Vacaciones pop
Entrevistas / Profesor Popsnuggle

Vacaciones pop

Redacción — 19-01-2005
Fotografía — Archivo

La supuesta ingenuidad, la ironía más descacharrante, el lounge de bachillerato, el glam petardo, el proto punk y los homenajes –declarados- a la España cañí de Ozores, Pajares y Esteso e incluso Paco Martínez Soria, son las mayores virtudes de Profesor Popsnuggle, la penúltima sensación posmoderna de Subterfuge, con su primer álbum, “El Turismo”.

Un trabajo en el que se reivindican como la propuesta más divertida (con permiso de Airbag) que puede escucharse hoy en día en el territorio independiente. “Nosotros también pensamos que es muy divertido; es increíble la de gente que nos lo comenta. Parece que se echaba en falta algo que en nosotros se da de forma natural, y no es de extrañar. Por desgracia para el público, muchos de sus ídolos se comportan como auténticos oficinistas, eso sí, con un alma sensible y perturbada. Y claro su relación con el arte es poco menos que una tortura. ¡Fíjate, menuda contradicción, un oficinista sensible!”. Máquina del tiempo sonora, que huye despavorida del presente, el repertorio de Profesor Popsnuggle le debe tanto a las viejas sonorizaciones de Sevilla Films (“Me gusta hacer turismo”, “Sor Citroën”, “Campeón de saltos”) como al mod más salvaje (“Discos de importación”), suena a los viejos grupetes yeyés (“No sé qué hacer”, el maravilloso instrumental “8:00 a.m.”) y también a los estándares de la movida de los ochenta (“No lo puedo soportar” o “Eterno masculino”, quizá la mejor del disco). Sea lo que sea, si te propones escucharlos, te aconsejo que destroces uno de los altavoces. Esto hay que escucharlo en mono.

"Sabemos que estamos en nuestro mejor momento y que despertamos la excitación de todo aquel que se fija en nosotros, sea hombre o mujer"

“Sabemos que estamos en nuestro mejor momento y que despertamos la excitación de todo aquel que se fija en nosotros, sea hombre o mujer. En cuanto a nuestro sonido, parte de nuestras influencias son de bandas de los sesenta y los ochenta, que coincide con que son las etapas en las que se ha hecho un pop más fresco y espontáneo. Lo sencillo y breve dos veces relevante... no?”. Aunque quizá el detalle más interesante, el más curioso del disco sea su carácter narrativo, de disco conceptual (sí, sí, como aquellas óperas rock de los setenta). Desde que se abre, con “Me gusta hacer turismo”, hasta su cierre con “Eterno masculino” se va produciendo una evolución, una madurez en las canciones y el sonido que sirve casi de repaso, de viaje a través de las músicas populares y los hábitos de vida de un español medio. Así se pasa de la vieja España de piscinas azules descoloridas y paellas a la España decadente de Varón Dandy los primeros (pseudo) rascacielos y las discotecas modernas. “Sí, claro que es un disco conceptual. Gira en torno a la historia de un turista corriente y anónimo, de esos que fueron carpetovetónicos durante los sesenta y que acabaron por salir del armario en los ochenta. La sensación de madurez es porque va atravesando todas las etapas de la vida en un viaje iniciático por un ascensor de un hotel de Torremolinos. El siguiente disco será mucho más glam”.

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