"Bumma Sanger" sigue la misma línea que "G.A.F.F." y "New Romeo Agent", los dos adelantos que Tropical Fuck Storm estrenó hace un tiempo, con guitarras penetrantes y una percusión turbia. Gareth Liddiard canta sin rodeos sobre la pandemia y como referencia es necesario saber que "sanger" significa "sándwich" en la jerga australiana.
"Deep States" explorará nuevos terrenos musicales y profundizará en el estado subjetivo del pánico contemporáneo. La banda narra aventuras extrañas en el arte de gobernar y la vigilancia y reflexiona sobre el enamoramiento global con el resurgimiento de los fascismos.
Aún así, la banda asegura que "Deep States" no es un álbum de protesta. La banda es demasiado cautelosa con la importancia que se atribuye a las canciones en el modo didáctico y cree que predica a escondidas, siempre consciente del hecho de que están haciendo música pop, después de todo, sin importar lo vanguardista sea.
La magia de Tropical Fuck Storm recae en la intersección entre su narración oscura pero satírica y los arreglos musicales que intentan pervertir los cánones y las lecciones recibidas. Estas canciones son un experimento, avanzando y retrocediendo a su propio ritmo idiosincrásico y profundamente inquietante. Se cuelgan del ritmo oblicuo y se deslizan en jams llenos de distorsión y jazz tan tumultuosos que enorgullecerían a Charlie Mingus.
Musicalmente, "Deep States" va a donde quiere, con riffs de pop, R&B, new wave al estilo de Talking Heads, Delta blues, Tom Waits y algunos de los favoritos del hip-hop de la banda, como Wu-Tang Clan y Missy Elliott. Las barreras no solo se rompen, sino que parecen haberse derrumbado por completo.
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