Te invitamos a leer un capítulo de “Beyoncé en la intersección”
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Te invitamos a leer un capítulo de “Beyoncé en la intersección”

Redacción — 26-09-2022
Fotografía — Archivo

Hoy lunes 26 de septiembre la editorial Dos Bigotes pone en circulación el libro "Beyoncé en la intersección", escrito por Elena Herrera Quintana, un interesantísimo ensayo sobre quién es Beyonce Knowles, qué representa, cuáles son sus implicaciones en la industria musical, el feminismo y los actuales debates raciales y de clase.

Aquí puedes leer nuestra crítica del libro. Puedes comprar el libro en todas las librerías o directamente en este link. Pero para que te vayas haciendo una idea de lo que te vas a encontrar en el libro te invitamos a que leas el segundo capítulo del libro en estreno especial.

2.1. MTV y el We Should All Be Feminist

En agosto de 2014, Beyoncé fue la encargada del show principal de la gala de los premios MTV. En diciembre de 2013 había lanzado su quinto álbum, Beyoncé, sin previo anuncio, algo bastante peculiar dentro de la industria y seguramente como respuesta a las filtraciones acaecidas en discos anteriores. El disco iba acompañado de un vídeo-álbum integrado por cinco clips12 en los que Beyoncé explicaba las canciones, algunas referencias y los temas que trataba. En dicho álbum, en la canción «Flawless», Beyoncé utilizaba fragmentos de la charla TEDx que la escritora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie había dado en abril de 2013, llamada «We Should All Be Feminist». Para la gala MTV de 2014, Beyoncé proyectó parte de esta charla en forma de rótulos en la pantalla del escenario. La audiencia podía leer: "Enseñamos a las niñas que no pueden ser seres sexuales de la misma forma en la que lo son los niños. Enseñamos a las niñas a encogerse, a hacerse más pequeñas. Decimos a las chicas: 'Puedes tener ambición, pero no demasiada. Debes aspirar a tener éxito, pero no demasiado; de lo contrario amenazarías al hombre'. Feminista: una persona que cree en la igualdad social, política y económica de los sexos".

Al final de la actuación, proyectaba en la pantalla la palabra «FEMINIST» mientras ella permanecía delante. Se convirtió en una imagen icónica y objeto de multitud de memes. En conciertos de su propia gira, así como en la canción original, añadía algunos fragmentos más: "Como soy una mujer, se espera que aspire al matrimonio. Se espera que tome las decisiones de mi vida siempre teniendo en cuenta que el matrimonio es la más importante. Ahora el matrimonio puede ser una fuente de alegría, amor y apoyo mutuo, pero ¿por qué enseñamos a las niñas a aspirar al matrimonio y no les enseñamos lo mismo a los niños? Criamos a las niñas para que se vean entre ellas como competidoras, no por trabajos o logros, sino por la atención de los hombres".

El videoclip de la canción «Flawless» se inicia con la grabación de un programa de televisión en el que el grupo infantil de Beyoncé, las Girls Tyme, reta al grupo ganador hasta el momento, el Skeleton Groove, un quinteto de chicos blancos jóvenes. El vídeo termina con que el grupo femenino pierde por un punto, de manera que la industria se inclina, una vez más, por el grupo de chicos blancos jóvenes.

La actuación de Beyoncé en los premios MTV fue el primer acto —no declaración— feminista que llamó la atención mediática sobre Beyoncé en esta cuestión, era la primera vez que dicha palabra y definición aparecían en un show de tan grandes dimensiones; un show por encargo, no un concierto propio. Se estima que la audiencia a lo largo de la gala a través de multiplataformas (televisión, aplicaciones móviles, tabletas, streaming…) llegó a los 13,7 millones de personas; 8,3 millones la siguieron por televisión. Solo esa noche se generaron sesenta y tres millones de interacciones sociales sobre el tema en redes como Vine, Tumblr, Snap- chat, Instagram, Twitter y Facebook; 12,6 millones fueron tuits (De Moraes, 2014).

Beyoncé, en cierto modo, ya había apuntado maneras: el trío —inicialmente cuarteto— Destiny’s Child del que era cabeza visible en el comienzo de su carrera planteó ciertos aspectos del empoderamiento femenino en canciones como «Independent Women, Pt. 1» (2001)14. En ella se habla de relaciones igualitarias y de la importancia de la independencia —también económica— con líneas como estas: «I buy my own diamonds. I buy my own rings. Try to control me, boy, you get dismissed» («Compro mis propios diamantes. Compro mis propios anillos. Trata de controlarme, chico, y serás despedido»).

