"Muchas canciones que he escrito son muy hipócritas"
EntrevistasXavibo

"Muchas canciones que he escrito son muy hipócritas"

Martín Corral — 04-09-2025

Bajo el imperativo admonitorio “No Te Enamores”, Xavibo nos regala un cancionero donde abandona su devoción al trece y se permite ser imperfectamente humano. Los doce cortes del largo mezclan folk americano con su experiencia personal llevándolo a nuevos terrenos como la música latina, la electrónica y la poesía.

Eres una persona mediática a pesar de hacer música desde un lugar íntimo. ¿Cómo quieres que el mundo vea al Xavibo de este disco y cómo te sientes percibido?
Yo siempre digo que soy una persona que vive de la tragicomedia aunque el drama ocupe más tiempo que la comedia. A mí me gusta mucho bromear sobre todo lo que me pasa en mi vida y sí que con la música intento desahogarme y que me sirva como terapia. De hecho, desde que estoy en terapia —que ya llevo casi tres meses— no he escrito ninguna canción. Veremos cómo me sienta a la hora de componer, porque sí que creo que la música me ayudaba en ese proceso terapéutico. Siempre me gusta escribir sobre cosas muy íntimas, sobre cosas que a lo mejor no diría hablando, y luego la parte en la que me muestro, por ejemplo en las redes sociales, o la forma en que me percibe la gente. Yo creo que me percibo como una persona mucho más extrovertida o, de alguna manera, es la parte de la comedia; al final tengo las dos cosas. Creo que soy una persona con la que puedes reírte un rato y luego, si quieres hablar de otra cosa, y llorar también, me gusta mostrar las dos caras.

"Alguna canción me ha dado algún problema personal"

Las canciones de tu “No te enamores” van de la reflexión a la borrachera pasando hasta por un poema como es “Poema sobre no amarse más”. ¿Cómo ha sido el proceso de composición de este disco?
Este último álbum lo hice en casa, en el salón. De hecho, la mayoría de las guitarras finales del disco se grabaron allí y muchísimas voces fueron el día de la demo. Para mí es complicado recrear el sentimiento de ese día después. Empecé este disco con una guitarra, normalmente sacamos una rueda de acordes y luego yo, al final, vengo de un mundo donde de adolescente hacía mucho freestyle. Me pongo a improvisar encima, me grabo con la grabadora, y muchas frases y melodías se quedan en la canción para cambiarlas y pulirlas después. Sobre todo pienso un poco en cómo estoy ese día y qué quiero transmitir. Con esa idea ya voy improvisando y soltando cosas a modo de desahogo, y después me siento a pulirlo todo.

Gran parte del disco lo has compuesto y producido junto a Daniel Sabater y Lex C a diferencia de tu anterior largo donde eres el único que firma las letras de las canciones. ¿Cómo ha sido trabajar con ellos?
Sí, a mí me gusta mucho sentarme y compartir arte con otras personas. Antes el ego no dejaba que otros entraran dentro de mis canciones, y ahora llevo mucho mejor eso. Si alguien me puede aportar algo siempre es bienvenido. Concedo créditos a todo el mundo por una mínima frase que diga en la canción; no tengo ningún problema con ello. Lo guay ha sido que tengo una relación personal muy buena tanto con Lex como con Daniel Sabater y con Chechu, que ha sido el otro productor y compositor. Nos juntábamos en el salón de casa, bebíamos vino, tocábamos la guitarra y grabábamos canciones. Como me lo he pasado tan bien haciendo este disco, nunca me lo había pasado tan bien haciendo música como con este álbum.

Tu discurso como artista siempre gira en torno al amor y desamor y sin embargo me sorprendiste en la presentación del disco con tu reivindicación anti gentrificación ¿Podremos verte en el futuro cantar fuera del espectro de lo romántico?
Me encantaría, pero no sé. Tal vez podría hablar de otro tema, pero probablemente desde un punto de vista de desamor o amor. Por ejemplo, lo que decía de Mallorca y el turismo lo relacionaba con una relación a distancia. Siento nostalgia por la ausencia de Mallorca cuando estoy en Madrid, pero todo parte de una historia romántica, por mucho que el tema sea otra cosa.

Hace unos meses te hiciste viral por una performance en la que te encerraste a vivir en un escaparate durante 13 días. ¿Cómo lo viviste a nivel personal?
Era algo que me apetecía mucho y siempre me apetece: que cada canción o cada disco tenga su envoltorio lleno de otras ramas que expliquen el contexto. Igual que hicimos lo del escaparate, hicimos otras varias cosas, por ejemplo un concierto solo para solteros. Fue en Malasaña, en el Club Malasaña. El día de San Valentín, para los que no tenían plan, pusimos una novia a la fuga: apareció una novia corriendo entre el público, la rozábamos con el ramo. Y en Navidad pusimos un cartel enorme en el metro; me gasté el dinero solo en eso. Siempre me ha gustado el tema de la performance. Ya habíamos hecho de todo, incluso en agosto me envolví en papel de burbujas en Madrid y la gente me decía “¿qué haces, estás loco?”. Pero la del escaparate fue la que se hizo viral y de la que más se habló. Esa acción era para mí un monólogo, una actuación sobre la soledad que sientes al terminar con tu pareja. Imaginé un teatro urbano donde yo empezaba mi vida en solitario aprendiendo a estar solo. Me gustó mucho porque al final la gente formó parte de la performance: yo intentaba aprender a estar solo y la sociedad no me dejaba estar tranquilo.

