“La gente que viene del punk es muy cerrada”
Entrevistas / Parquesvr

“La gente que viene del punk es muy cerrada”

JC Peña — 12-10-2022
Fotografía — Archivo

El quinteto liderado por Javi Ferrara regresa con Si no fuera por estos momentos, sería por otros (Raso, 22). Mantienen su mirada cáustica pero amplían las miras, atreviéndose incluso con el rock aflamencado.

El sarcasmo absurdo sigue ahí, pero los autores de la ácida y frenética “Lance Armstrong” expanden su mirada a temas tan serios como el crudo desamor. Y es que la pandemia no dejó muchas ganas de bromas, especialmente a los que viven del directo (Javier es promotor). Al mismo tiempo, temazos como “Almodóvor Amenábor” suben el listón del humor gamberro de la casa hasta alcanzar cotas hilarantes difícilmente superables.

Nos citamos con el propio Javi y con Marco (teclados) en el centro de Madrid, aunque las interminables obras y el tráfico no se lo ponen fácil al taxi en que viene Javier. Hablamos de todo: de lo complicado que es casar humor y música a las serias dificultades del directo en esta etapa post-pandémica en que todo el mundo se ha empeñado en girar a la vez. Inevitable, probablemente.

Os vi en el reciente Canela Party, donde presentasteis algunas canciones del disco, y al escucharlo me ha parecido que refleja bien lo que sois como banda en vivo. ¿Es lo que buscabais?
(Javi) Hombre, sí. Al final, el concepto que tenemos es de grupo clásico. De ensayar, componer, ensayar, componer… Creo que se nota que poco a poco los temas van cogiendo fuerza. Yo soy más cagaprisas en ese sentido. Por ejemplo, Marco siempre dice: “No, no, que vengas con una letra no significa que ya tengamos una canción, y los temas se tienen que rodar”. Yo soy más de ir acelerado. Pero sí creo que se nota. Porque cuando la gente se acerca a Parquesvr dice: “Ah, es un grupo un poco de coña”. Y yo respondo, no por mí, sino por ellos, los músicos, que se va a llevar una bofetada en la cara, porque aquí puedes encontrar un grupo bueno.
(Marco) En este disco los temas están más trabajados. Yo el primer disco ni lo grabé. Eran canciones más punk, más directas y sencillas. En éste no nos hemos limitado a positivar y a pasar a otra, sino que hemos trabajado más cada tema.

"Ante todo queríamos hacer cosas nuevas y probar estilos distintos que nos alejasen un poco de lo que es el primer disco"

¿Fue esta necesidad de reflejar el trabajo grupal lo que os llevó a ir a La Mina y grabar con Raúl Pérez?
(Javi) Ir a La Mina era como un paso en la evolución. Había gente como Carlos [bajista] que ya había grabado allí, y nos hablaba muy bien. Otro grupos de amigos también nos hablaban muy bien del estudio. La idea era: “Vamos a tomárnoslo en serio e ir a un sitio de puta madre a grabar”. El mejor sitio del que nos habían hablado era La Mina, y la verdad es que la experiencia ha sido maravillosa, increíble.

¿Qué me podéis destacar de Raúl Pérez?
(Javi) Es como un maestro Jedi. Tiene el equilibrio de la fuerza. Es un tío con el que es imposible discutir. Al final siempre impera su punto de vista, que luego te demuestra que es el correcto, y no discutes con él en ningún momento.
(Marco). Claro, a mí me encantó porque he tenido muchos grupos en mi vida, he pasado por muchos estudios de grabación diferentes y aparte de que el sitio es espectacular –la finca tiene limoneros y naranjos, piscina y barbacoa, es otro tipo de rollo en cuanto a enfocar una grabación–, él impone unos horarios: de diez de la mañana a dos de la tarde, de cuatro a ocho. No te quemas ni te agobias en ningún momento. Dices: “Hostia, que no llegamos”, y él te responde: “Tranquilo, que vamos bien”. Ya está, perfecto. Y luego, que suena como un pepino, claro.

¿Ejerció de productor?
(Javi) Sí, supongo que cada producción será distinta, pero a nosotros nos gustaba mucho que opinase y que nos dijese por dónde veía una cosa y por dónde otra. Creo que en ese sentido nos ha ayudado bastante.

