"Cada vez tenemos menos prejuicios"
EntrevistasWolf Alice

"Cada vez tenemos menos prejuicios"

Sergio Ariza — 10-09-2025
Fotografía — Rachel Fleminger Hudson

Si comparamos la portada del cuarto disco de Wolf Alice, “The Clearing” (RCA/Sony, 25), con las tres anteriores veremos a una banda que ha ganado mucho en confianza y no tiene miedo de ser más ambiciosa.

Mientras Ellie Rowsell se lleva el foco a medio camino entre una estrella del rock y una diva pop, Wolf Alice no tienen miedo en reconocer que son ambiciosos y que su paso a una multinacional, tras tres discos con Dirty Hit, no es una casualidad, sino toda una declaración de intenciones sobre sus ganas de comerse el mundo.

Me reúno con ellos después de verles la noche anterior en un concierto exclusivo en el Teatro Barceló de Madrid en el que se puede sentir esa nueva confianza y seguridad en toda la banda, Rowsell a la voz, Joff Oddie, a la guitarra, Theo Ellis, al bajo, y Joel Amey, a la batería. Les pregunto si sienten esa seguridad en sí mismos y si piensan que están sonando mejor que nunca, a lo que Ellis me admite que todavía están en proceso de rodaje. “La verdad es que llevábamos tanto tiempo parados si tocar que no me acordaba de lo increíble que es hacerlo, es como que te vuelves a dar cuenta de lo importante que es tocar en directo en nuestras vidas, de lo bien que nos hace sentir”. Luego decido preguntarles si creen que ese salto a una multinacional podría ser visto en algún sector como que están buscando el éxito a toda costa y se revuelven un poco, aunque Oddie reconoce que: “A veces, cuesta admitir que una banda pueda ser ambiciosa, pero nosotros lo somos. Esta es una gran oportunidad de llegar a más gente, y la hemos cogido. Nos han pasado cosas maravillosas a lo largo de nuestra carrera y esta es una de ellas. Es un privilegio que nos permite seguir aspirando a más”.

"Con este disco quisimos dar un paso atrás y dejarlo en algo muy esquemático, tocando cosas más acústicas”

Una de las influencias de este disco parece haber sido el documental “Get Back” de The Beatles y esa especie de vuelta a tocar como un grupo, sin tanta utilización del estudio, algo que me reconocen totalmente. “En este disco nos hemos tenido que centrar más porque cuando quitas varias cosas, para buscar un sonido más desnudo, como los pedales de distorsión y otras cosas, te das cuenta que tocar sencillo es muy difícil. Yo creo que este disco me ha hecho un mejor músico”, me comenta el guitarrista de la banda. Precisamente la guitarra de Oddie deja de estar tan presente en el disco, sustituida por el piano y, sobre todo, por la voz de Rowsell, verdadero foco principal de este “The Clearing”. Sobre todo ello se pronuncia la propia cantante. “En este disco no queríamos ese muro de sonido con guitarras. Lo que nos lleva de vuelta a lo que hablábamos de ‘Get Back’, que cada instrumento tenga su propio espacio no esas guitarras creando un muro de sonido que es como si se comiera lo demás”. Algo que también admite el guitarrista. “Es muy fácil meter capas y capas de guitarra, con pedales distorsionados y ruidosos, pero ponerte en la situación de que eres solo uno más en un contexto más amplio, ese es un desafío mucho mayor”. Y es que, para dar forma a “The Clearing”, Wolf Alice han tomado como principal inspiración el sonido pop de los setenta, cuando bandas como Fleetwood Mac dominaban las listas. “Más que de un artista o banda en particular, hablamos de ese sonido pop característico de los setenta, que iba muy a favor de las canciones. Todo puesto al servicio de la canción. Para hablar de referencias específicas deberíamos ir canción a canción”, apunta Rowsell al respecto. “Yo creo que lo que pasa es que las bandas tenemos acceso a una gran tecnología y a muchas herramientas y eso, al final, puede afectar a la composición de las canciones y a los arreglos, así que con este disco quisimos dar un paso atrás y dejarlo en algo muy esquemático, tocando cosas más acústicas”, completa Ellis.

En este nuevo acercamiento, el piano toma una nueva dimensión. “Creo que cada vez me gusta más el piano. Cada vez compongo más canciones con él, así que luego no quiero quitarlo y queda bien junto a la guitarra”, me comenta Rowsell al respecto, quien además se ha encargado de los pianos del disco junto al productor, el renombrado Greg Kurstin, quien también ha echado una mano en el proceso compositivo. “Es un pianista con mucha práctica y que se sabe toda la teoría. Puedes sacar mucho partido de todos sus conocimientos, de sus progresiones de acordes. Le presentábamos una canción y nos decía ‘¿Sabéis que después de ese acorde podéis utilizar este otro?’. Y la verdad es que el resultado quedaba alucinante. Así que era algo brillante. Hay que ponerlo, escribir con él ha sido muy colaborativo”.

A esas nuevas influencias de las que hablábamos unas líneas atrás, debemos sumar también la de la banda inglesa de folk rock Pentangle. “Ha sido claramente una de las influencias del disco”, comenta Amey, el batería, poniéndome un ejemplo concreto, el de su actuación en un programa de televisión de 1972 interpretando “Wedding Dress”. Esa influencia se puede apreciar sobre todo en “White Horses”, aunque en esa misma canción también respire otra influencia que ya se había dejado notar con anterioridad en la música de Wolf Alice, el krautrock. “Si te gustan Can, hay una especie de ritmo pre-motorik ahí. Es una canción un poco bailable y todo, algo que creo que también tenía el krautrock. Pero a nosotros ya nos había influido con anterioridad el krautrock, como podía apreciarse en ‘Giant Peach’ [de su álbum “My Love Is Cool” de 2015]”, sentencia Oddie. De la canción, también sorprende que Joel Amey sea el cantante principal, aunque Rowsell también añada una gran segunda voz. Me intereso por saber si siempre estuvo pensado así o surgió mientras preparaban el disco. “Tenía una demo que llegó al final de la época en la que estábamos componiendo para ‘The Clearing’. Estaba influido por otras canciones del disco, así que se la pasé a la banda. Ellie escribió la letra y todo el mundo aportó. Al principio, en la demo, era solamente yo cantando, pero en cuanto Ellie añadió su voz se convirtió en algo mucho más potente”.

