“No intentamos ser ningún templo de culto al riff pero es posible que acabemos siéndolo”
Entrevistas / Niña Coyote Eta Chico Tornado

“No intentamos ser ningún templo de culto al riff pero es posible que acabemos siéndolo”

Izkander Fernández — 25-03-2022
Fotografía — Gaizka Izagirre

Nuevo disco de Niña Coyote y Chico Tornado. Nueva apuesta por un sonido fresco envuelto en sudor y apoyado en riffs electrificados y ritmos asfixiantes.

La nueva vuelta de tuerca al sonido del dúo donostiarra viene de la mano de un sonido más crudo y directo engalanado con algo más de punk y metal. Además, por si fuera poco, Coyote y Tornado presentan en sociedad a Don Cóndor y Ñora Alacran. Lo que pudiera parecer un enfrentamiento estelar en una velada de lucha libre mejicana entre rudos y técnicos es realmente un disco doble. Una nueva muestra de culto al riff en la rodaja de Niña Coyote eta Chico Tornado y un experimento entre la cumbia y el surf en el plástico de Cóndor y Alacran. De una o de otra forma, NY eta CT siguen recorriendo su camino con paso firme.

En los últimos tiempos se le está dando un valor incalculable al camino al menos en comparación con el fin y los objetivos. ¿A qué le da importancia NC y CT? ¿Al camino o a los objetivos?
(Chico Tornado) Nuestros objetivos siempre han sido los mismos. Componer, disfrutar componiendo, grabar un disco y poder tocar y seguir disfrutando.

El fin no sé pero, el camino… ¿No debería ser divertido?
(CT) Para nosotros el camino siempre ha sido muy divertido ya que hemos conseguido viajar para tocar en diferentes festivales y países.
(Niña Coyote) Que sea divertido no quiere decir que esto no requiera de trabajo. Hay que trabajar un montón y todo el rato. Porque al final parece que disfrutamos un montón. Que es así. Disfrutamos mucho pero también trabajamos mucho.

¿NC y CT busca lo mismo que el primer día con este nuevo trabajo?
(CT) Seguimos buscando lo mismo que el primer día. Hacer canciones, disfrutar haciéndolas y poder tocar en directo para enseñarlas.

Llevamos más de una década con el dúo como formato rockero estandarizado y asimilado. Para vosotros que lleváis 9 años en la carretera, ¿Cuál ha sido la evolución de vuestra relación con el rock como dúo?
(NC) Al principio sí que nos decían más a menudo que teníamos que buscar un bajista o, al menos, bromeaban más con ello. Pero la verdad es que a lo largo de los últimos años da la sensación de que el formato se ha aceptado más y que, además, han aparecido nuevos dúos haciendo cosas muy diferentes. Además, tenemos que decir que es una maravilla de formato.

Hay detalles en el nuevo trabajo que parecen implicar un disco más crudo, más directo, mas lúdico. ¿Ha intentado Niña Coyote y Chica Tornado hacerle una instantánea a su espíritu en directo?
(NC) Definitivamente sí, es un disco más crudo y directo. Nuestro principal objetivo siempre es el mismo: hacer canciones con las que luego podamos disfrutar tocando en directo. Es algo que hemos conseguido. Analizando el disco ahora da la sensación de que el cuerpo nos pedía más velocidad cuando lo compusimos. Supongo que estaríamos más rabiosos.

“Nuestro principal objetivo siempre es el mismo: hacer canciones con las que luego podamos disfrutar tocando en directo”

Por lo crudo y lo directo, ¿Hay más punk o más agresión metálica en este nuevo trabajo que en obras anteriores?
(CT) Puede ser que hay más punk y más metal. No hemos ido a buscar nada exactamente. Es lo que nos ha salido y ha sido la consecuencia de seguir nuestro camino.

