La gota que ha colmado el vaso esta vez ha sido la operación llevada a cabo en junio, con detenciones tanto en la sede de la SGAE como en varios docimilios privados, contra el fraude generado en el seno de la entidad alrededor de la "rueda". En su momento, en este breve artículo, intentamos aclarar varios puntos tanto acerca del fraude cometido como del sistema en sí, así que recomendamos echarle un vistazo. Pues bien, con la desvinculación de dicho fraude empieza el manifiesto de los músicos y autores publicado hoy: tanto en su introducción como en el último de los cuatro puntos que lo componen dejan clara su condición de víctimas y cómo este delito ha mermado tanto sus beneficios como sus derechos. También exigen, en el tercer punto, la depuración de responsabilidades y la devolución de las cantidades defraudadas.
Y hemos dejado para el final los dos primeros puntos, pero son probablemente los que más interesan: son los que aluden a la petición de una reforma profunda de la sociedad de gestión. El primero simplemente subraya su intención de reclamar los derechos que les corresponden y dirige la misiva al Ministerio de Cultura, mientras que el segundo establece los principales puntos de esa reforma, que reproducimos aquí:
- La regeneración ética de la SGAE.
- La plena transparencia de la gestión y divulgación de la misma entre sus socios.
- La atribución equitativa y proporcional de los derechos acorde con las aportaciones de cada autor.
- La profesionalidad en la gestión.
La conquista de esos puntos, por supuesto, pasa por una reforma de los Estatutos en muchas direcciones, entre las que ellos apuntan varias: "la posibilidad de que los miembros de la Junta Directiva puedan conceder su representación en la misma a un representante legal [...] el establecimiento de importes fijos relativos a dietas, que impidan el uso de éstas como sobresueldos, la plena transparencia de las retribuciones y repartos relativos a los derechos [...] y reformar el sistema de funcionamiento de los órganos de gobierno de SGAE y el de representación, facilitando el derecho a voto a un mayor número de socios". Actualmente, tal y como explica Patacho de Glutamato Ye-Yé a El País, menos de un 20% de los socios tienen derecho a voto.
Nada nuevo bajo el sol, quizás, pero ha de tenerse en cuenta la firma por escrito de más de una centenar de músicos entre los que están algunos de los grandes recaudadores de la industria, gente como Alejandro Sanz, Melendi, Pablo Alborán o Leiva; junto a otros del espectro indie, como Fernando Alfaro, Francisco Nixon o Second; en una larga lista que incluye nombres que van de Boikot o Reincidentes a Jorge Ilegal y Kiko Veneno. En este enlace se puede descargar el comunicado íntegro (vía El País).
Solo queda esperar, al menos en relación a este frente, a ver si la petición se lleva a cabo o queda en papel mojado. El malestar de músicos y autores, al menos, se ha manifestado con más fuerza, por lo que es un paso adelante (aunque sea pequeño). Ya hay alguna voz crítica con el manifiesto, por ejemplo la de David García Aristegui -coautor del reciente “SGAE: el monopolio en decadencia” (Consonni, 17)-, que criticaba la falta de implicación de estos músicos en las asambleas de la SGAE; o la de la Unión Estatal de Sindicatos de Músicos, Intérpretes y Compositoras, que critica que Patacho ejerza casi de portavoz de los músicos en El País siendo miembro de una asociación, la Junta de Autores de Música (JAM), que no es independiente de la SGAE.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.