El disco se compone de doce "letanías”, que suponen los doce cortes del álbum. Nick Cave comenta que se encontraba en pleno confinamiento “apocalíptico y al mismo tiempo aburrido”, cuando Nicholas Lens le propuso este proyecto. Una letanía, como explica el cantante, “es una petición religiosa en forma de oración”. En este caso, Cave, lo enfocó líricamente como el renacer de un ser humano, dando sentido lingüístico a las notas de Lens.
El proyecto ideado por el compositor surgió en plena pandemia, cuando dio comienzo el confinamiento. Lens cuenta que esta vez no creó ritmos complejos como en las óperas, sino que encontró el sentido en la simplicidad. "Todo el álbum se grabó en una habitación, así que literalmente es un disco de música de cámara!", cuenta Lens
Los dos artistas tenían, como todos, motivos de sobras para escribir letanías y este ha sido el motor de esta maravillosa unión entre los mundos de Nick Cave y Nicholas Lens.
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