“Gran parte del misterio de 'Marchita' no es más que caos”
Entrevistas / Silvana Estrada

“Gran parte del misterio de 'Marchita' no es más que caos”

Alejandro Caballero Serrano — 13-07-2021
Fotografía — Archivo

Tras años de espera la mexicana Silvana Estrada está a punto de publicar su álbum debut, “Marchita” (Glassnote, 21). La joven artista ha estado trabajando durante mucho tiempo en el que es uno de los discos más esperados de la música mexicana de este 2021. Antes de publicarlo se sumerge por una gira en la que recorrerá toda la geografía de nuestro país. Hablamos con ella antes de este inminente tour y de la publicación de su primer larga duración en solitario.

Puedes verla en concierto en: Barcelona (15 julio, Jardins de Pedralbes), Monforte de Lemos (16 julio, 17º Ribeira Sacra Festival), Madrid (20 julio, Jazz en el Palacio, Palacio Real), Granada (22 julio, Industrial Copera), Cartagena (23 julio, La Mar de Músicas), Valencia (25 julio, La Rambleta, Festival Deleste), Menorca (28 julio, Es Claustre), Ibiza (1 agosto, The Attic), Castellón (3 agosto, Singin’ In The Cave), Gipuzkoa (6 agosto, Puerto de Mutriku) y Viniegra de Abajo (7 agosto, Sierra Sonora).

Después de un largo tiempo teniéndolo entre las manos, por fin vas a publicar “Marchita”, tu primer disco en solitario. ¿Cómo se ha ido gestando el proceso de creación del álbum?
Ha sido un proceso súper largo, casi dolorosamente largo [Ríe]. Son canciones que compuse hace varios años y que se fueron sumando con el paso del tiempo. Todas pertenecen a una misma vena introspectiva, de intentar entender el duelo amoroso; la verdad es que sin querer formé un disco conceptual. Hubo un par de intentos antes de llegar a “Marchita pero no me gustaban y cambié mi propia idea que tenía sobre el álbum porque yo empecé a escribir estas canciones cuando estudiaba jazz y mi idea primera era muy diferente a la de ahora. Ahora me siento muy minimalista con mis producciones y llegar a esto fue llegar a “Marchita” que es la representación exacta de mí misma en este momento. Cada disco es una foto del momento y esta es una etapa que siento que está concluyendo, que en cuanto salga se acabará porque en estos años yo he hecho ya dos discos más a los que también quiero darles salida. Ha sido un parto muy largo y necesito sacarlo para que sea del mundo y deje de ser mío, porque me da hasta pesadillas, pero a la vez lo amo, creo que es lo más bonito que he hecho en mi vida.

"Yo creo que “Marchita” es folclore, música popular mexicana de ahora, aunque también creo que es música de cantautora y también creo que es pop".

¿Se ha visto muy afectado por culpa de la pandemia?
Sí, la pandemia me pareció un momento complicado. Estaban sucediendo muchas cosas y había dos opiniones respecto a la música y las dos muy violentas a mi parecer. Una era de sacar la obra, porque “eres artista y es ahora cuando importa tu arte”, pero no es así, todo el tiempo importó mi música; y luego estaba la otra opinión de “¿Cómo te atreves a sacar un disco en cuarentena para sacar dinero?”… Se me hizo muy complicado el año pasado, muy doloroso en todos los esquemas de mi vida y no saqué el disco porque no vi oportunidad. Y ahora siento que sí que vale la pena y además, ¡estoy desesperada por sacarlo! [Ríe].