¿Qué fue lo más impactante de la experiencia?
En lo personal, el tema de la presencia: lo poderoso que es la mente y que al estar presente logras algo parecido a la felicidad. Eso me voló la cabeza. Leí muchísimo durante esos días, creo que no había leído tanto en mi vida, y lo otro impactante fue ver que la gente, aún con un cristal y cámaras las 24 horas, es capaz de hacer cosas vergonzosas. Me sorprendió muchísimo ver de lo que es capaz la gente cuando no hay cámara; es preocupante. Al final fue casi un experimento social o un estudio sociológico, aunque no era la intención. Me gustó pensar que el cristal del escaparate se convirtió también en un espejo y reflejó a muchas personas.

En tu disco haces referencia a uno de los mayores referentes de la performance, Marina Abramovic. ¿Es directa a ella o un juego de palabras?
No, no, no. Es porque mi expareja se lleva muy bien personalmente con Marina Abramovic. Tuve la suerte de conocerla y además nos invitó a la Ópera de Londres. Fue increíble, ella muy simpática con nosotros.

Hablabas de lo terapéutico de tus canciones. ¿Qué poder tienen tus canciones sobre tus propias heridas románticas?
Soy una persona a la que le cuesta mucho exteriorizar. Antes de ir a terapia, la única manera de exteriorizar mis sentimientos - porque me cuesta hablar con mis amigos y familia - era escribiendo canciones. Eso me ha ayudado muchísimo. Aunque tengo que decir que hay muchas canciones que he escrito que son muy hipócritas, porque si hay canciones escritas desde mi punto de vista y ser yo la víctima pero también está el punto de vista de alguien a quien quizás he podido hacer daño yo también.

"Ahora mismo estoy más inspirado en catalán que en castellano"

Este ejercicio terapéutico en tu música deriva en una presentación vulnerable como artista. ¿Te da miedo exponer tanto tu vida a través de tus letras?
Me da más miedo por mi familia, porque al final me da pena cuando me dicen “¿Xavi por qué no nos has contado esto? O alguna vez incluso he hecho referencia a mi madre o a mi padre y esa clase de cosas sí que me dan más apuro. Por lo demás no tanto, porque llevo mucho tiempo haciéndolo y ya me he acostumbrado, pero sí que alguna vez alguna canción me ha dado algún problema personal.

Una de tus mayores obsesiones es el número 13 y este disco sólo tiene 12 canciones. ¿Qué hay detrás de esta decisión?
Claro, está todo el mundo el mundo con ese tema. Yo siempre digo que me gusta pensar en las obras para quitarme presión de encima como si fuera un work in progress. Como que esta no es la obra final de mi vida, Xavi, quítate presiones. Me molaba el hecho de que tuviera 12 canciones y que para mí fuera una obra incompleta que quizás en algún momento pueda completar. Pero soy una persona que vive mucho del momento y siento que enfriar las canciones muchísimo tiempo hace que se pierda esa magia del momento. Entonces ¿Quiero que haya canción 13 en algún momento? Quizás ahora mismo pienso que sí quiero que la haya ¿La hay? No. Realmente no está escrita.

La performance duró 13 días, que es el mismo número de canciones de tus dos anteriores discos ¿Qué es lo que te permite ser imperfeccionista ahora?
Pienso que me genera un reto. Yo saco un disco y siempre es la insatisfacción del no saber qué hacer. ahora mismo, saber que buscar un tema 13 con todo el hype que supone, la expectativas, el nivel al que tiene que estar, despierta algo en mí. De repente si quiero hay una búsqueda, buscar el 13 es como una nueva aventura. Y me apetece mucho.

Uno de los temas más curiosos e imperfectos del disco es el poema de 20 segundos que funciona como interludio ¿Entraba en tus planes incluir “Poema sobre no amarse más” originalmente?
Yo siempre digo que en algún momento de mi vida sacaré un libro cuando piense que estoy a la altura de sacarlo, porque hay muchos artistas que han sacado libros que con todo el respeto son un poco desastrosos. Entonces no quiero sumarme a esa lista. Y siempre en los conciertos leía uno o dos poemas de algo que yo había escuchado. Entonces me parecía que en este disco de desamor tenía que haber un poema y yo quería empezar el disco con un poema pero no me gustaba ninguno para empezar el disco.

También es tu primer disco con una canción en catalán ¿Cómo surge Niguls?
En 2022 saqué una canción con Lil Dami y Sr.Chen pero que solo tenía 4 frases en catalán. Pero este último año he pasado mucho tiempo en Cataluña, he descubierto mucha música catalana, cultura de aquí y de repente he conectado con una parte de mi infancia y mi familia y dije tengo que escribir una canción en catalán sí o sí. Así escribí Niguls que encima me gusta mucho porque es una palabra que solo usamos en Mallorca. Creo que era necesario, ahora mismo estoy más inspirado en catalán que en castellano por el tema de que es un idioma musicalmente nuevo para mí. Me gusta mucho y creo que voy a seguir sacando alguna que otra más.

Además del poema y Niguls está el western “Tanta vida” o la latina “Amor mío”. ¿Cómo confluyen géneros tan distintos en este disco?
Para mí el disco iba a ser una mezcla de folk americano y electrónica y al final acaba siendo como más folk en general. Una electrónica si quedó en el disco, la de “Necesito dormir”. Luego creo que el folk americano y el country de “Tanta vida” por así decirlo conviven bastante bien y todo tiene de base conceptual el desamor, que es el índice conductor. Con “Amor mío” también me gustaba acabar el disco con otro género y que fuera como vale, vamos a hablar de nuestro fracaso amoroso y simplemente vamos a bailar y celebrar el fracaso.

 

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