Antes de dar el salto a la televisión, ya creabas tu propia música dentro del grupo Alter Soma. Pero ¿en qué momento te diste cuenta de que querías dedicarte a la música?
Mi necesidad carnal de hacer música se juntó con las inquietudes de un grupo que conocí y que me enseñó a producir y crear, pero la inquietud siempre ha estado ahí. Pero que esa inquietud se haya transformado en algo que tenga perspectiva de futuro y laboral es otra cosa. Cuando tienes proyección, que es lo que todo artista necesita, busca y desea, pero a veces no tiene, es cuando ya ves que puedes transformarlo en algo más profesional. Tampoco quiero tener muchas pretensiones de mi contenido, aunque sé que hay mucha responsabilidad y que ahora se hará una gira y se tiene que cuidar el contenido, lo trato con el mismo mimo y con el mismo amor que cuando sacaba un álbum autoproducido no Alter Soma. Un amor romántico injustificado.
Participaste en el talent show “Eufória”, lo que te permitió despegar totalmente como artista profesional. ¿Cómo lo viviste? Porque está claro que eres un artista que se sale totalmente del esquema de este tipo de programas…
Es un universo que yo no conocía y fue mi primera inmersión en ese mundo, en el show business, la tele, ritmos rápidos… fue como saltar al vacío. Todos íbamos a ciegas realmente. Yo ahí me encontraba en una fase apática, por tanto me vino bien para tener un poco de emoción, porque siempre estabas a la expectativa de como iba a ir. Hay sensaciones agridulces en esta experiencia, pero yo me quedó con las personas, con el Sant Jordi, con las personas que he conocido a través de eso y con el recuerdo bonito.
"Al principio costó convencer al equipo de que esta era la propuesta, pero ha acabado funcionando"
Al finalizar el programa es cuando empieza tu verdadera carrera dentro de la música. ¿Fueron muy convulsos los meses de después o tenías claro cómo querías enfocar tu proyecto?
Mi mantra es que no tengo claro nada. El nombre del álbum – “Entre fluids” – es para manifestar la indecisión, la contradicción, el estar en un proceso creativo que puede ser pasivo y tener mil líneas distintas, el no abanderarse de una sola causa o género… Había maquetas, había cosas que había producido y la idea era intentarlas plasmar, a un ritmo diario, quedábamos cada día para componer y eso es bonito. Pero, claro, claro, no lo he tenido nunca. Y espero no tenerlo nunca, porque significara que estoy buscando nuevas formas y que estoy inspirado.
Y el primer single que publicas es “Jugular” – junto a “Road trip” – que fue la canción más radiada en Cataluña el pasado mes de febrero. ¿Esperabas que funcionara así de bien?
No lo esperaba para nada. De hecho, al principio costó convencer al equipo de que esta era la propuesta, pero ha acabado funcionando. Intento no hacerme expectativas de lo que hago para no ilusionarme y no ponerme la cruz antes de lo que toca. Y cuando lo escucho por ahí es raro, porque es bonito y es novedoso. Aunque intento estar con los pies en el suelo, porque vale, ahora esto ha funcionado, ha sonado mucho en radios, es brutal, pero todavía tengo mucho que recorrer, estoy en la primera fase de algo que quiero que funcione a medio-largo plazo, por tanto, calma. Intento que no se me suba.
Durante estos meses has ido desglosando varios temas, así como los propios artes de las portadas y videoclips en los que encontramos trabajando a mucha gente. ¿Podemos decir que Triquell es más un colectivo que no una única persona?
¡Me encanta que digas esto! (Ríe). Realmente intento salir del estigma del ego de la persona, como que yo pongo la cara, pero muchas veces el portavoz de un proyecto no es el único componente del proyecto. Y a veces parece redundante decirlo, pero yo sin mi inspiración, sin mi circulo, sin mi gente, pues igual estaría perdido en muchos sentidos. Triquell es un gremio de gente que crea por la necesidad carnal de crear, un gremio audiovisual y de músicos, eso es para mí. Y me gusta defender esto, sobre todo después de salir de un sitio donde me he convertido en un personaje público. Quiero conectar bien con quien me rodea y que el proyecto sea colectivo, porque cuando venga la caída, es la gente que me va a acompañar.