Decís que estas canciones están más trabajadas. ¿Las cerráis dentro del local, o alguien trae ideas más o menos hechas?
(Javi) Ambas cosas. Parquesvr nace como un grupo de local. De hecho, tardamos bastante en componer el primer disco. En cuanto a las letras, yo me adaptaba prácticamente en todos los temas a lo que se iba haciendo. En este segundo disco he llevado más ideas, y se han trabajado mucho. Me he tomado mucho más en serio las letras: las he corregido y las he variado según el tema. Y eso creo que se ha notado, porque en el primer disco era todo súper inmediato, que también está bien. Pero aquí está todo mucho más meditado.

En cuanto a los géneros, os atrevéis con todo: psicodelia, electrónica, punk, cumbia, rock aflamencado… ¿Os planteasteis hacer esto desde el principio o fue surgiendo canción a canción?
(Javi) Ante todo queríamos hacer cosas nuevas y probar estilos distintos que nos alejasen un poco de lo que es el primer disco. También, salir un poco del tema irreverente y humorístico. Aunque tiene una vena aquí, tampoco queríamos quedar como un grupo exclusivamente de humor. Nos gusta que la gente se descojone con nosotros y nosotros con ellos, pero no queremos hacer sólo eso. De igual manera, queríamos tocar otro tipo de palos. Intentamos que un tema fuera cumbia y ha acabado sonando árabe. “Muchas flores”, que empezó siendo un rollo Los Chichos, ha terminado pareciendo a Triana… Somos cinco personas que venimos de cinco sitios distintos, con cinco formas muy distintas de ver la música. Al final, se lleva una idea y a partir de lo que tú tienes en la cabeza se desarrolla, y termina siendo una cosa completamente distinta a la que se había pensado inicialmente, pero que creo que es más rica.
(Marco) A mí lo que me mola de este grupo, en comparación con otros que he tenido que también me han gustado mucho, es que cuando entonces hacíamos un tema alguien decía: “No, esto no suena a Hollywood Sinners”, mientras que aquí es: “¿Queremos hacer una canción electrónica? La hacemos. ¿Queremos hacer una más flamenca? Pues la hacemos. ¿Más punk? La hacemos”. Y ya está. Cero restricciones y prejuicios.

Eso, además, tiene su riesgo.
(Javi) Lo tiene, porque piensas que el grupo va a perder “la identidad”. ¿Pero cuál es la identidad? Pues no lo sé. Creo que el momento de hacer ese cambio era ahora, no cuando lleves cuatro o cinco discos. Hemos hecho ya uno, pues oye, si queremos hacer cambios y no quedarnos en lo mismo, el segundo es muy importante.

Es verdad que la vena sarcástica sigue ahí, y el caso más brillante es “Almodóvor Amenábor”. No sé por qué, pero el absurdo de la letra en combinación con esa especie de techno me hace mucha gracia, y he visto a mi alrededor a varias personas a las que les pasa lo mismo. Lo primero, ¿os ha traído algún problema?
(Javi) No, nadie se ha quejado ni se ha metido con nosotros, ni nos ha tachado de nada…
(Marco) Seguramente sí, pero en privado [risas].

¿Y ese humor absurdo de dónde sale?
(Javi) Somos así en nuestra vida, y lo trasladamos a las canciones. Marco ha cogido una vena ahora con Nacho Cano: “Me chocó ver a Nacho Cano…”.
(Marco) Nacho Cano se ha chocado [risas].
(Javi) Somos así: es nuestra forma de reírnos, y muchas veces la trasladamos a canciones. Y oye, nos gusta que a la gente como tú le llegue y te rías.

¿Y la música?
(Javi) La hicimos en diez minutos [risas].
(Marco) Ferrara dijo: “Tengo este tema, vamos a quedar un día tú y yo y la hacemos”. Desenchufé los sintes, esto por aquí y por allá, se adaptaba a la letra, y ya está.

La música y la comedia no se suelen llevar bien. ¿Qué referentes tenéis?
(Javi) Es complicado. Yo, mira, como usuario te digo que rara vez me gusta un grupo humorístico. A mí me gusta descojonarme de todo, reírme de todo. ¿Pero me gustan los grupos que hacen humor? Pues no lo tenía muy claro. Lo que sí tengo claro es que las canciones de humor, o sarcásticas, irreverentes o como queramos llamarlas, que más molan son las que nacen así [chasquea los dedos], de golpe. Si lo meditas, si lo intentas hacer en casa, no sale. No tiene el mismo trabajo una canción como “Muchas flores” o “Arde, quema, duele” que “Lance Armstrong” o “Almodóvor Amenábor”. No tiene nada que ver. Porque lo absurdo sale de lo espontáneo. Si lo intentas meditar o trabajar, se acaba el absurdo en seguida. Porque lo piensas. Tiene que salir de forma espontánea.
(Marco) Es que eso está en nuestra forma de ser, en nuestro día a día. En nuestro grupo de amigos. Cuando viene alguien externo que no nos conoce, hay veces que flipa. ¿Esta peña qué dice, de qué habla, en qué están? Es nuestra forma de vida.