Me ha alegrado ver que Lemmy sigue presente en nuestras/vuestras vidas… Tengo entendido que “habéis dialogado” con él de una u otra forma de cara a darle forma a las composiciones de este disco.
(NC) Fue una broma que hicimos en una entrevista y de repente ha cogido la dimensión de titular. Al final es una tontería. No hemos hecho espiritismo ni hemos utilizado la Oujia ni nada parecido.

Karlos Osinaga.
(CT) Hemos disfrutado mucho de la grabación con Karlos Osinaga. El se ha involucrado totalmente con el disco y además nos hemos reído muchísimo y nos lo hemos pasado muy bien. Ha sido un auténtico placer trabajar con él.

Escribir letras. El músico parece obligado a hacerlo. Sin embargo, vosotros pedís ayuda fuera una y otra vez.
(CT) Nosotros escribimos letras y no nos apartamos de ese trabajo en ningún momento pero es cierto que nos gusta colaborar con amigos y con gente que escribe muy bien. Así al final enriquecemos el trabajo final.

En uno de los cortes decís que la única virtud es la obediencia… (“Bertute bakarra obeditzea”)… ¿Es posible actuar de una forma contestataria y a la vez con equilibrio, sensatez y realismo en 2022 después de todo lo que ha pasado y está pasando?
(CT) La verdad es que es bastante complicado actuar de una forma contestataria en esta sociedad y en este ambiente que se ha conformado a través de unos medios de comunicación que han seguido manipulando e intentando hacernos creer cosas que seguramente no son verdad. Y al que contesta o intenta actuar de una forma contestataria le machacan o nos machacan pero aún y todo hay que seguir luchando.

Además de pedir ayuda o de dejarse ayudar, también intercaláis composiciones instrumentales. ¿Estos cortes nacen de la libertad creativa? ¿Son parte de alguna estrategia de liberación?
(NC) Es algo que siempre ha estado ahí. Siempre hemos tenido instrumentales en todos nuestros discos. Nacen de la libertad creativa pero de igual forma que el resto de temas. Al final, partiendo de la base de que todo lo que hemos publicado ha sido por la vía de la autoedición, nunca hemos tenido barreras creativas y siempre hemos tenido control total sobre lo que hacemos. Lo que sí que es verdad es que en directo son temas que nos dan mucha libertad porque somos dos personas, yo estoy en la batería y por mucho que me mueva no me puedo desplazar por el escenario y si Koldo está obligado a cantar y a estar pegado al micro es todo demasiado estático. Así que ahí sí que nos da cierta libertad. No lo llamaría estrategia aunque nos ayuda. Y en definitiva, los temas instrumentales nos gustan.

“Tarántula” posee un riff seco, marcado y crujiente. ¿Es NC eta CT una especie de templo de culto al riff?
(CT) La forma que tengo de tocar la guitarra me obliga a hacer riffs uno detrás de otro. Y bueno, como nos encantan los riffs, nos terminan saliendo de todas todas. No es algo que busquemos, es algo que ocurre. No es que intentemos ser ningún templo de culto al riff pero es posible que acabemos siéndolo. Porque es lo que nos sale realmente.

¿A qué vienen al mundo o por qué se muestran ahora Don Cóndor y Ñora Alacrán?
(CT) La idea surgió en una gira que estábamos realizando por México en 2016. Concretamente en la ciudad de Guadalajara. Y surgió porque nos estábamos encontrando con cumbia por todas partes. Bromeando un amigo de allí de México nos bautizó así. Posteriormente hemos escuchado bastante cumbia y aparte, el surf es algo que nos ha gustado siempre. Hemos llegado hasta el punto de escribir canciones que nos han gustado y pensamos que podíamos hacerlo, nos hacía gracia y lo hemos hecho.

¿Don Cóndor y Ñora Aracrán es una especie de matrimonio entre un surfista alienígena venido del futuro y una diosa de las percusiones?
(NC) Tampoco tenemos claro de donde vienen pero no creo que sea algo tan elevado. Son bastante más barriobajeros que todo eso. De todos modos, estamos empezando a conocerles. Me temo que esto es el principio de una larga amistad.

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.