¿Y esto cómo funciona? ¿Tú tienes la voz final de lo que sale o te dejas guiar por los demás?
A mí me gusta que quien me rodea tenga la misma libertad de proponerme o de hacerme una crítica constructiva que la que pueda tener yo. Por ejemplo, mi pareja es directora de fotografía de cine, uno de mis mejores amigos es diseñador gráfico y otro es guionista, mi banda está formada por mis colegas de toda la vida que ahora están tocando en distintas bandas o son DJs… Como que cada uno, con su forma y con su modo, aporta su granito de arena a un proceso que es colectivo. El funcionamiento que tenemos depende del proyecto, de los timmings, del concepto, de cómo trabajamos la idea… A veces quieres más tiempo y no lo tienes, y a veces vas sobrado y puedes hacer las cosas con calma, con cariño, con amor al arte y la estética.
“Entre fluids” es un título que define bastante bien al disco. Porque dentro de él nos encontramos con una amalgama de sonidos que casan a la perfección con tu voz. ¿Qué era lo que buscabas al hacer este disco con géneros tan dispares?
Quería abrir caminos, experimentar y demostrar que no se tiene que pulsar el mismo botón 25 veces para hacer funcionar una maquinaria. Hay muchas fórmulas, muchos espacios que se pueden transmitir, demuestro que puedo crear desde una parte más racional, divertida, revolucionaria, íntima o vulnerable y que hay composiciones de un minuto y medio que se te hacen cortas y composiciones de cuatro minutos que se te hacen un viajazo y pueden estar en el mismo álbum. Todo puede formar parte de una experiencia. Quien sabe, igual en el siguiente álbum estoy experimentando con otras armonías, instrumentos o pluggins.
Y, a parte de mezclar géneros, también mezclas temáticas. Hablas tanto de amor, como de sociedad, tocando muchos palos distintos. ¿Por qué decides hablar de todo y no hacer un disco conceptual?
Evidentemente detrás de la experimentación hay un esqueleto, un empacado colectivo. Se nota que ha pasado por las mismas manos, porque somos los mismos componentes, pero, por ejemplo, las maquetas muchas veces las empezaba con mi colega el Miquel, que tambien es productor, otras con Xavi, otras estábamos todos juntos, otras era escribiendo e imaginado yo melodías y produciéndolas con el ordenador y otras era en el mismo estudio. El proceso es distinto, los timmings son distintos y las energías son distintas porque vamos por fases, por tanto, cada tema tiene una onda distinta. Y queríamos intentar que, aunque estoy en un mercado pop, se notasen nuestras referencias, que son todas prácticamente de fuera.
Aunque la mayoría del trabajo está en catalán, incluyes “Detroit Tango” junto a tu primer grupo, Alter Soma, íntegramente en inglés. ¿Era para mantener la esencia de la banda?
Quería dar importancia a que ellos son el primer grupo de música que he tenido, porque hace tiempo que estábamos juntos, cantábamos en ingles porque nos gustaba, nuestras referencias eran en inglés y a mi se me da bien cantarlo. “Detroit Tango” es un tema al que le tenemos mucho cariño todo el team y creíamos que era la oportunidad perfecta de meter una pieza en inglés. Y quién sabe si en el próximo álbum o en el próximo EP hay una canción en inglés, o dos, o tres. Quiero demostrar que tengo libertad creativa y este es un tema que es muy experimental, pero tiene una energía muy Alter Soma.
"Creo que hay pocos referentes que canten en catalán y no sean clichés, que no sigan un mismo patrón de fiesta mayor y tal"
¿Te planteas cantar en castellano?
Me ha salido menos orgánico. Tengo alguna colabo que sí que he cantado alguna vez, pero me sale menos orgánico. Uno tiene que ser muy consciente y fiel a lo que le sale de forma orgánica. Evidentemente me planteo hacer canciones en castellano, porque podría hacerlo. Quiero durante una época de mi vida irme a vivir a Madrid y creo que si mi día a día está rodeado de gente que habla en castellano y yo empiezo a agilizar más el proceso creativo en castellano pues puede que me salga más fácil, así que no lo descarto para nada. Pero de momento no ha sido esta la realidad. Mi realidad ha sido componer en catalán, pensar en catalán, también en inglés, sobre todo cuando estoy en un ambiente festivo-creativo. Pero de momento quiero crear canciones en catalán, porque creo que hay pocos referentes que canten en catalán y no sean clichés, que no sigan un mismo patrón de fiesta mayor y tal.