En junio de 2011 Beyoncé ya había iniciado su carrera en solitario prescindiendo de la figura de su padre, Mathew Knowles, como mánager, una experiencia dura para ella y objeto de múltiples comentarios en la prensa. Ese año lanzó el álbum "4", donde se incluía la canción «Run the World (Girls)», una oda al empoderamiento femenino en un tono girl power que refuerza la idea de una feminidad todopode- rosa siguiendo la estela de la superwoman moderna:

Who run the world? Girls! Some of them men think they freak this like we do, but no, they don’t. Make your check, come at they neck. Disrespect us, no, they won’t. […] I’m repping for the girls who taking over the world. […] Boy, you know you love it. How we smart enough to make these millions. Strong enough to bear the children. Then get back to business. (¿Quiénes dirigen el mundo? ¡Las chicas! Algunos de ellos piensan que lo hacen mejor que nosotras. Pero no, no lo hacen. Hacen sus cheques, suben el cuello. Nos faltan al respeto, no, no lo harán. […] Represento a las chicas que gobiernan el mundo. […] Chico, sabes que te encanta lo listas que somos como para ganar estos millones. Lo bastante fuertes como para cuidar a los niños y después volver al negocio).

En febrero de 2013 Beyoncé estrenó su primera película autobiográfica, "Life Is But A Dream" , donde afirmaba lo siguiente sobre la industria musical: "Verdaderamente me enfurece que las mujeres no tengan las mismas oportunidades que los hombres, o el mismo dinero, ya que estamos. Porque, asumámoslo, el dinero da a los hombres el poder para dirigir los shows, les da el poder para definir nuestros valores, para definir lo que es sexy y femenino, y esto es una estupidez" (2013).

De nuevo, la independencia económica está en su centro argumental, pero también se refiere al poder social y simbólico que esta confiere para dominar y producir el propio material, definir la realidad y marcar agenda.

Para mayo de 2013, la Vogue británica preguntaba a Beyoncé si era feminista y ella respondía moderadamente: "No lo sé. Esa palabra puede ser muy extrema. Pero supongo que soy una feminista de hoy en día. Creo en la igualdad y en que tenemos un camino por recorrer. Es algo que se ha dejado de lado y nos han condicionado a aceptarlo. Pero estoy felizmente casada. Amo a mi marido" (Ellison, 2014).

Como vemos, hay una extraña pero común asunción de que las feministas heterosexuales no se casan o no aman a sus parejas cuando las tienen. Así mismo, traza una relación directa entre feminismo e igualdad, y habla de esto último como algo que se ha colocado en un plano secundario.

A finales de ese año, la cantante lanza el álbum "Beyoncé" con los samples de la charla de Ngozi Adichie, casi en una escalada de toma de conciencia feminista. En ese mismo disco, en la canción "Partition", utiliza fragmentos en francés de la película "El gran Lebowski" (1998), concretamente algunas aseveraciones que hace el personaje de Maude Lebowski, una artista feminista: "¿Te gusta el sexo? Con sexo me refiero a la actividad física, al coito, ¿te gusta? ¿No te interesa el sexo? Los hombres piensan que las feministas odian el sexo, pero es una actividad muy estimulante y natural que las mujeres aman".

Algunas voces, como el profesor de música Kai Arne Hansen en "Empowered or Objectified? Personal Narrative and Audiovisual Aesthetics in Beyoncé’s “Partition”", entienden esta declaración de intenciones como una ruptura con el modelo binario de género convencional en el que la sexualidad masculina y femenina se entienden como activa y pasiva respectivamente, sin existir en realidad razón alguna para pensar que ambos géneros no están interesados por igual en el sexo, de cualquier tipo (Hansen, 2015: 10). Así mismo, la atribución de una característica hipersexual a las mujeres afroamericanas (y otras mujeres racializadas) mediante las llamadas «imágenes de control» (Collins, 2000) supone que solo las mujeres blancas encajen en esta lectura de las relaciones sexo-género.

Lo que sí es cierto es que esta decisión parece ser una res- puesta a la eterna discusión del sexo y el feminismo, rompiendo con el extendido estereotipo de que a las feministas no les gusta el sexo, o incluso sosteniendo por parte de la artista un feminismo prosexo de corte anglosajón.

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