Everything Harmony
Discos / The Lemon Twigs

Everything Harmony

8 / 10
Sergio Ariza — 05-05-2023
Empresa — Captured Tracks
Género — Pop

No cabe duda de que una de las influencias más importantes que llevan tatuadas en sus corazones The Lemon Twigs es Todd Rundgren, un tipo que se hizo un disco en 1976 llamado "Faithful" en el que la mitad del disco eran, más que versiones, recreaciones exactas, tanto en sonido como en sentimiento (de ahí el título), de canciones de The Beatles, The Beach Boys, Dylan, Hendrix y Yardbirds. Básicamente eso es lo que llevan haciendo los hermanos D'Addario desde que comenzaron su carrera pero en vez de con recreaciones, con canciones propias, y sumando a los nombrados al propio Rundgren, Simon & Garfunkel, Electric Light Orchestra o Paul McCartney en su época Wings.

Esa especie de pastiche musical es un poco como andar en la cuerda floja, siempre estás a punto de darte un buen trastazo y parecer una risible parodia sin alma, algo que también les ha pasado a estos dos tipos, para los que la historia de la música se reduce al periodo entre 1967 y 1976, y cuyo estilo, tanto musical como visual, proviene directamente de allí.

Hay que tener muy buenas canciones para evitar el ridículo y con “Everything Hamrony”The Lemon Twigs las tienen consigo, ninguna mejor que esa barbaridad llamada "Corner Of My Eye", una preciosidad pop que derrocha tanta clase y sofisticación que haría que McCartney, Brian Wilson y el añorado Burt Bacharach dieran su total aprobación.

Pero más allá de su mejor canción hasta la fecha los D'Addario han sabido entregar su disco más compacto, una pieza de orfebrería pop en la que las melodías, las armonías y la instrumentación vienen inspiradas por otros pero están conjugadas con tanta maestría que uno no puede sino aplaudir el talento de estos artesanos del pop que compensan su falta de originalidad con su atención al detalle y el cariño a su oficio.

Eso se nota en todas las canciones, por ejemplo en "Still It's Not Enough" que comienza como una tranquila canción folk y va añadiendo unas armonías, dignas de Simon & Garfunkel, unas cuerdas y una contramelodía, hasta convertirse en una preciosa canción de pop barroco. En "Ghost Run Free" se nota la huella de The Byrds y eso les da también cierto parecido a los grupos de Paisley Underground de los ochenta. "Any Time Of Day" tiene una melodía y unas armonías tan azucaradas que podría pasar por algo de The Carpenters, pero, como les ocurría a estos, logran que suene honesta y sentida en vez de cursi.

"In My Head" podría aparecer en un disco tan perfecto como el primero de Big Star mientras que en "What You Were Doing" vuelven los guiños al jangle, al power pop y a los de Alex Chilton, pero en este caso a su segundo disco, con la canción más movida en un álbum lleno de medios tiempos. Quizás también porque es su trabajo más personal en lo lírico, con canciones en las que la melancolía y la nostalgia van de la mano, como en ese precioso final que es "New To Me", una canción dedicada a familiares con Alzheimer, en la que con poco más que una acústica y sus cuidadas armonías saben tocar el corazón con frases como ese "Y cuando me coges de la mano y me dices quién soy, volveré a encontrar la conexión de mi corazón".

Evidentemente no hay nada en “Everything Harmony” que suene a 2023, bueno, ni siquiera al siglo XXI, The Lemon Twigs siguen en su particular máquina del tiempo atrapados entre finales de los sesenta y principios de los setenta del siglo anterior, pero en ese multiverso paralelo hay suficientes melodías pop y armonías gloriosas para que lo podamos tildar de atemporal. Sí, son retro pero se hacen querer.

 

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