Y en todo el trabajo has contado con Arnau Vallvé (Manel) a los mandos de la producción. ¿Cómo ha sido trabajar con él?
Yo tenía maquetas de distintos tipos, unas más verdes, otras más bonitas, algunas tenían composición y letras, otras solo composición, otras letras… y el entró como para poner orden a toda esa cantidad de instrumentales, teníamos un Drive lleno de beats y también tengo un documento con 37 paginas de letras. Entonces decidíamos que letras valen, que letras no, hacia un poco de sherpa. Al final tenemos veintipocos años y él nos hacia de guía, y nos lo ha hecho de puta madre. Gracias a él se le ha dado un sonido profesional a peña que produce con dos altavoces en una nave industrial barata.
A parte de Arnau y Alter Soma, también has contado con Ven’nus y Vernat en cuanto a colaboraciones, huyendo de posibles featurings más mainstream, ¿cuál es el motivo de contar con ellos?
Porque son de Sabadell y los seguía de hace tiempo. Ven’nus es amiga mía desde la ESO, íbamos quedando y fluimos, el proceso creativo fue mucho más ágil porque nos conocíamos. Y en casa de Vernat hicimos un tema en solo dos días. He conocido a otra peña con la que posiblemente tambien haga música, pero con ellos ha salido super bien. Estoy muy orgulloso y solo puedo decir cosas bonitas sobre ellos. Y no he querido hacer una colabo con otros artistas solo por conveniencia mediática.
Ahora toca plasmar todo este trabajo encima del escenario, pero claro, debe ser complicado aunar en un mismo setlist la electrónica “Jugular” con la sentimental “Laberint”. ¿Cómo lo estáis preparando?
Claro, es la explicación perfecta de la dicotomía del álbum. Creo que un tema con el dancedrop de “Jugular” y luego otro que sea una vomitada de sentimientos y de miedo como es “Laberint” pueden cohabitaron, son compatibles, y si se trabaja bien el directo, puede quedar de puta madre.
Y en estos conciertos, ¿incluirás canciones que cantaste en el programa o solo las del disco?
No, no, haremos canciones de Alter Soma, haremos unas cuantas versiones del programa, llevadas aún más a nuestro terreno, y haremos el disco.
Y para ello ya tienes cerrada una gira por gran parte de Cataluña. Contando ya con dos sold outs, uno en Girona y otro en la Sala Apolo. ¿Te da una presión extra que lleven tanto tiempo agotados?
Me da una sensación de gratitud extrema, de decir “que bien que hay gente que confía en el proyecto”. Es un motivo más para mostrar que vale la pena y que van a ser Los Conciertos. Tengo muchas ganas, ha habido cambios, porque estamos en constante construcción del directo, pero tiene buena pinta.
¿Estás planteándote ya el siguiente proyecto o de momento estás centrado en girar con este?
A veces me anticipo e imagino como sonara mi siguiente álbum, pero intento tener los pies en la tierra, estar presente y centrarse en lo que toca. Pero imagino cómo pueden ser mis siguientes proyectos y siguiendo el mantra de experimentar, modo David Bowie, quiero ir explorando campo y utilizar la música como forma de terapia, es lo que me pide el cuerpo, necesidad carnal como quien come o como quien folla.
Ronda Rápida
Un artista nacional: Rusowsky
Un artista internacional: Arctic Monkeys
Un disco para escuchar en el coche: “Swimming” de Mac Miller
Un disco que todo el mundo debería escuchar: “Currents” de Tame Impala
Una canción para llorar: “1999” de Love of Lesbian
Una canción para bailar: “Mistery Lady” de Masego
Colaboración Soñada: Nathy Peluso
Tu pieza favorita: “Nirvana”
Un lugar para escuchar tu música: En un sitio donde se pueda estar en paz mental
Descríbete en una palabra: Odisea
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