(Puedes consultar y aquirir las entradas de su gira al final de esta entrevista)
Quedamos con el músico en el centro de Madrid para hablar sobre el enorme ejercicio creativo que ha realizado en este nuevo proyecto para exhibir al mundo la inspiración y referencias que han dado vida a esta etapa. Cómo ha decidido tomar ciertas decisiones cruciales a la hora de sintetizar su filosofía como músico y su apuesta por la tradición como refugio tras un inicio de viaje más experimental enfocado a la electrónica con su anterior mixtape.
Hay una intención en el disco de ir soltando capas. De alcanzar una meta que comenzó con la búsqueda de una identidad, y exploración, en tu primera mixtape y ha terminado el viaje eliminando lo que no te representa. Mostrándote al mundo de una forma sencilla y tal como eres.
Qué ilusión de verdad, has definido exactamente lo que es, me ha encantado que lo hayas entendido. Igual tienes que venirte conmigo a las entrevistas y hablas tú. En plan, mira te lo va a contar mi colega ja, ja, ja. No, en serio, me encanta eso de las capas. Llevo haciendo música toda la vida, pero sacándola como hace unos tres. Cuando lancé la mixtape yo tenía esa ambición de venga voy a salir con estos seis temas y dos interludios. Y claro, fue sacarla y darme cuenta de todas las cosas que hay en ella y que no me representan. A ver, me encanta, estoy muy feliz de haberla sacado. Pero claro, fue lanzarla y descubrir lo que verdaderamente quería hacer. Entonces comenzó el proceso de quitarme adornos para que los temas pudieran sobrevivir únicamente con una guitarra o con un piano.
De hecho, toda esta pureza y sencillez se muestra muy bien con ese cierre de disco con “Las Tuyas” casi maquetero.
Sí, sí, sí, es como esa frase de “Dos acordes y la verdad” ¿no? Eso es.
Dices como que tenías que desnudar las canciones para poder tocarlas en el directo y que se sostengan solo con guitarra o piano. ¿Lo tienes pensado llevarlo así de gira?
No, esto es más para mí. Me gustan mucho los ejercicios compositivos y ponerme límites es lo que más libre me hace sentir. Es una cosa rara, ¿no? Pero como que si te pones un límite ya solo puedes operar dentro de ese mundo y por tanto ya te sueltas un poco más. “El Madrileño” fue como una gran inspiración a la hora de crear este disco, yo a Pucho siempre le decía tío no has hecho solo un álbum, has hecho también un cancionero. Y empecé a pensar que igual eso era lo quería hacer yo. Me inspiró mucho y por eso también hemos hecho un cancionero en forma de libreto para que puedan tocar en casa cada canción. Quería llegar a lo más puro, hacer un disco que se pueda acabar el mundo y yo te lo pueda tocar en la guitarra.
Siento que a nivel creativo te inspira más sentirte como un espectador que analiza, que hablar de ti mismo.
Exactamente, sí. Me inspira mucho la gente, yo pienso en lo que pasa a mi alrededor y como que cuento historias desde personajes que los enajeno de mí. Pero claro, es curioso ver cómo cuando tú te enajenas del personaje, y dices este no soy yo, es cuando más te atreves a narrar cosas que no te atreves a decir. Entonces ahí, de repente, se vuelve mucho más tú que si estuvieras hablando de ti mismo. Uno de mis mayores referentes es Bruce Springsteen, él se mete dentro de la persona rollo como en su canción “Hungry Heart”, que me flipa. En ella dice que tenía una mujer e hijos en Baltimore Jack, una vida jodida, que salía a la carretera y nunca volvía ¿sabes? Y claro, él no ha hecho eso nunca, pero está contando la historia mucho mejor narrándola desde dentro. Me tomé eso al pie de letra e intenté meterme del todo en un personaje que hablaba del desamor, las complicaciones en las relaciones amorosas modernas… Alguien que se podría describir como demasiado romántico y que está teniendo experiencias sin ningún tipo de attachment emocional”
El centro del disco es el amor y la gestión de ese amor desde un punto de vista muy masculino y visceral, para lo bueno y lo malo. La única respuesta desde el otro lado a este loco del amor la encontramos en “De Tí” por parte de una Amaia que decide abrazarle y cuidarle en uno de los grandes temas del proyecto.
Me emociona mucho esa canción y Amaia es ella. La “ella” del disco aparece de repente contestándose mutuamente. Es esta cosa de que dos personas se están separando, yo sé que voy a echar de menos a ella, pero aun así me tengo que ir o lo que sea. Y claro, de repente en una canción nos juntamos a cantar una canción juntos como si fuese casi como la última vez y en la canción hablamos de que seguimos enganchados, pero que tampoco podemos estar juntos. Yo estoy como enamorado de esa canción, tío. Es increíble.
Háblame un poco del proceso de producción, ¿cuál es el tema que mayor salto ha dado?