Una de las mejores canciones del disco es “The Sofa”, de la que intuyo que va a ser el siguiente sencillo de la banda, cosa que me confirman. “Premio. Va a ser el segundo single”. Les comento que me ha llamado la atención esa referencia a quedarse atascados en Seven Sisters, en el norte de Londres, la zona de la que proceden. Como cuando Pulp me hablaron de lo importante que era para ellos ser una banda del norte del país. “Es interesante que digas eso, porque creo que todo el mundo tiene un hogar. Y nosotros, en la banda, estamos conectados por nuestra pertenencia a ese lugar. Solíamos beber por el norte de Londres, puesto que nuestras casas estaban allí. Es como lo que decías con Pulp y Sheffield. No creo que sigan viviendo en Sheffield ahora, pero tus raíces están ahí”.

"Recuerdo perfectamente cuando descubrí a Jeff Buckley con su disco ‘Grace’"

La influencia del soft rock de los setenta también se constata en “Just Two Girls”, algo con lo que están de acuerdo. Así nos ponemos a hablar de esos tiempos –por ejemplo los años noventa– en los que había más recelos sobre lo que te gustaba o lo que decías que te gustaba. “Personalmente, cada vez tengo menos prejuicios, pero creo que, en general, también las bandas y artistas más jóvenes por el streaming y todo eso. Antes la gente era mucho más de ‘Yo solamente escucho punk’”, comenta Rowsell. Oddie comparte también esa opinión y pone como ejemplo a Turnstile, la banda de hardcore con la que han compartido cartel en festivales como Primavera Sound o Glastonbury. “Míra por ejemplos a una banda como Turnstile. Vienen de la escena hardcore, pero están abiertos a muchas otras cosas mientras que antes la etiqueta ‘hardcore’ era mucho más reductiva”. Aprovechando que les hayan citado, les pregunto por quienes piensan que son las mejores bandas de rock de la actualidad y salen nombres como Turnstile, Big Thief, Fontaines D.C. o The Lemon Twigs, en los que todos los miembros de Wolf Alice parecen ponerse de acuerdo. Amey considera que “lo que están haciendo The Lemon Twigs es una maravilla. Lo que consiguen en el estudio es increíble”. Oddie, por su parte, cree que “son una de las mejores bandas que he visto en directo”, mientras que Rowsell concluye “Su ‘Everything Harmony’ es increíble”.

A pesar de las influencias pop, en “The Clearing” sigue habiendo lugar para el rock. Es más, a propósito del sencillo de presentación, “Bloom Baby Bloom”, Ellie Rowsell sacó a colación la influencia de Axl Rose de Guns N’Roses a la hora de cantar. Eso me lleva a preguntarle por sus vocalistas de referencia cuando empezó a cantar. “No estoy muy segura, pero recuerdo perfectamente cuando descubría a Jeff Buckley con su disco ‘Grace’. Era música rock, o eso creo [risas], pero su voz sonaba como si cantara desde la iglesia, desde el coro de la iglesia. Tenía una fuerza increíble. Así que podríamos decir que él fue mi primera gran referencia”. Lo que es evidente es que ella nunca había estado más cómoda en su papel de frontwoman. Ha llegado incluso a nombrar como modelos a estrellas pop no convencionales como Charli XCX o Caroline Polachek, así que quiero saber qué es lo que le atrae de ellas. “No sé muy bien cómo explicarlo, pero escuchándolas no siento que tengan veintiún años, en plan ‘mi juventud se ha escapado para no volver’. Las escucho y pienso ‘Perfecto, solamente estoy comenzando’. Además, son fantásticas”.

Por último, mientras se acercan para comunicarme que nuestro tiempo se acaba y aprovechando que estamos hablando ya de otros artistas, decido preguntarles por cuáles son en su opinión los discos más importantes del cuarto de siglo XXI que llevamos consumido. Su curiosidad se despierta, aunque no hay tiempo para pensárselo mucho. “Nos tienes que dar tiempo para contestar bien a eso, que no se nos olvide ninguno [risas]”, comenta Amey. En cambio, Oddie no puede resistirse a nombrar su favorito de estos veinticinco años. “Bueno, si estamos hablando de discos de este siglo, uno que tiene que estar seguro es ‘Is This It’ [The Strokes, 2001]. Es un disco impecable de principio a fin. Ese álbum cambió la escena”. El comentario lleva a que Ellis se anime también con el suyo. “De la misma época te diría ‘Aha Shake Heartbreak’ [Kings Of Leon, 2005]. Es otro disco perfecto”.

Para ese momento Ellie Rowsell ya está saludando al siguiente periodista que ha entrado en la sala. Hasta en eso se nota esa ambición de la que hablaban al principio y el fichaje de la banda por Sony: Tienen una jornada maratoniana de entrevistas desde por la mañana hasta la tarde, y parecen totalmente dispuestos a enfrentarse a ello con una sonrisa en la boca, buenos modales británicos y la convicción de que este es su momento y piensan aprovecharlo.

 

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.