¿Ha sido muy diferente crear este proyecto en comparación a "Lo sagrado", tu disco con Charlie Hunter o el EP de “Primeras canciones”?
Abismalmente diferente, el proceso de cada uno de esos discos no tiene nada que ver. “Lo sagrado” es un disco muy masculino y jazzístico, producido por Charlie Hunter que no habla español y no entendía las letras y no le daba la misma importancia que yo, porque yo las amo, y por eso emprendí ese nuevo camino de donde surgió “Primeras canciones”. Pero en este EP me sentía también alejada, me fui de un extremo al otro, era todo sobre la canción, pop con sintetizadores y bombos muy presentes y tampoco me sentía tan a gusto ahí. Entonces encontré un centro donde la canción importa, la letra va primero y el universo que le rodea también importa, y no es un universo que busca gustar, si no que la completa, que narra mi propia historia, ya que yo crecí en el campo y mis padres hacían instrumentos de madera y es un disco solo con instrumentos de madera (menos la trompeta, el saxofón y el clarinete) y se grabó en una casa de madera dentro de un bosque… Encontré mi sitio y me evadí de todos lados y por fin llegué a “Marchita” y engloba mucho de lo que creo que soy, por eso creo que es un gran primer disco.

¿Por qué decidiste dejar fuera del álbum las canciones “Al norte” y “Tenías que ser tú” de tu primer EP? ¿Sentías que ya no formaban parte del concepto que querías demostrar con “Marchita”?
“Al norte” está bien como está, no cabe en el universo del disco, pero es que además no le cambiaria nada a esa canción. Y “Tenías que ser tú” también me gusta, es una cumbia a lo Selena Quintanilla y no sentía que tuviera nada que ver con “Marchita” y no tenía sentido que la volviera a hacer más solemne y de madera para este disco.

Dentro de tu imaginario artístico te vas moviendo por una misma línea musical que vas variando según el tono de la canción, hay algunas en las que me ha sorprendido más como “Tristeza” o “La enfermedad del siglo”, donde dejas al oyente reflexionando sobre todo este viaje sonoro que ha vivido durante las once canciones. ¿Cómo definirías musicalmente a “Marchita”? ¿En qué genero lo situarías?
¡Eso es lo más difícil del planeta! [Ríe]. Yo creo que “Marchita” es folclore, música popular mexicana de ahora, aunque también creo que es música de cantautora y también creo que es pop. Y sobre todo creo que es atemporal. Se pudo haber hecho hace veinte años y se podría hacer dentro de veinte años, es un disco que se defiende con una guitarra y una voz.

¿Cómo describirías este disco para toda esa gente que no te conoce?
Yo diría que es un viaje, es un universo donde dentro de mis historias particulares de sanación encuentras la universalidad del sentimiento. Espero que la gente que lo escuche se conozca mejor y se pueda sentir a través del disco, creo que es un álbum para escuchar de inicio a fin y ver que es lo que te ha causado durante el trayecto y que te preguntes: “¿Por qué me ha sucedido esto a mí escuchando este disco?” Creo que esa es mi gran meta con el disco.

"No me lo puedo creer, llevo un año sin tocar y es la gira de mis sueños".

Lanzas este disco bajo el sello de Glassnote que tiene en su nómina a grandes artistas como Phoenix o Mumford&Sons. ¿Cómo se fraguó tu fichaje por este sello?
¡Fue muy loco! Mi mánager iba camino a Japón y le habló Daniel Glass y le dijo que querían firmarme. Cuando a mí me lo contó dije: “¡Pero esa gente no habla ni español! ¿Qué quieren hacer conmigo?”. Y encima esto fue a principios de 2019 y yo tuve mucho trabajo ese año y no pudimos sentarnos con ellos hasta febrero de 2020. En esa reunión les pregunté qué era lo que querían de mí, porque entiendo que lo latino está de moda, pero más el rollo de trap y reggaetón y no el mío. Pero dijeron: “aquí sentimos la música y la tuya nos conmueve más allá del idioma y si nos pasa eso tenemos la certeza de que vamos a poder trabajar contigo por todo el mundo”. Me pareció tan bonito pensar así de la música que ahora estamos trabajando juntos y me tiene muy contenta ser la primera artista latina de Glassnote.

