“La falta de prejuicios es clave para tener estilo propio”

Para qué vamos a andarnos con rodeos: Vulk es uno de los grupos más fascinantes que ha dado últimamente el rock vasco. Verlos en directo es como asistir a un épico combate de boxeo donde se lanzan ganchos en el aire todo el rato. Partiendo de postulados afilados y parámetros punk, llevan dos discos en dos años. "Ground For Dogs" (Elsa Records, Meyo Records, 2018) es, seguramente, la confirmación del fenómeno (estreno en Mondo Sonoro).

Wes Anderson hace una película sobre perros, Black Mirror le dedica un capítulo a unos perros apocalípticos y ahora vosotros, que hasta incluís unos ladridos en “Neu Vision”. ¿Qué tienen los perros que dan tanto juego?
Los perros siempre son divertidos. Se dejan guiar mucho por el instinto, aunque luego tengan que recular; y a la vez son muy expresivos, con poco dicen mucho.

“Las madres son las personas con más fuerza de la humanidad”

Es un álbum inesperado: sale solo un año después del anterior. ¿Era el momento de decir “somos Vulk, esto es lo que hacemos y os lo queremos enseñar cuanto antes”?

Desde luego queríamos enseñarlo cuanto antes. El disco anterior, Beat Kamerlanden, tenía temas muy antiguos y queríamos lanzar algo fresco rápido. También nos gustaba el reto de componer a toda velocidad, sin saber a veces muy bien a dónde íbamos.

Me llaman la atención los cambios de ritmo tan locos qué hacéis, los subes y bajas de las guitarras. ¿Es premeditado o es algo que sale sobre la marcha?
Supongo que una mezcla de las dos. Algunos temas llevaron muchos más quebraderos de cabeza, desmontarlos, volverlos a montar… Sin embargo, otros son bastante más fruto de la improvisación y de dejarnos llevar por lo que sientes al tocarlos en el momento.

¿Cómo lográis sonar tan fuertes y contundentes? Es un disco de estudio, pero tiene la garra y la chispa del directo.
Supongo que es porque en contraposición con el disco anterior - que fue bastante más Frankenstein - este ha sido tocado casi todo en directo, lo cual nos ha molado bastante más.

Habéis grabado en los estudios Brazil de Madrid y en los de Montreal, Navarra, entre noviembre y marzo. ¿Cómo se ha gestado el proceso de grabación? ¿Qué partes habéis hecho en cada uno de los dos sitios?

En cada uno de los estudios hemos grabado 4 canciones. En Brazil grabamos 3 canciones tocando todos a la vez, añadiendo pocos arreglos después, y uno lo hicimos sin batería, con caja de ritmos, pero de nuevo con bajo y guitarras a la vez. En Montreal hicimos la base rítmica bajo-batería a la vez, para que sonase más al unísono y las guitarras las añadimos después.

No sé si es por la duración o qué, pero os ha salido un disco muy compacto. Se escucha del tirón, como un todo.
Creo que esa prisa que nos hemos dado a la hora de componer el disco ha servido para crear esa uniformidad. Para bien o para mal esas eran nuestras ideas. Quizá a otros les suene monótono el hecho de usar recursos similares a lo largo del disco, pero a nosotros nos ha gustado el resultado.

¿Habéis descartado temas para quedaros con las 8 canciones del disco? Es un número extraño para un LP.

En el proceso de creación sí que ha habido descartes, un tema en concreto lo dinamitamos para luego crear “Neu vision”. Pero en general eso es todo lo que teníamos, aunque pocos días después ya teníamos material nuevo. Creemos que 8 es un número muy bueno para un LP. Beat Kamerlanden tenía 8 canciones más un interludio.

Hay aspectos personales en la canción “Urak Errenditu”. ¿De tu madre aprendiste a ser fuerte?
Supongo que sí, de nuestras madres hemos aprendido grandes cosas. Quizá sean las personas con más fuerza de la humanidad.

Reivindicáis a King Crimson, Bowie y a la escena local vizcaína, pero tenéis una fuerte personalidad, inviolable. ¿Cuáles es la clave para tener estilo propio en el rock? ¿La falta de prejuicios?
Desde luego. Aunque tampoco creemos que tengamos un estilo único, sí que procuramos no tener prejuicios ni a la hora de crear ni de escuchar música nueva y que eso influya en nuestras composiciones.