Claramente sería “Eso que tú llamas amor” porque salió como un ejercicio gracioso en casa de Juan, de Ralphie, donde estábamos haciendo mil canciones y de repente me dijo que hiciéramos un corrido mexicano. Empecé a tocar a coro ese corrido, teníamos como unas melodías y de repente se me ocurrió lo de “Eso que tú llamas amor no es para dos”. Luego ahí se quedó lo cosa, la dejamos archivada, no hicimos nada más. Y, de repente, un año después me encontré esa nota de voz y vi que era la hostia y estaba muy guapa. Entonces empecé a escribir sobre ella la canción puramente a guitarra. Y claro, después tuvo como mil versiones de producción. La última versión la produjo todo Juan, fue como descomunal al final, llevándola exactamente donde tenía que estar. Pero el cambio es radical, si te pongo una nota de voz, flipas.
¿Y el resto del álbum? ¿Primero lo terminaste de crear y luego te centraste en la producción?
Me gusta mucho que al final impere el arte y siempre escribo y produzco a la vez. Creo los temas pensando en que pase lo que tenga que pasar y la verdad es que a mí me gustan las emociones fuertes. Por eso, me pongo reglas también para romperlas ¿sabes? Me gusta funcionar así, en plan voy a hacer un disco súper sencillo, pero luego si me apetece lo llevo por otro lado. Al final toda mi vida he escuchado mucho a Nirvana, Marilyn Manson o hasta Radiohead en su fase más loca. Incluso he escuchado mucha música rave, muchas cosas como sintes muy locos, y a mí me gusta que las cosas exploten, como que se prendan fuego, que se saturen y tal.
Hablas mucho de los límites y de lo que te ayudan a la hora de crear. Pero, en realidad, es lo menos habitual cuando hablas con un artista ya que suelen decirte que nunca logran sentir que su obra está acabada.
Honestamente, puedo sentir la necesidad de buscar cosas nuevas, hacer algo diferente en el futuro. Pero estas canciones yo las veo terminadas, me gustan mucho como están. Tardé mucho en terminar las canciones, pero cuando las acabé, las escuché y no pensé que les faltaran cosas.
Háblame un poco de “Ojos de Ajonjolí” con Macario Martínez. Leí que estaba inspirado en Eduardo Mateo.
Esa canción fue de las más rápidas en hacer. Quedé con Macario en el DF, nos juntamos en el estudio y resulta que tenemos gustos muy parecidos. A los dos nos gusta mucho la música súper acústica. De hecho, compartimos cosas muy nicho, como que a él le encanta Black Country,New Road que son colegas míos de Londres. Teníamos mucha conexión, empezamos a probar cosas en la guitarra y en nada salió esta canción que siento que me lleva directamente y de una forma pura a Eduardo Mateo. Me puse muy contento, grabamos todo y se quedó así. Luego intenté hacerle más arreglos, pero no me gustaban era mejor que fuera pura, como dos guitarras, un bajo y ya está.
Es bonito cómo muchos artistas huyen del consumo rápido, se agarran a lo físico, se refugian en la tradición.
Totalmente, nos refugiamos en lo físico porque hemos perseguido mucho tiempo lo digital y nos ha fascinado. Pero claro, cuando sale Chat GPT o la IA se vuelve tan potente, joder, de repente dices como vale si eso va hacia ahí no me gusta mucho. O sea, nos fascina Arca porque suena al futuro, a una inteligencia artificial y texturas que no existen en el mundo real. O, por ejemplo, nos gusta Aphex Twin por esa cosa que te lleva a la ciencia ficción, a cosas que no existen en el mundo material, pero que nosotros podemos imaginar. Lo que pasa que una vez que llegas ahí descubres que te da un poco de miedo y es normal que digamos como ok, por ahí no. Así que ahora nos encanta el flamenco a todos ja, ja, ja. Yo creo que hay una correlación, me podría equivocar, pero yo filosofando digo esto.
En Instagram decías que los temas reflejan cómo te has sentido en cada momento. Ahora que los tienes todos fuera y reunidos, ¿cómo estás?
Pues tío, honestamente estoy muy feliz, muy contento. Escucho el disco y me siento muy bien, lo siento muy mío, todos los cambios que he dado me gustan. Nunca me había pasado eso de escuchar tantas canciones mías y que me gusten. Es como decir hostia, esto está muy guapo. Tenía muchas ganas de que saliera y ahora poder seguir escribiendo sin pensar tanto en este álbum.
Justo te iba a preguntar por eso, que siendo una persona que no para a nivel creativo de construir ¿tienes algo ya en mente de direcciones a tomar o pruebas a hacer?
Tengo mucho miedo a no poder escribir nunca más y esa inseguridad es lo que te hace crear también. Siempre estoy obsesionado con lo siguiente, tengo varias opciones abiertas a gustaría explorar, pero mi intención es no cambiar tanto lo que hago ahora porque me gusta de verdad.
Álex Jerez

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