A pesar de ser un disco que lleva tiempo creando, apenas has lanzado algo como anticipo. ¿Esto ha sido un hecho a propósito porque querías que la gente lo escuchará entero o ha sido algo que ha salido de forma natural según se ha ido planteando la salida del disco?
Ha salido de forma natural. Gran parte del misterio de “Marchita” no es más que caos. Antes me enojaba un poco porque no era más ordenada, pero creo que es parte de su encanto. Ahora estando en una disquera todo se vuelve más lento porque pasa por más filtros, además como firmé por Glassnote teníamos que estar un tiempo para conocernos y ver la forma en que trabajamos juntos y por eso se retrasó más todavía.

Hace casi tres años te entrevistamos en Mondo Sonoro por tu increíble versión de “Amor eterno” de Juan Gabriel. Allí nos hablaste de grandes referentes como Natalia Lafourcade, Mon Laferte, José Alfredo Jimenez o Agustín Laray, al margen de que era tu primera vez en España. ¿Cómo ha cambiado la Silvana Estrada de 2019 a la que nos encontramos ahora?
Quiero pensar que mucho, aunque es difícil verlo desde adentro. Uno crece, aunque no quiera y he cambiado mucho en cómo me presento en los escenarios, en cómo manejo las situaciones difíciles, cómo busco activamente salirme de mi zona de confort… Y yo creo que esa es la diferencia de lo que era con lo que soy ahora.

Además de lanzar tu disco, te embarcas en una gira por nuestro país con unas cuantas citas por toda la geografía española. Aunque no es la primera vez que estás en España, ¿cómo te sientes frente al público de aquí?
¡Feliz! Me tiene muy emocionada, porque yo conecto con el público español de una manera muy especial. Desde que toqué aquí por primera vez fue un amor a primer concierto muy brutal, vivo enamorada de España y me gusta pensar que España, poco a poco, se va a ir enamorando más de mí. Tengo varios espectáculos aquí, y dos de ellos ya están agotados, y sobre todo tengo el Palacio Real en Madrid, que es un auténtico sueño, y también el Festival de los Jardines de Pedralbes en Barcelona que es precioso… No me lo puedo creer, llevo un año sin tocar y es la gira de mis sueños.

Y, como decías, tienes una fecha marcada en rojo, que es tu concierto en Madrid al que ya estás considerando como uno de los más importantes de tu carrera, si no el que más. ¿Qué es aquello que hace tan especial esa cita?
Madrid es una de mis ciudades favoritas del planeta y cada vez que vengo noto mi crecimiento con el público. La primera vez que vine toqué en el Café Berlín y se llenó, y después en la Joy Eslava y se llenó y además fue la primera vez que se hizo una fila para entrar en un concierto mío… Y ahora voy a tocar en el Palacio Real que es enorme y super emblemático. Tocar en un lugar histórico de esta ciudad es un sueño y me obliga a pensar en grande para mi concierto. Crecer te obliga a trabajar más.

Después de este tour por España y la ansiada publicación del álbum, ¿cuál es el futuro de Silvana Estrada?
Tras esto, llegaré a México y descansaré un par de semanas y me iré a Estados Unidos un mes y medio para hacer una gira de más de veinte fechas. Estoy contenta por ir a la tierra de mis disqueros a tocar y también por volver a México, donde estoy preparando un especial que se podrá ver en Nueva York el año que viene que es una representación de “Marchita”, pero en versión coral y en una escena más de performance, de hecho, lo presentó en un festival de performances. Luego quiero regresar a México a grabar, tengo pensado que, a finales de este año o principios del 2022, sacar un EP con las canciones que he ido recopilando pero que no cabían en “Marchita” por ser alegres y esperanzadoras [ríe]. Y cuando tenga un rato para descansar grabaré un disco nuevo. Todavía falta mucho para esto, pero es lo que más me emociona de mi carrera actualmente.

AGENDA CONCIERTOS:

22.00h Desde 23€ (Festival Jardí de Pedralbes)
21.00h 24€
20.00h 13€
21.00h Entradas Agitadas (La Mar de Músicas)
Entradas Agitadas (La Mar de Músicas)
21.00h 23,80€
21.00h 19,50€
20.00h Entradas agotadas
Entradas agotadas

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