. En el concierto de Madrid empezaron muy bien pero luego me aburrieron con las charlas y las canciones de voz y piano. Al final remontaron pero me esperaba bastante mas y ademas no tocaron los hits del primer disco.
Otro que piensa lo mismo. La cosa empezó bien, pero ese rollo que se llevaban, más los eternos monólogos y lo empalagoso de sus carácter, acabó por resultarme un concierto eterno y soporífero.
Pues yo soy tan tonto que olvidé ir a verlo.
En fin...
Yo los vi en el super bock este verano y entendí que guy es más showman que cantante, de ahí las charlas que se marca. Pero su concierto estuvo bien
A mí me pareció un concierto sublime. No sé que tiene de malo expresar una magnífica complicidad con el público sin olvidar una ejecución del directo excelente. A algunos nos gustan las referencias a los temas de los propios autores, las dedicatorias, los guiños a la audiencia...
(cont.) mucho más que la la estrella distante que mira a un punto en el horizonte. Elbow es emotivo y se presta a ese estilo, no es shoegaze, Garvey consigue mirar a los ojos a todos y cada uno de sus seguidores durante la actuación, sin grandilocuencia. Un 10.
Desde Bilbao me planté en Madrid (o estaba en England??jejeje) con muchas muchas expectativas. Y fue una decepción!!! Mucha charla, gran parón a medio concierto. Pedazo de voz, vale. Pero también se pueden lucir los músicos, digo yo. El último disco describe lo que pienso del concierto...
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