Al mismo tiempo, hay una faceta del disco mucho más seria.
(Javi) Las letras de una parte del disco se escribieron durante el confinamiento y la pandemia. Eso se nota mucho. Yo durante esa época lo pasé muy mal a nivel personal, laboral y demás, y no me salían los “Almodovors” [risas]. “Almodóvor” es de antes de la pandemia. La idea viene de muchísimo tiempo atrás, e hicimos la canción justo después de la pandemia. Pero “Arde, quema, duele”, “Muchas flores”, “Los salvajes”…

"Aunque sepas mucho, si eres una persona muy culta, no tienes ansiedad por demostrarlo"

Hay como desamor por ahí.
(Javi) Sí, yo viví una situación personal complicada en cuanto a eso. Y me salía aquello. Estaba encerrado en casa, dándole vueltas a todo constantemente, sin trabajo. Soy promotor de conciertos, imagínate. No tenía trabajo, no tenía un duro, estaba con el corazón roto y encerrado en casa por una pandemia mundial. Tenía la cabeza en Saturno. Entonces, fueron saliendo esa serie de temas.

¿Y qué referencias tenías en cuanto a esas letras que tienen un tono serio?
(Javi) Ninguna, no sabría decirte. He intentado buscar referentes por el rollo de las entrevistas, pero es que no los tengo.
(Marco) Es la historia de tu vida, un poco.
(Javi) Claro. Es un poco eso.

En cuanto al rock aflamencado mencionabas antes a Los Chichos, y es una referencia que me parece evidente en varias canciones.
(Javi) A ver, yo siempre he escuchado mucho a Los Chichos, Los Chunguitos, Las Grecas, el Sonido Caño Roto…Siempre me ha gustado mucho ir por ahí. Y es muy complicado, porque gran parte de mis amigos y la gente con la que toco viene más del rock, del punk, del indie y demás…Yo no tengo ni idea de cantar, entonces eso se refleja bastante y se nota [risas].

Pero cuando os poníais con este tipo de canciones, ¿al grupo le parecía bien? Lo digo porque en el rock y el indie siempre ha habido muchos prejuicios, aunque se hable tanto de apertura de miras.
(Javi) Y los hay. El punk es muy cerrado, y la gente que viene del punk es muy cerrada. Hubo cosas. Marco tiene más mano izquierda. Es más, yo llevo una idea y veo gente a la que no le gusta, y me entristece. Me bloqueo. Marco, por ejemplo con “Muchas flores”, supo transformar la idea que yo tenía en la cabeza para que todo el mundo estuviese contento. Porque al final somos cinco personas, y tenemos que hacer algo con lo que los cinco estemos a gusto.

¿Sois amigos?
(Javi) Sí, sí. Claro. Es que si no, no tendría sentido. Nos conocemos desde hace muchos años. En lo musical uno está en Marte, el otro en Saturno, el otro en Plutón…Si no hay amistad, ni complicidad ni cariño o confianza, ¿para qué vas a tener un grupo? Lo que nos gusta es irnos al Canela Party, pero todo el Canela Party y todos juntos. A Mallorca nos fuimos una semana antes. Esto tiene sentido porque somos amigos. Si no lo fuésemos, no tendría sentido.

A no ser que hubiese mucho dinero en juego.
(Javi) Y no es el caso [risas].

¿Y cuál es el punto en común musical?
(Marco) Dentro de lo que cabe es verdad que todos venimos del rock. Pero claro, el rock abarca muchas historias. A uno le gusta el rock más oscuro, a otro le mola el más plasta, yo vengo más del punk. Ferrara tal vez es más abierto. También le gusta el punk, pero más indie. Por eso creo que cada canción es una historia, porque cada uno da su punto de vista. Al final, el batería se lo lleva a su terreno, yo los sintes al mío, Ferrara grita sobre lo demás, y puede ser que sean las letras las que unifiquen todo.
(Javi) Puede ser. Buscando puntos de unión, Marco y yo escuchamos mucho ahora a Paco Moreno, por ejemplo. El resto del grupo creo que no saben quién es.
(Marco) Se lo ponemos y les gusta, aunque no tenga que ver con lo que hacemos nosotros.

Hay una canción que me ha sorprendido especialmente: “Los salvajes”.
(Javi) Intentamos que fuese kraut. No sé si lo hemos conseguido.
(Marco) Pero tirando al kraut-pop, digamos. Recuerdo que alguien dijo que molaría que fuera un rollo kraut, batería y una nota machacada.
(Javi) A mí me molan mucho los cambios en ese tema [hace las notas cantando].

Y en "Zarzaquemada" aflora cierto costumbrismo del sur de Madrid.
(Javi) Sí, es una letra de mi infancia. Zarzaquemada era mi barrio, y son los recuerdos que tengo de mi infancia. La hicimos con Borra, un amigo nuestro, que hizo la base. Cuando le enseñé la letra y él me enseñó la base, nos recordaba mucho al hip-hop de los noventa. La idea era llevarnos los recuerdos. Yo nací en el 82 y crecí en los noventa, donde estaban personajes como Jesús Gil, Mario Conde, Javier de la Rosa, el felipismo, la Expo y Barcelona 92, las niñas de Alcàsser… La televisión aquella en la que se hacía de todo. Intenté plasmar esos recuerdos de infancia en esa canción.

En “¿Debo leer a Baudelaire?” os reís abiertamente del esnobismo cultural. Me ha recordado aquel tema de Aviador Dro donde se mofaban de los pedantes musicales. Las frases que metéis al final no tienen desperdicio...
(Javi) Esto fue en una fiesta justo después de la pandemia, cuando los bares cerraban a las once. Estábamos en una casa, y estaba el típico que, como diría el Pelos, el bajista, es de “Tolosa”, porque “tó lo sabe” [risas]. Tú hablabas de una película y él decía: “No, ésta es la buena”. Y yo pensé: “¿Cómo se puede ser tan puto flipado, por favor? ¡Dios mío!” Prácticamente todas las frases vienen de esa noche. Lo de “Joy Division no es New Order” [se parten de risa].

Ésa es muy buena.
(Javi) Las fuimos recopilando. No sé si se reconocerá él mismo, pero hay una frase que es “Los porros y la Play nos dejarás de herencia”. Resulta que yo escarbé un poquito y el tío lo único que hacía era fumar porros todo el día y jugar a la Play. Era un hipócrita. Normalmente, el que se las da de que sabe mogollón es un hipócrita. Aunque sepas mucho, si eres una persona muy culta, no tienes ansiedad por demostrarlo. Y este pavo tenía ansiedad por demostrar constantemente sus conocimientos de todo. Viene un poco de ahí.

El poder de la sátira y la comedia es que desvela una verdad oculta tras un velo de solemnidad o gilipolleces. Es una herramienta que yo aprecio mucho. En el cine es lo más difícil. Y aún así la comedia se considera menor…
(Javi) No, en el cine no me parece menor. Fíjate, a mí me cuesta más en la música que en el cine. Me flipa el cine. Sí que creo que tenemos prejuicios en los géneros musicales, pero nos cuesta menos en los cinematográficos, al menos a mí. No sabría decirte un género de cine menor. Pero el humor en la música igual sí lo veo menor.

¿Qué me podéis contar del título y la portada?
(Marco) El título es una frase absurda que tenemos en el grupo de amigos, de toda la vida. “Si no fuese por estos momentos, sería por otros”. Seguramente. Como “No cambies siempre” o “Si molesto, os vais”.
(Javi) “Tú puedes con eso, y con mucho menos”, “Esta fiesta sin vosotros habría sido exactamente igual” [risas].
(Marco) Frases nuestras de toda la vida [risas]. Decidimos usar una frase que nos identifica. Por otro lado, la portada nos la hizo Álvaro [Fernández], un buen amigo diseñador que a mí me parece la hostia de bueno. Otra amiga [Marina] se lanzó: hace cerámicas súper chulas, fuera del dálmata de porcelana, cosas del día a día como un paquete de tabaco de liar. Hizo unas cerámicas para cada uno de los cinco primeros singles, que identificaban cada canción. La portada son todas esas cerámicas unidas. La contraportada son todas esas cerámicas reventadas y rotas. Eso a mí me dolió muchísimo. Hubiese molado hacerlo con Photoshop, pero no se podía.
(Javi) Pero es un reflejo de las cosas: ¡todo es efímero! Lo que sentí en la pandemia ya no lo siento. Y todo pasa, hasta lo malo. Estamos aquí un ratito.

¿Con este segundo disco las expectativas se hacen mayores o cambian en este mundo post-pandémico?
(Javi) Sin expectativas, ¿no? [risas]. No, estamos súper a gusto con Raso Estudio, el sello de Baiuca y Blanco Palamera. Nos sentimos muy integrados y queridos. ¿Las expectativas? Hombre, parece que la cosa empieza a crecer un poco. Hasta ahora ha sido un poco precario todo. Lo comido por lo servido. Y tampoco es que tengamos unas expectativas enormes. Sabemos que no vamos a vivir de esto. ¿Pero que podamos hacer cosas que molen, ir a sitios que estén bien? Pues sí.
(Marco) Tocar a gusto en sitios que nos gusten, ir haciendo temas…
(Javi) El 21 de octubre presentamos el disco en El Sol, y oye, va genial de entradas y queda un mes. Va muy bien.

Con el mérito de que está tocando todo el mundo a la vez, y no es fácil que salgan los números. Tú lo sabrás.
(Javi) Sí, como soy promotor sé cómo va todo el mundo. Por eso lo valoro más.

Y desde ese punto de vista, ¿cómo ves la situación? ¿No es un poco locura? De hecho, me consta que está habiendo cancelaciones.
(Javi) Muchas. Hay un serio problema con las salas y con el consumo de la música en directo después de la pandemia. Creo que los promotores aún no hemos sabido identificar cuál es el problema, o si lo hemos hecho no tenemos forma de paliarlo. Lo que es cierto es que el consumo de música en directo en salas ha disminuido. Puede ser que el precio de las entradas haya crecido: se ha aprovechado el tirón de que durante la pandemia se subió porque había menos aforo. Bueno, pues según qué promotor o agencia, se ha decidido mantener esos precios. Los cachés de los grupos siguen siendo muy elevados, como sus expectativas. Y el público ha disminuido. Mucha gente, durante la pandemia, ha decidido cambiar de estilo de vida. Muchos han sido padres y madres o han dejado de salir o se han ido de Madrid por cuestiones laborales, o lo que sea. Pero lo cierto es que las salas ahora mismo tienen un problema. Y de momento no estamos sabiendo arreglarlo.

¿O sea, que falta público?
(Javi) Falta público. En general. Hay gente a la que le va bien, pero relativamente, porque te pones a ver el urbano y los precios de las entradas son mucho más baratos, con lo que los beneficios son mucho menores. Pero lo que es el rock, en general, ha bajado muchísimo. Artistas que antes de la pandemia llenaban una sala como La Riviera ahora pueden estar en mil entradas [menos de la mitad]. Y es así. Al menos en el caso de Madrid, que es el que conozco de cerca.

¿Puede ser que un cambio generacional se haya acelerado?
(Javi) Puede ser. Nos han quitado dos años y la vida de la gente ha seguido. El problema, básicamente, es que se quiere vender el éxito constantemente, aunque no lo tengas. ¡Sold out! No, sold out, no: has vendido doscientas cincuenta entradas y la sala es de quinientas. Hay una obsesión por vender éxito. Si no lo vendes, parece que es un fracaso. Y no. Lo que es un fracaso es que me mientas, que trates al público como si fuera imbécil. Que te obsesiones por tener éxito constantemente. ¿Fracasas? ¿Qué más da? Todos lo hacemos. Pero la gente que tiene que tocar en El Sol quiere tocar en la But, los que tienen que tocar en But quieren ir a La Riviera. No, ve al espacio que te corresponde y crece de forma coherente. Es como si nosotros hiciésemos ahora una But. Yo tengo conciertos en espacios de mil personas que llevan vendidas las mismas entradas que nosotros. Como grupo, soy consciente de que tengo que estar en este espacio. ¿Tú como grupo no eres consciente de que tienes que estar en uno más pequeño? ¿O vamos a cambiar las condiciones cuando quede una semana porque no vas a llegar? Es duro, sí, pero hay que ser realista y sobre todo, intentar cambiar un poco la mentalidad del circuito: si esto funciona menos, tendremos que hacerlo de otra forma.

 

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